Wednesday, September 24, 2014

Papa Francisco: "Que tiren al mar con una piedra al cuello a los cristianos corruptos"

Papa Francisco: "Que tiren al mar con una piedra al cuello a los cristianos corruptos"
http://actualidad.rt.com/sociedad/view/111108-papa-francisco-corruptos-piedra-tiren-mar
Publicado: 12 nov 2013 | 15:03 GMT Última actualización: 12 nov 2013 | 15:19 GMT

El papa Francisco criticó ayer a los cristianos corruptos y declaró que algunos de ellos merecen que les aten una piedra de molino al cuello y los tiren al mar, citando un fragmento de la Biblia.

En un apasionado sermón de su misa matutina celebrada el 11 de noviembre en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta, el líder religioso ha declarado, que los cristianos que donan dinero a la Iglesia pero roban al Estado están llevando una "doble vida" y son pecadores que deben ser castigados, relata la declaración del papa a la Agencia Informativa Católica de Argentina.

"Dice Jesús, no lo digo yo, que les aten al cuello una piedra de molino y sean tirados al mar. No se habla de perdón aquí, porque donde hay engaño, el Espíritu de Dios no puede estar", explicó el Pontífice.

Sin mencionar directamente la corrupción dentro de la Iglesia Católica, el religioso describió a los involucrados en prácticas corruptas como "sepulcros blanqueados", justificándolo en que "parecen hermosos por fuera, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de putrefacción".

Según el papa, "todos nos debemos considerar pecadores, porque todos lo somos; pero no corruptos, ya que este tipo de personas está fijo en un estado de suficiencia, no sabe qué cosa es la humildad".

"Un cristiano que se vanagloria de ser cristiano, pero que no hace vida de cristiano, es uno de estos corruptos… ¡y cuánto mal hacen a la Iglesia! ¡Cristianos corruptos, sacerdotes corruptos!", afirmó el Pontífice.

El papa Francisco ha dejado claras sus intenciones de hacer frente a la corrupción en el Vaticano en octubre de este año, cuando mantuvo una reunión con Monsignor Carlo Maria Vigano (un denunciante de alto rango de la corrupción en el seno de la Iglesia), después de aclarar en mayo que "la Iglesia tiene que seguir adelante con el corazón de la pobreza, no de la inversión o de un hombre de negocios".

Tuesday, September 23, 2014

Obama: Assad ha protegido a los cristianos en Siria

Obama: Assad ha protegido a los cristianos en Siria
http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?eid=71773&cid=24&fromval=1
Source: Periódicos
13-09-2014 - 13:27 Última actualización 13-09-2014 - 13:36 | 1540 visitas

La jornada de reunión de los Patriarcas de los cristianos de Oriente en Washington, organizada esta semana, estuvo llena de sorpresas.

Entre otros incidentes se produjo la expulsión de la sala de un congresista pro-israelí, Ted Cruz, después de haber sido abucheado por los participantes por haber alardeado sobre los “méritos de Israel” con respecto a los cristianos y asimilado el EI a Hezbolá y a Hamas.

Cruz comenzó su diatriba en una cena con participantes cristianos libaneses, sirios, iraquíes y de otras nacionalidades y congresistas republicanos y demócratas. Él habló sobre el “extremismo religioso”, donde no incluyó claro está a los ultras sionistas, y se refirió a los “grupos radicales a imagen del EI, Hezbolá y Hamas”.

En ese momento se elevaron varias voces de protesta en la audiencia, según la corresponsal del diario As Safir, que reclamaron que se callara. Él elevó entonces la voz: “Los cristianos no tienen mejor aliado que Israel”. En ese momento, la sala explotó en abucheos y silbidos.


“Él vino aquí para insultarnos”, dijo el Patriarca Gregorio III Lahham, que abandonó notoriamente la sala. “Son ellos los que hicieron salir a los judíos del Líbano, de Siria y de Iraq”, señaló recordando las maniobras sionistas para obligar a los judíos de los países árabes a abandonar estos últimos y dirigirse hacia Palestina. Él recordó también la masacre de cristianos palestinos, libaneses, iraquíes y de otras nacionalidades como consecuencia de las políticas sionistas en la región.

Cruz fue elegido como senador por Texas en 2012 gracias al apoyo de un grupo de sionistas ricos. Él es conocido por sus posiciones extremistas, que preconizan soluciones violentas y belicistas, sobre todo en Oriente Medio.

Para el Patriarca libanés maronita, Beshara Rai, “este hombre intentó torpedear el éxito y la seriedad de este encuentro, pero no lo logró”.

Finalmente, uno de los organizadores del encuentro, el presidente del Grupo de Defensa de los Cristianos de Oriente, Tufik Baaklini, intervino para pedir al senador estadounidense que se fuera de la sala.

Por su parte, el presidente norteamericano, Barack Obama, pareció intentar evitar los errores del congresista.

Él provocó la segunda gran sorpresa de este día. Durante el encuentro de 35 minutos sobre las minorías en la región con una delegación de los patriarcas de Oriente en la Casa Blanca, en presencia de la asesora de Seguridad Nacional, Suzanne Rice, él dijo: “Sabemos que Bashar al Assad ha protegido a los cristianos de Siria”.

“El auditorio se quedó entonces sorprendido”, dijo una fuente próxima a la delegación al periódico Al Akhbar. Ésta señaló también que Obama había utilizado el término “gobierno sirio” en lugar del peyorativo “régimen sirio”, que ha sido empleado continuamente en la retórica occidental en estos tres años de la crisis siria.

Un miembro de la delegación le dijo entonces a Obama: “En ese caso, deberíais de dejar de hablar de una “oposición siria moderada”.”

Cabe señalar también que el presidente estadounidense se refirió de los ataques que su país cuenta con llevar a cabo contra las posiciones del EI en Siria afirmando que ellos deberían, según él, “ayudar al proceso político” derivado de las Conferencias de Ginebra 1 y Ginebra 2.

Obama evocó los errores cometidos en Iraq, “que no repetiremos”, y reiteró el apoyo de su país al Ejército libanés, estimando que “el armamento que le hemos entregado es la mejor respuesta de Washington al EI en el Líbano”.

Friday, September 12, 2014

Súplicas por la salud de nuestro Líder Ayatullah Jamenei

Súplicas por la salud de nuestro Líder Ayatullah Jamenei
http://www.asai.org.ar
Sep 11, 2014 at 4:08am

ASAI
Asociación Argentino Islámica

En el nombre de Dios


Assalamu Alaikum hermanos.

El Gran Ayatolá Sayyid Ali Jamenei, Líder Supremo de la Revolución ha sido operado el lunes por la mañana, siendo su intervención quirúrgica todo un éxito. En este sentido, los invitamos a que este día viernes 12 de septiembre hagamos súplica en comunidad en los centros islámicos y mezquitas por su pronta recuperación.

«En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

Las alabanzas pertenecen a Dios Señor del Universo.

Nos basta Dios y es el mejor Protector

Bendito sea Dios el mejor de los Creadores

Y no hay Fuerza ni Poder sino en Dios, el Altísimo, el Infinito»

Larga vida con salud y bienaventuranzas para nuestro amado Líder Supremo.

«No podéis encontrar a nadie como el señor Jamenei, tan comprometido con el Islam y tan decidido a servir a su pueblo con todo el corazón. Hace muchos años que lo conozco» (Imam Jomeini)

¿Quiénes son los Profetas Legisladores (Ûlûlu l-‘Azm) y cuáles son sus Libros? من هم أولو العزم؟ و ما هی کتبهم

¿Quiénes son los Profetas Legisladores (Ûlûlu l-‘Azm) y cuáles son sus Libros? من هم أولو العزم؟ و ما هی کتبهم
http://islammdp.blogspot.com/2013/12/quienes-son-los-profetas-legisladores.html
3/12/13
Etiquetas: Coran, profetas, tafsir


El vocablo “Ûlûlu l-‘Azm” (Profetas legisladores) se encuentra en la aleya 35 de la Sura Al-Aĥqāf [46]. Aquí el vocablo ‘azm significa dictamen y sistema legislativo, y Ûlûl Al-‘Azm significa los Profetas que trajeron un sistema legislativo y una religión independiente y nueva. En las narraciones se mencionaron condiciones para los Profetas Ûlûlu l-‘Azm o legisladores:

1. Poseer una invitación Universal.

2. Poseer un sistema legislativo y una religión.

3. Poseer un Libro Divino.

En forma especial sólo cinco de los Profetas Divinos contaron con estas particularidades, es decir, tenían tanto una invitación general, como un sistema legislativo así como un Libro Divino. Estos cinco son los Profetas Noé (a.s.), Abraham (a.s.), Moisés (a.s.), Jesús (a.s.) y el Profeta del Islam, Muhammad (s.a.w.). En las narraciones los Libros del Profeta Noé y del Profeta Abraham han sido recordados como Escrituras, y la Tora es el Libro del Profeta Moisés, el Evangelio es el Libro del Profeta Jesús y el Corán es el Libro del Mensajero del Islam.

Respuestas detalladas

El vocablo “Ûlûlu l-‘Azm” aparece en el Corán una vez. Dios dice: «Así pues, se paciente, de la misma manera que fueron pacientes los Mensajeros (Ûlûlu l-‘Azm) poseedores de una fuerte determinación».[1]

‘Azm significa decisión fija y estable. Râgib en su obre Mufradât dijo: “’Azm significa decidir la realización de un acto”.[2]

En el Diccionario Lisân Al-‘Arab aparece: “Los Profetas Ûlûlu l-‘Azm son aquellos que decidieron realizar la orden de Dios que prometieron realizar”.[3] En el Generoso Corán, ‘Azm en ocasiones fue utilizado como paciencia[4] y en otras como cumplir lo pactado.[5]

En las obras de exegesis dice que, tomando en cuenta que los Profetas que poseían un nuevo sistema legislativo y una nueva religión enfrentaban más dificultadles y problemas, y para enfrentarlas necesitaban de resoluciones y decisiones más firmes, este grupo de Profetas fue llamado Ûlûlu l-‘Azm. Si algunos explicaron el vocablo ‘azm como dictamen y sistema legislativo[6], es por este mismo motivo, de lo contrario ‘azm en la lingüística no significa sistema legislativo.[7]

El que el Profeta sea Ûlûlu l-‘Azm muestra que ese Profeta es dueño de un sistema legislativo. Es decir, ese Profeta posee una religión especial que los demás Profetas de su tiempo o posteriores a él debían propagar[8] hasta el momento en que surgiese un nuevo Profeta con una nueva religión y un nuevo sistema legislativo.

Dios en el Generoso Corán tanto indica la legislación de la religión y su comunicación a través de los Profetas, así como menciona el nombre de cuatro Profetas –excepto el Profeta del Islam quien trajo la última religión Divina y en esta aleya se habla con él– que tienen una religión y un sistema legislativo especial: «Él ha establecido para vosotros los mandatos de la fe que ya había encomendado a Noé y que también Nosotros te hemos revelado a ti, y lo que habíamos encomendado a Abraham, Moisés y Jesús: “Estableced la creencia y no os dividáis por causa de ella”».[9]

Los Profetas Ûlûlu l-‘Azm en las narraciones:

Aunque algunos de los exegetas –generalmente no shi’ítas– en los primeros siglos del Islam, consideraron a los Profetas Ûlûlu l-‘Azm como aquellos que estaban comisionados para realizar la lucha santa, o para mostrar sus revelaciones, y como ejemplo nombraron también a Noé (a.s.), Abraham (a.s.), Isaq (a.s.), Jacob (a.s), José (a.s.), Job (a.s.) o Abraham (a.s.), Noé (a.s.), Heler (a.s.) y Muhammad (s.a.w.)[10], pero las narraciones de los Inmaculados Imâmes (a.s.) directamente dicen tanto la causa del nombramiento de Ûlûlu l-‘Azm así como mencionan los atributos de Ûlûlu l-‘Azm, y especifican la denotación del concepto.

Los atributos de Ûlûlu l-‘Azm en las narraciones fueron mencionados de la siguiente manera:

1. Poseedores de la invitación general y universal para los humanos y los genios.[11]

2. Poseedores de un sistema legislativo y una religión independiente y nueva. [12]

3. Poseedores de un Libro Celestial. [13]

En estos tres casos se indicaron tres especialidades evidentes de estos Profetas, es decir la invitación universal, la religión y el Libro Divino. En una narración del Imâm As-Sâdiq (a.s.) la segunda y tercera condición se encuentran juntas, que es suficiente para responder la segunda parte de la pregunta (¿por qué algunos Profetas no son considerados Ûlûlu l-‘Azm a pesar de tener un Libro?).

El Imâm Ridâ (a.s.) en respuesta a alguien que le preguntó ¿cómo fue que estos Profetas se volvieron Ûlûlu l-‘Azm?, dijo: “Puesto que fueron enviados (Noé, Abraham y…) con un Libro y un sistema legislativo especial”.[14]

Entonces una de las condiciones de los Profetas Ûlûlu l-‘Azm es que traigan un Libro. Pero existen además dos condiciones importantes aquí que son: poseer una invitación universal para todos los seres humanos y los genios, y poseer un sistema legislativo independiente y nuevo.

Deberá ponerse atención que el significado de “sistema legislativo independiente” no indica que deba ser completamente diferente al sistema legislativo de los Profetas anteriores, y no concuerde en nada con ese sistema, sino que indica que según lo que exija la época los sistemas legislativos también se volvían diferentes, siendo esto un asunto natural.

El Profeta David (a.s.) a pesar de que trajo un Libro Celestial, pero su Libro no fue un libro de mandatos religiosos ni de un nuevo sistema legislativo independiente, al igual que el Profeta Adán (a.s.), Set (a.s.) y Enoc (a.s.), trajeron también Libro pero no fueron Profetas legisladores. [15]

En las narraciones fueron mencionados directamente los nombres de los Profetas Ûlûlu l-‘Azm o legisladores. Se ha transmitido que el Imâm Saÿÿâd (a.s.) dijo: “Los Ûlûlu l-‘Azm son cinco personas: el Profeta Noé (a.s.), Abraham (a.s.), Moisés (a.s.), Jesús (a.s.) y Muhammad (s.a.w.)”.[16] Este mismo significado lo encontramos en las narraciones del Imâm As-Sadiq (a.s.)[17] y del Imâm Ridâ (a.s.).[18] En las narraciones, fueron recordados como “Escrituras” los Libros de Noé (a.s.) y Abraham (a.s.), aunque en el Corán el Libro de Moisés (a.s.) también fue citado como “Escrituras”.[19] Pero al conjunto de todas estas Escrituras fue llamado la Tora. El Libro de Jesús (a.s.) fueron los “Evangelios” y el Libro de Muhammad (s.a.w.) es el “Corán”.

Pero ¿acaso el “Avesta” que es el libro de los zoroástricos, es ese mismo Libro Celestial de Zoroastro? Hay que reflexionar en este asunto. En diversas partes del Avesta se ha transmitido por otros o las pláticas que Zaratustra mantiene con Dios o con personas.[20] (Para más explicación recurrir a la “Yasna” que es la principal y más antigua parte del Avesta cap.46, art. primero y segundo). Aunque según las narraciones, él fue un Profeta Divino y dueño de Libro.[21]

[1]– Al-Aĥqāf 46:35.

[2]– Mufradât Râgib, vocablo ‘Azm.

[3]– “و أُولُو العَزْمِ من الرُّسُلِ: الذینَ عَزَمُوا على أَمرِ الله فیما عَهِدَ إلیهم”, Lisân Al-‘Arab, t.12, p.399

[4]– Aš-Šurā, [42:43].

[5]– Ťa Ha [20:115].

[6]– El difunto y gran sabio Tabâtabâî dijo que el significado de ‘azm como ‘azîmah” es decir un dictamen y sistema legislativo, confirmado por los narradores de Ahl-Bayt (a.s.). Al-Mîzân, (traducc.al persa) t.17, p.332.

[7]– Exegesis Nemunah, t.21, p.379.

[8]– Misbâh Ÿazdî, Usûl Aqâ’id, p.239.

[9]– Aš-Šurā, [42:13].

[10]– Bihâr Al-Anwâr, t.11, p.35.

[11]– Ídem, p.32.

[12]– Ídem, p.34; ‘Ilal Al-Sharâîa’, t.1, p.149, cap.101.

[13]– Ídem, p.35.

[14]– Ídem, p.56.

[15]– Al-Mîzân, t.2, p.142; Al-Mîzân, (traducc.al persa) t.2, p.213.

[16]– Bihâr Al-Anwâr, t.11, p.32.

[17]– Ídem, t.11, p.56.

[18]– ‘Ilal Al-Sharâîa’, t.1, p.149, cap.101.

[19]– Al-‘Alā, [87:19].

[20]– Robert Hume, Las religiones vivas del mundo, p.278. Para más información

ecurrir a la “Yasna” (la parte más antigua y principal del Avesta) cap.46, art. Primero y segundo.

[21]– Min lâ Iahdzaru Al-Faqîh, t.2, p.53, h.1678; Safîtat Al-Bihâr, t.4, p.346.

من هم أولو العزم؟ و ما هی کتبهم، و سبب تسمیتهم؟

السؤال

من هم أنبیاء أولو العزم، و ما هی أسماء الکتب التی جاؤوا بها، و لماذا أطلقت علیهم هذه التسمیة؟ و لماذا لم یکن زرادشت و داوود (ع)، من أولی العزم؟

الجواب الإجمالي


وردت صیغة "أولوا العزم" فی الآیة 35 من سورة الأحقاف. العزم بمعنى الحکم و الشریعة، و معنى أولی العزم هم الأنبیاء الذین لهم دین و شریعة مستقلة و جدیدة، و قد ذکرت بعض الشروط فی الروایات لیکون النبی من أولی العزم.

1. أن تکون له دعوة شاملة

2. له دین و شریعة

3. یأتی بکتابٍ إلهی

و الذین تنطبق علیهم هذه الشروط بشکلٍ خاص هم خمسة من الأنبیاء فقط. أی أنهم جاؤوا بدعوة شاملة و شریعة عامة و أنزلت علیهم کتب إلهیة، و هؤلاء الخمسة هم: نوح، إبراهیم، موسى، عیسى و نبی الإسلام محمد (ص). قد ورد فی الروایات ذکر کتاب نوح و إبراهیم (ع)، و قد أطلق علیهما، اسم الصحف، و التوراة کتاب النبی موسى (ع) و الإنجیل کتاب عیسى (ع) و القرآن کتاب محمد (ص).

الجواب التفصيلي

وردت کلمة "أولوا العزم" مرة واحدة فی القرآن الکریم، قال تعالى: «فَاصْبِرْ کَمَا صَبَرَ أُولُو الْعَزْمِ مِنَ الرُّسُلِ».[1]

و العزم بمعنى الإرادة المحکمة، قال الراغب فی المفردات: العزم بمعنى التصمیم فی إنجاز العمل.[2] و قد جاء فی لسان العرب: الرسل أولوا العزم هم الذین اتخذوا تصمیماً و عزماً على أن ینفذوا أمر الله الذی ألقی على عهدتهم.[3] و قد استعمل لفظ العزم فی القرآن بمعنى الصبر،[4] و تارة بمعنى الوفاء بالعهد.[5]

و قد جاء فی کتب التفسیر: بما أن الرسل الذین یحملون شریعة جدیدة و رؤیا مختلفة فإنهم یواجهون تحدیات أکبر و مشاکل أکثر، و قد عقدوا العزم على مواجهة کل الصعوبات و العقبات، فهم بحاجة إلى إرادة محکمة قویة، و قد أطلق على هذه الفئة من الأنبیاء اسم (أولوا العزم)، و إذا ما فسر البعض العزم و العزیمة بمعنى الحکم و الشریعة[6] فمرد ذلک إلى هذا التلازم، و إلا فالعزم لم یأتِ بمعنى الشریعة فی اللغة.[7] و کون النبی من أولی العزم دلیل على أنه صاحب شریعة. بعبارةٍ أخرى، أنه صاحب دین خاص على الأنبیاء المعاصرین له و المتأخرین عن عصره أن یبلغوا لدینه و یبشروا به[8] حتى یأتی نبی جدید بشریعة جدیدة.

و قد أشار الباری سبحانه فی القرآن الکریم إلى تشریع الدین و إبلاغه بواسطة عدة من الأنبیاء و ذکر أربعة أنبیاء غیر النبی محمد (ص) الذی جاء بآخر دین إلهی، قال تعالى: «شَرَعَ لَکُمْ مِنَ الدِّینِ مَا وَصَّى بِهِ نُوحًا وَ الَّذِی أَوْحَیْنَا إِلَیْکَ وَ مَا وَصَّیْنَا بِهِ إِبْرَاهِیمَ وَ مُوسَى وَ عِیسَى أَنْ أَقِیمُوا الدِّینَ وَ لا تَتَفَرَّقُوا فِیهِ».[9]

صفات الأنبیاء أولی العزم و الإشارة إلیهم فی الروایات:

مع أن بعض المفسرین فی القرون الأولى - من غیر الشیعة - عرفوا الأنبیاء أولی العزم على أساس الأمر بالجهاد أو الذین أظهروا معجزاتهم و مکاشفاتهم و أشاروا إلى مستوى تعیین المصداق إلى نوح، إبراهیم، إسحاق، یعقوب، یوسف، أیوب، هود (ع) و محمد (ص).[10] إلا أن الروایات الواردة عن طریق أئمة أهل البیت (ع)، صرحت بأسماء الأنبیاء من أولی العزم و أشارت إلى صفاتهم و مشخصاتهم و عینت المصادیق التی ینطبق علیها المفهوم.

صفات أولوا العزم کما وردت فی الروایات:

1. الدعوة العالمیة الشاملة للجن و الإنس.[11]

2. استقلالیة الدین و الشریعة و أن تکون جدیدة و غیر مکرر.[12]

3. أن یکون له کتاب سماوی.[13]

و فی هذه النقاط الثلاث أشیر إلى ثلاث خصوصیات بالنسبة لهذه الفئة من الأنبیاء، الدعوة العالمیة الشاملة، الدین المستقل، و تلقی کتابٍ إلهی، و قد جاءت روایة عن الإمام الصادق (ع) ذکر فیها الشرطان الثانی و الثالث مع بعضهما، و نکتفی بذکر الروایة لننتقل إلى الإجابة عن الشق الثانی من السؤال (لماذا لم یطلق على بعض الأنبیاء اسم أولی العزم مع أنهم یحملون کتباً إلهیة؟! فقد أجاب الإمام الرضا (ع) عن تساؤل البعض عن سبب تسمیة هؤلاء الأنبیاء بأولی العزم فقال: "إنما سمی أولو العزم أولی العزم لأنهم کانوا أصحاب العزائم و الشرائع و ذلک أن کل نبی کان بعد نوح (ع) کان على شریعته و منهاجه...".[14]

إذن تلقی الکتاب شرط فی کون النبی من أولی العزم، و لکن هناک شرطان مهمان آخران، أحدهما أن تکون له دعوة شاملة لجمیع الإنس و الجن و غیرهم، و الآخر أن یکون له دین مستقل و شریعة جدیدة.

و لابد من الالتفات إلى أن الشریعة المستقلة لا تعنی أن تکون مختلفة بالکامل عن الشرائع السابقة لها و لا تتلائم معها، و لکن اختلاف الشرائع تبعاً لمقتضیات الزمان أمر طبیعی و معقول.

فالنبی داوود (ع) مع أنه صاحب کتاب سماوی، و لکن کتابه لم یکن کتاب أحکام و لم تکن شریعته مستقلة و جدیدة کما هو الحال بالنسبة لآدم، و کذلک شیث و إدریس (ع) فإنهم من أصحاب الکتب و لکنهما لیسا من أولی العزم.[15]

و أما بالنسبة إلى الروایات فإنها أشارت بشکل صریح إلى أسماء الأنبیاء أولی العزم، نقل عن الإمام علی بن الحسین (ع)، قوله أن أولی العزم خمسة هم: نوح، إبراهیم،موسى، عیسى و محمد (ص).[16] و کذلک نقل هذا المعنى عن الإمام الصادق (ع)[17]و الإمام الرضا (ع)[18]، و کذلک وردت فی الروایات الإشارة إلى کتب نوح و إبراهیم (ع) تحت عنوان (الصحف) مع أن عنوان الصحف أطلق على کتاب موسى (ع) فی القرآن الکریم[19]. و لکن مجموع هذه الصحف سمیت باسم التوراة، و أن کتاب عیسى (ع) هو الإنجیل و کتاب النبی محمد (ص) هو القرآن.

و أما بالنسبة إلى (الأوستا) کتاب الزرادشتیة، فهل إنه کتاب زرادشت السماوی؟ ذلک موضع تأمل، فقد نقل فی مواضع مختلفة من الأوستا کلام زرادشت، أو ما کان یتکلم به مع الله أو الناس.[20]

(و من أجل الاطلاع یراجع (الیسنا) أقدم و أهم أقسام (الأوستا) الفصل السادس و الأربعون البند 1ـ 2) مع أن الروایات تفضی إلى أنه نبی إلهی و صاحب کتاب.[21]

[1] الأحقاف، 35.

[2] مفردات الراغب، مادة عزم.

[3] وأولوا العزم من الرسل: الذین عزموا على أمر الله فیما عهد إلیهم، لسان العرب، ج 12، ص 399.

[4] الشورى، 43.

[5] طه، 115.

[6] قال العلامة الطباطبائی: (العزم) بمعنى (العزیمة) یعنی (الحکم و الشریعة).

[7] التفسیر الأمثل، ج 21، ص 379.

[8] مصباح الیزدی، أصول العقائد، ص 239.

[9] الشورى، 13.

[10] بحار الأنوار، ج 11، ص 35، طبعة بیروت، وفا.

[11] المصدر نفسه، ص32.

[12] المصدر نفسه، ص 34 ؛ علل الشرائع، ج 1، ص 149، باب 101.

[13] المصدر نفسه، ص 35.

[14] المصدر نفسه، ص 56.

[15] المیزان، ج 2، ص 142؛ ترجمة المیزان، ج 2، ص 213.

[16] بحار الأنوار، ج 11، ص 32.

[17] المصدر نفسه، ج 11، ص 56.

[18] علل الشرائع، ج 1، ص 149، باب 101.

[19] الأعلى، 19.

[20] رابرت هیوم، أدیان زنده جهان "الادیان الحیة"، ص 278؛ و للتوضیح الأکثر یراجع (الیسنا) (أقدم و أهم فصل من (الأوستا) الفصل السادس و الأربعون، البنود 1 و 2.

[21] من لا یحضره الفقیه، ج 2، ص 53، ح 1678؛ سفینة البحار، ج 4، ص 346.

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Malas Noticias: Francisco recibió a Netanyahu

Malas Noticias: Francisco recibió a Netanyahu
http://islammdp.blogspot.com/2013/12/malas-noticias-francisco-recibio.html
2/12/13
Etiquetas: cristianismo, israel, sionismo

Una imagen que duele: Francisco con Netanyahu

Visita de 25 minutos del primer ministro israelí al Pontífice en El Vaticano.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha evocado este lunes la "herencia común" entre judíos y cristianos y ha ofrecido al Papa Francisco un libro de su padre, en el que se sostiene que los católicos defendieron a los judíos durante la Inquisición en España.

Durante su primer encuentro con el Pontífice argentino, que duró 25 minutos, el dirigente israelí ofreció la traducción en español del libro de su padre -Benzion Netanyahu, un historiador que falleció el año pasado- titulado 'Los orígenes de la Inquisición en España del siglo XV'.

La obra iba acompañada de una dedicatoria del primer ministro israelí: "A su Santidad el Papa Francisco, gran pastor de nuestra herencia común".

Según los periodistas israelíes, el jefe del Gobierno les explicó en el avión que les llevó juntos a Roma que su padre había defendido en el mencionado libro, publicado en 1995, la tesis de que los católicos defendieron a los judíos durante la Inquisición española.

Netanyahu acudió a El Vaticano en compañía de su esposa, Sara, sobriamente vestida de negro, y una delegación de una decena de personas, varias de ellas de alto rango del ejército israelí.

El encuentro entre Francisco y Netanyahu, según los periodistas presentes, se desarrolló en un ambiente serio.

En relación a la visita del Papa a Tierra Santa, Sara Netanyahu se despidió del Pontífice con un "le esperamos".

El Primer Ministro, Binyamin Netanyahu le pidió al Papa que actúe contra la bomba nuclear de Irán.

En su opinión, “La bomba amenaza con la aniquilación del pueblo judío en su tierra”.

Anoche, Netanyahu encendió las velas de Januca en la Gran Sinagoga del barrio judío de Roma, en el marco de su visita a Italia. Netanyahu llamó al Primer Ministro de Italia, Enrico Letta, un verdadero amigo de Israel, al decir: “Su compromiso con el bienestar y la seguridad de Israel son claros”.

El Primer Ministro agregó: “Existe una especial relación entre Jerusalén y Roma. No hay otras dos ciudades que tengan un significado tan profundo en la historia de nuestro pueblo y en nuestra cultura compartida. En esta noche, en esta festividad de Januca, tiene sentido nuestra visita a Roma. Aquí, en la Puerta de Tito, en la que se halla grabada la imagen del candelabro que fuera saqueada del Templo destruido, y llegara en la marcha de la victoria a Roma. Miles de años pasaron desde la destrucción del Templo en Jerusalén. El pueblo de Israel vive. El Estado de Israel es fuerte y efervescente. Y su símbolo es exactamente ese candelabro grabado en la Puerta de Tito. El candelabro y también la janukia, expresan el gran espíritu que une a nuestro pueblo”.

El Primer Ministro italiano afirmó que la comunidad judía, es la conciencia moral en nuestra tierra.

Fuente: Israel Today y El Mundo.es/islam en mar del plata

Bergoglismos: el léxico que impacta a todos

Bergoglismos: el léxico que impacta a todos
http://islammdp.blogspot.com/2013/12/bergoglismos-el-lexico-que-impacta-todos.html
1/12/13
Etiquetas: argentina, cristianismo

En su afán de utilizar un lenguaje llano y directo, el papa Francisco recurre a menudo a términos lunfardos o bien porteños, e incluso a neologismos que él mismo crea; L'Ossvervatore Romano se ocupa de explicárselos al mundo

Por Silvina Premat | LA NACION

"¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que el más revoltoso de mis alumnos iba a escribir en L'Osservatore Romano? De haberlo sabido, en una de esas, no te mandaba a rendir examen...", le dijo Jorge Bergoglio al santafecino Jorge Milia. "¿Quién podía decirme, hace cincuenta años, que iba a ser recibido por un papa neologista, que reinventa el latín, el español, el italiano...?", retrucó aFrancisco su ex alumno.

El diálogo sucedió durante un encuentro que mantuvieron los dos amigos en el Vaticano hace poco más de dos meses. Allí el papa Francisco elogió los comentarios de Milia, publicados por el L' Osservatore Romano, sobre sus argentinismos y neologismos. En cuanto asumió el pontificado, Francisco sorprendió con sus gestos y también con sus palabras. No sólo invitó a obispos y sacerdotes a "ser pastores con olor a oveja", sino que también comenzó a usar términos casi propios del lunfardo, del lenguaje popular porteño y de neologismos inventados a propósito de algo que quería acentuar. Cuando Francisco habló de "primerear", sobre todo en el Vaticano muchos se preguntaron qué quería decir. Entonces, Milia escribió el primero de sus artículos para el blog Terre d' America , que lidera Alver Metalli. "Tuvo tanta repercusión que me pidieron que continuara escribiendo sobre lo que llamaron bergoglismos y luego los comenzó a publicar L'Osservatore", cuenta Milia, autor del libro De la edad feliz , publicado en 2006 con prólogo de Bergoglio.

A la lista de términos comentados por él -que incluye las expresiones "primerear", "balconear", "ningunear", "pasarse de rosca", "pescar una idea", "hacer lío", "empacharse" y "misericordiar"-, se podrían sumar muchos otros como "rosquear", "sacar el cuero", tener "cara de vinagre", "salir de la cueva" o cuidarse de los "mercachifles". Consideradas como "la jerga de Bergoglio" o comobergoglismos , las expresiones del Papa provocan dolores de cabeza a los traductores y asombran a todos, excepto a quienes ya lo conocían.

Fueron repetidas las veces que Bergoglio pidió disculpas por pronunciar un término de tono vulgar o popular. Un ejemplo: en la homilía de la misa por la educación que celebró en abril de 2009 y en la que denunció que la droga se vendía en las puertas de los colegios, dijo: "(...) Tenemos que defender la cría, perdonen la palabra, y a veces este mundo de las tinieblas nos hace olvidar de ese instinto de defender la cría". Por eso, el padre Javier Klajner, responsable de la pastoral de la juventud de la arquidiócesis de la ciudad de Buenos Aires, afirmó a LA NACION: "Mucho de lo que dice el Papa, sus expresiones y sus modos, nosotros lo vivíamos como una realidad". Y recordó que el ex arzobispo porteño describía a la Virgen como una mujer callejera. "Ustedes tienen que ser como ella, una mujer callejera y estar en la calle", les decía a los sacerdotes.

"Los bergoglianismos son como la síntesis de una catequesis ciento por ciento argentina que el Papa está exportando, está llevando al mundo, y no por fervor localista, sino por fervor misionero", planteó a LA NACION Virginia Bonard compiladora de Nuestra fe es revolucionaria , un libro con homilías y mensajes de Bergoglio en sus tiempos como arzobispo porteño. Bonard, que también participó del acompañamiento que hizo la Iglesia a los familiares de las víctimas del incendio de Cromagnon, en la que murieron 194 jóvenes, recordó: "En una misa por el aniversario de esa tragedia, Bergoglio llamó santuario al local Cromagnon. Eso es mucho más que un neologismo. Es considerar que una porción de la ciudad se santuarizó por el dolor vivido por los citadinos, como decía él a veces, en vez de ciudadanos". Y agregó: "El Papa dice que prefiere una Iglesia accidentada a una Iglesia enferma. Y él también. Es evidente que prefiere accidentarse en el uso de la palabra y los gestos que quedarse con algo en el buche".

Aquí publicamos algunas de las expresiones que despiertan curiosidad en el mundo y a las que en breve se sumarían otras como el "chamuyo de Dios", según anticipó Milia:

Primerear
"El Señor nos primerea, nos está esperando. pecas y te está esperando para perdonarte."

Cuando en Buenos Aires alguien lo escuchaba hablar de "primerear" y lo interrogaba sobre el origen del término, Jorge Bergoglio explicaba que provenía del lenguaje futbolístico porteño. Expresa la acción de llegar antes, ganar de mano a otro o tomar la iniciativa, y fue incorporado por Francisco en su primera exhortación apostólica, que dio a conocer esta semana.

Balconear
"No balconeen la vida. métanse en ella, como hizo jesús."

En uno de sus artículos, Milia explica que en el lunfardo porteño "balconear" quiere decir mirar desde el balcón como un espectador de los demás sin participar de lo que sucede. El ex alumno de Bergoglio recuerda que, en su adolescencia, participaban de una procesión de Corpus Christi por el centro de la ciudad. "Era típico ver muchos balconeros. Personas que se dedicaban a saludar a los procesionantes y hacer comentarios entre ellos", narra. Y agrega: "Y Bergoglio nos señalaba la situación y nos invitaba a no balconear la fe. El cristiano es un protagonista, no un espectador".

Pasarse de rosca
"¡esta civilización mundial se pasó de rosca! (...) porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos: los jóvenes y los ancianos."

La alusión al "pasarse de rosca" encuentra su explicación en la mecánica, cuando una tuerca se ajusta más de lo debido, se rompe y gira en falso. Y también se usa para decir que alguien transgredió un límite o es vencido por la ansiedad. "Poco importa que la expresión se use para hablar de la droga o del alcohol, que no es demasiado diferente de abusar del poder, del dinero o de las influencias. El resultado es el mismo: ya no ve la realidad, ya no la «agarra» tal como es, la distorsiona exagerándola o la envilece mortificándola", dice Milia.

Hacer lío
"¿Qué espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío (...) quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle (...)."

Para los argentinos "hacer lío" implica provocar alboroto, desorden, interrupciones, gritos y, como el mismo Francisco dijo: salir de lo preestablecido. Interpreta Milia que no siempre se usa para algo positivo como lo hace el Papa. Por eso, "asombra que todos, más allá de la inevitable instrumentalización política, están seguros de haber comprendido, precisamente por la fuerza y la expresividad de la frase, su significado positivo. Lo dijo el Papa , agregan. Y, por lo tanto, está claro. Por eso la expresión está cambiando de sentido. Es más, ya lo hizo. Más que cambiar, podemos decir que el Papa Francisco la ha transfigurado".

Ningunear
"No ninguneen al que sufre, al que no consigue trabajo o no tiene dinero."

Se "ningunea" a alguien cuando se lo subestima, se lo ignora. El Papa les pidió a los jóvenes que "no se dejen ningunear, vivan la fe" y también que "no ninguneen al que sufre". Al conmemorar su pasado compartido con Bergoglio, Milia comenta: "En aquellos días de colegio no importaba si esa recomendación apuntaba a otro profesor, a algunos compañeros que se suponían mejores que los demás, o a un desesperado amor juvenil que dándonos calabazas nos había hundido en la desesperanza".

Pescar una idea
"Para que vaya pescando lo que piensan los obispos."

Usar el verbo pescar como sinónimo de comprender es propio del lunfardo porteño. El Papa usó esta expresión en su diálogo con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando le obsequió el documento producido por la cumbre de obispos latinoamericanos en Aparecida, Brasil, en 2007.

Misericordiando
"Déjate misericordiar."

El Papa se permitió inventar un verbo luego de constatar las dificultades presentadas para traducir su lema: "Miserando atque eligendo". El lema se refiere a la elección que hizo Jesús de Mateo, un cobrador de impuestos, y se traduce como "lo miró con misericordia y lo eligió" o "amándolo lo eligió". Al ser interrogado por Milia sobre esto, Francisco explicó: "El gerundio latino miserando es intraducible en italiano y en español. A mí se me ocurrió traducirlo con otro gerundio que no existe: Misericordiando". Monseñor Víctor Manuel Fernández, al comentar la invitación de Bergoglio a dejarse "misericordiar", explica: "Invita a las personas que se llenan de culpas y escrúpulos a dejarse perdonar y envolver por la ternura del Padre Dios".

Tuesday, September 9, 2014

Un análisis sociológico de Francisco

Un análisis sociológico de Francisco
http://islammdp.blogspot.com/2013/12/un-analisis-sociologico-de-francisco.html
13/12/13
Etiquetas: cristianismo

El mensaje se refirió a la falta de fraternidad que pone en peligro la paz, desde el individualismo y el consumismo hasta la explotación laboral, la prostitución, la trata de seres humanos y la especulación financiera.

Por Elena Llorente

Desde Roma

Más que un texto de un jefe de la Iglesia, como los que hacían sus predecesores, el mensaje del papa Francisco para la XLVII Jornada Mundial de la Paz que se celebra el primero de enero de cada año y que fue difundido ayer por el Vaticano, es un verdadero análisis sociológico sobre la fraternidad y las implicaciones a nivel económico, político y social que su existencia, o la falta de ella, pueden acarrear en cualquier sociedad, no importa en qué continente se encuentre o en qué hemisferio. El mensaje se refirió a todas la situaciones existentes en el mundo que demuestran falta de fraternidad y que ponen en peligro la paz, desde cuestiones aparentemente personales como el individualismo y el consumismo, hasta otras más sociales como la explotación laboral, la prostitución, la trata de seres humanos, la especulación financiera, las crisis económica, las guerras y los armamentos.

“Sin la fraternidad es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera”, escribió Francisco, porque la fraternidad es el fundamento y el camino para la paz, pero también la premisa para vencer la pobreza. “Todas las naciones de la tierra forman una unidad y comparten un destino común”, subrayó. Pero hoy, con la “globalización de la indiferencia” que poco a poco nos habitúa al sufrimiento del otro, parece difícil poder creer en ese destino común, dijo. Según el pontífice, la falta de fraternidad lleva a fenómenos como “la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos”, a “las guerras hechas de enfrentamientos armados a las que se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas”. También lleva a “las numerosas situaciones de desigualdad, de pobreza y de injusticia”. “Las nuevas ideologías, caracterizadas por un difuso individualismo, egocentrismo y consumismo materialista, debilitan los lazos sociales, fomentando esa mentalidad del ‘descarte’, que lleva al desprecio y al abandono de los más débiles, de cuantos son considerados inútiles.” Por eso el Papa, recordando algunas encíclicas de sus predecesores, habla más adelante de que “la fraternidad es el fundamento y el camino para la paz” y “la premisa para vencer la pobreza”.

Si bien el mundo ha verificado una reducción de la pobreza absoluta, indicó, ha habido un “grave aumento de la pobreza relativa, es decir, de las desigualdades entre personas y grupos que conviven en una determinada región o en un determinado contexto histórico-cultural”. Para corregir esto se necesitan “políticas eficaces que promuevan el principio de la fraternidad, asegurando a las personas –iguales en su dignidad y en sus derechos fundamentales– el acceso a los “capitales”, a los servicios, a los recursos educativos, sanitarios, tecnológicos, de modo que todos tengan la oportunidad de expresar y realizar su proyecto de vida, escribió”. “También se necesitan políticas dirigidas a atenuar una excesiva desigualdad de la renta”, añadió.

El Papa también habló de la necesidad de “redescubrir” la fraternidad en la economía, porque “las graves crisis financieras y económicas –que tienen su origen en el progresivo alejamiento del hombre de Dios y del prójimo, en la búsqueda insaciable de bienes materiales, por un lado, y en el empobrecimiento de las relaciones interpersonales y comunitarias, por otro– han llevado a muchos a buscar el bienestar, la felicidad y la seguridad en el consumo y la ganancia más allá de la lógica de una economía sana”. Y agregó: “El hecho de que las crisis económicas se sucedan una detrás de otra debería llevarnos a las oportunas revisiones de los modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida”. Francisco no dejó de mencionar la crisis económica que ha afectado fundamentalmente al mundo occidental desde 2008. “La crisis actual, con graves consecuencias para la vida de las personas, puede ser, sin embargo, una ocasión propicia para recuperar las virtudes de la prudencia, de la templanza, de la justicia y de la fortaleza”, indicó.

El papa Francisco también cree que la fraternidad extingue la guerra. “Muchos son los conflictos armados que se producen en medio de la indiferencia general. A todos cuantos viven en tierras donde las armas imponen terror y destrucción, les aseguro mi cercanía personal y la de toda la Iglesia.” Y a los que esparcen guerras le dirigió una “encarecida” exhortación: “Redescubran, en quien hoy consideran sólo un enemigo para exterminar, a su hermano y no alcen su mano contra él. Renuncien a la vía de las armas y vayan al encuentro del otro con el diálogo, el perdón y la reconciliación para reconstruir a su alrededor la justicia, la confianza y la esperanza”, dijo, haciendo además, en tácita alusión al caso sirio, pero también al de algunas potencias occidentales, un llamamiento a la “no proliferación de las armas y al desarme, de parte de todos, comenzando por el desarme nuclear y químico”.

Los acuerdos internacionales ni las leyes nacionales son suficientes, “aunque si necesarias y altamente deseables” para “proteger a la humanidad de los conflictos armados. “Se necesita una conversión de los corazones que permita a cada uno reconocer en el otro un hermano de quien preocuparse, con quien colaborar para construir una vida plena para todos”, escribió Francisco.

El Papa también tuvo palabras de condena para los que lucran con la droga, con la devastación de los recursos naturales y la contaminación. “Pienso en la tragedia de la explotación laboral; pienso en el blanqueo ilícito de dinero así como en la especulación financiera, que a menudo asume rasgos perjudiciales y demoledores para enteros sistemas económicos y sociales, exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres ; pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desa-tendida de los emigrantes.”

Y por último, se refirió a la naturaleza y se preguntó cómo se usan en el mundo los recursos de la tierra y la producción de alimentos. “Es de sobra sabido que la producción actual es suficiente y, sin embargo, millones de personas sufren y mueren de hambre, y eso constituye un verdadero escándalo. Es necesario encontrar los modos para que todos se puedan beneficiar de los frutos de la tierra”, enfatizó, recordando a todos el “necesario destino universal de los bienes, que es uno de los principios clave de la Doctrina Social de la Iglesia”

Página 12

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA XLVII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA XLVII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ
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13/12/13
Etiquetas: cristianismo


MENSAJE DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA
XLVII JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ

1 DE ENERO DE 2014

LA FRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ

1. En este mi primer Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, quisiera desear a todos, a las personas y a los pueblos, una vida llena de alegría y de esperanza. El corazón de todo hombre y de toda mujer alberga en su interior el deseo de una vida plena, de la que forma parte un anhelo indeleble de fraternidad, que nos invita a la comunión con los otros, en los que encontramos no enemigos o contrincantes, sino hermanos a los que acoger y querer.

De hecho, la fraternidad es una dimensión esencial del hombre, que es un ser relacional. La viva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar a cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera. Y es necesario recordar que normalmente la fraternidad se empieza a aprender en el seno de la familia, sobre todo gracias a las responsabilidades complementarias de cada uno de sus miembros, en particular del padre y de la madre. La familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor.

El número cada vez mayor de interdependencias y de comunicaciones que se entrecruzan en nuestro planeta hace más palpable la conciencia de que todas las naciones de la tierra forman una unidad y comparten un destino común. En los dinamismos de la historia, a pesar de la diversidad de etnias, sociedades y culturas, vemos sembrada la vocación de formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros. Sin embargo, a menudo los hechos, en un mundo caracterizado por la “globalización de la indiferencia”, que poco a poco nos “habitúa” al sufrimiento del otro, cerrándonos en nosotros mismos, contradicen y desmienten esa vocación.

En muchas partes del mundo, continuamente se lesionan gravemente los derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida y a la libertad religiosa. El trágico fenómeno de la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos, representa un ejemplo inquietante. A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas.

La globalización, como ha afirmado Benedicto XVI, nos acerca a los demás, pero no nos hace hermanos[1]. Además, las numerosas situaciones de desigualdad, de pobreza y de injusticia revelan no sólo una profunda falta de fraternidad, sino también la ausencia de una cultura de la solidaridad. Las nuevas ideologías, caracterizadas por un difuso individualismo, egocentrismo y consumismo materialista, debilitan los lazos sociales, fomentando esa mentalidad del “descarte”, que lleva al desprecio y al abandono de los más débiles, de cuantos son considerados “inútiles”. Así la convivencia humana se parece cada vez más a un mero do ut des pragmático y egoísta.

Al mismo tiempo, es claro que tampoco las éticas contemporáneas son capaces de generar vínculos auténticos de fraternidad, ya que una fraternidad privada de la referencia a un Padre común, como fundamento último, no logra subsistir[2]. Una verdadera fraternidad entre los hombres supone y requiere una paternidad trascendente. A partir del reconocimiento de esta paternidad, se consolida la fraternidad entre los hombres, es decir, ese hacerse «prójimo» que se preocupa por el otro.

«¿Dónde está tu hermano?» (Gn4,9)

2. Para comprender mejor esta vocación del hombre a la fraternidad, para conocer más adecuadamente los obstáculos que se interponen en su realización y descubrir los caminos para superarlos, es fundamental dejarse guiar por el conocimiento del designio de Dios, que nos presenta luminosamente la Sagrada Escritura.

Según el relato de los orígenes, todos los hombres proceden de unos padres comunes, de Adán y Eva, pareja creada por Dios a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26), de los cuales nacen Caín y Abel. En la historia de la primera familia leemos la génesis de la sociedad, la evolución de las relaciones entre las personas y los pueblos.

Abel es pastor, Caín es labrador. Su identidad profunda y, a la vez, su vocación, es ser hermanos, en la diversidad de su actividad y cultura, de su modo de relacionarse con Dios y con la creación. Pero el asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación a ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4,1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros. Caín, al no aceptar la predilección de Dios por Abel, que le ofrecía lo mejor de su rebaño –«el Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se fijó en Caín ni en su ofrenda» (Gn 4,4-5)–, mata a Abel por envidia. De esta manera, se niega a reconocerlo como hermano, a relacionarse positivamente con él, a vivir ante Dios asumiendo sus responsabilidades de cuidar y proteger al otro. A la pregunta «¿Dónde está tu hermano?», con la que Dios interpela a Caín pidiéndole cuentas por lo que ha hecho, él responde: «No lo sé; ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?» (Gn4,9). Después –nos dice el Génesis–«Caín salió de la presencia del Señor» (4,16).

Hemos de preguntarnos por los motivos profundos que han llevado a Caín a dejar de lado el vínculo de fraternidad y, junto con él, el vínculo de reciprocidad y de comunión que lo unía a su hermano Abel. Dios mismo denuncia y recrimina a Caín su connivencia con el mal: «El pecado acecha a la puerta» (Gn 4,7). No obstante, Caín no lucha contra el mal y decide igualmente alzar la mano «contra su hermano Abel» (Gn 4,8), rechazando el proyecto de Dios. Frustra así su vocación originaria de ser hijo de Dios y a vivir la fraternidad.

El relato de Caín y Abel nos enseña que la humanidad lleva inscrita en sí una vocación a la fraternidad, pero también la dramática posibilidad de su traición. Da testimonio de ello el egoísmo cotidiano, que está en el fondo de tantas guerras e injusticias: muchos hombres y mujeres mueren a manos de hermanos y hermanas que no saben reconocerse como tales, es decir, como seres hechos para la reciprocidad, para la comunión y para el don.

«Y todos ustedes son hermanos» (Mt 23,8)

3. Surge espontánea la pregunta: ¿los hombres y las mujeres de este mundo podrán corresponder alguna vez plenamente al anhelo de fraternidad, que Dios Padre imprimió en ellos? ¿Conseguirán, sólo con sus fuerzas, vencer la indiferencia, el egoísmo y el odio, y aceptar las legítimas diferencias que caracterizan a los hermanos y hermanas?

Parafraseando sus palabras, podríamos sintetizar así la respuesta que nos da el Señor Jesús: Ya que hay un solo Padre, que es Dios, todos ustedes son hermanos (cf. Mt 23,8-9). La fraternidad está enraizada en la paternidad de Dios. No se trata de una paternidad genérica, indiferenciada e históricamente ineficaz, sino de un amor personal, puntual y extraordinariamente concreto de Dios por cada ser humano (cf. Mt 6,25-30). Una paternidad, por tanto, que genera eficazmente fraternidad, porque el amor de Dios, cuando es acogido, se convierte en el agente más asombroso de transformación de la existencia y de las relaciones con los otros, abriendo a los hombres a la solidaridad y a la reciprocidad.

Sobre todo, la fraternidad humana ha sido regenerada en y por Jesucristo con su muerte y resurrección. La cruz es el “lugar” definitivo donde se funda la fraternidad, que los hombres no son capaces de generar por sí mismos. Jesucristo, que ha asumido la naturaleza humana para redimirla, amando al Padre hasta la muerte, y una muerte de cruz (cf. Flp 2,8), mediante su resurrección nos constituye en humanidad nueva, en total comunión con la voluntad de Dios, con su proyecto, que comprende la plena realización de la vocación a la fraternidad.

Jesús asume desde el principio el proyecto de Dios, concediéndole el primado sobre todas las cosas. Pero Cristo, con su abandono a la muerte por amor al Padre, se convierte en principio nuevo y definitivo para todos nosotros, llamados a reconocernos hermanos en Él, hijos del mismo Padre. Él es la misma Alianza, el lugar personal de la reconciliación del hombre con Dios y de los hermanos entre sí. En la muerte en cruz de Jesús también queda superada la separaciónentre pueblos, entre el pueblo de la Alianza y el pueblo de los Gentiles, privado de esperanza porque hasta aquel momento era ajeno a los pactos de la Promesa. Como leemos en la Carta a los Efesios, Jesucristo reconcilia en sí a todos los hombres. Él es la paz, porque de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando el muro de separación que los dividía, la enemistad. Él ha creado en sí mismo un solo pueblo, un solo hombre nuevo, una sola humanidad (cf. 2,14-16).

Quien acepta la vida de Cristo y vive en Él reconoce a Dios como Padre y se entrega totalmente a Él, amándolo sobre todas las cosas. El hombre reconciliado ve en Dios al Padre de todos y, en consecuencia, siente el llamado a vivir una fraternidad abierta a todos. En Cristo, el otro es aceptado y amado como hijo o hija de Dios, como hermano o hermana, no como un extraño, y menos aún como un contrincante o un enemigo. En la familia de Dios, donde todos son hijos de un mismo Padre, y todos están injertados en Cristo, hijos en el Hijo, no hay “vidas descartables”.

Todos gozan de igual e intangible dignidad. Todos son amados por Dios, todos han sido rescatados por la sangre de Cristo, muerto en cruz y resucitado por cada uno. Ésta es la razón por la que no podemos quedarnos indiferentes ante la suerte de los hermanos.

La fraternidad, fundamento y camino para la paz

4. Teniendo en cuenta todo esto, es fácil comprender que la fraternidad es fundamento y camino para la paz. Las Encíclicas sociales de mis Predecesores aportan una valiosa ayuda en este sentido. Bastaría recuperar las definiciones de paz de la Populorum progressio de Pablo VI o de la Sollicitudo rei socialis de Juan Pablo II. En la primera, encontramos que el desarrollo integral de los pueblos es el nuevo nombre de la paz[3]. En la segunda, que la paz esopus solidaritatis[4].

Pablo VI afirma que no sólo entre las personas, sino también entre las naciones, debe reinar un espíritu de fraternidad. Y explica: «En esta comprensión y amistad mutuas, en esta comunión sagrada, debemos […] actuar a una para edificar el porvenir común de la humanidad»[5]. Este deber concierne en primer lugar a los más favorecidos. Sus obligaciones hunden sus raíces en la fraternidad humana y sobrenatural, y se presentan bajo un triple aspecto: eldeber de solidaridad, que exige que las naciones ricas ayuden a los países menos desarrollados; el deber de justicia social, que requiere el cumplimiento en términos más correctos de las relaciones defectuosas entre pueblos fuertes y pueblos débiles; el deber de caridad universal, que implica la promoción de un mundo más humano para todos, en donde todos tengan algo que dar y recibir, sin que el progreso de unos sea un obstáculo para el desarrollo de los otros[6].

Asimismo, si se considera la paz como opus solidaritatis, no se puede soslayar que la fraternidad es su principal fundamento. La paz –afirma Juan Pablo II– es un bien indivisible. O es de todos o no es de nadie. Sólo es posible alcanzarla realmente y gozar de ella, como mejor calidad de vida y como desarrollo más humano y sostenible, si se asume en la práctica, por parte de todos, una «determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común»[7]. Lo cual implica no dejarse llevar por el «afán de ganancia» o por la «sed de poder». Es necesario estar dispuestos a «‘perderse’ por el otro en lugar de explotarlo, y a ‘servirlo’en lugar de oprimirlo para el propio provecho. […] El ‘otro’ –persona, pueblo o nación– no [puede ser considerado] como un instrumento cualquiera para explotar a bajo coste su capacidad de trabajo y resistencia física, abandonándolo cuando ya no sirve, sino como un ‘semejante’ nuestro, una ‘ayuda’»[8].

La solidaridad cristiana entraña que el prójimo sea amado no sólo como «un ser humano con sus derechos y su igualdad fundamental con todos», sino como «la imagen viva de Dios Padre, rescatada por la sangre de Jesucristo y puesta bajo la acción permanente del Espíritu Santo»[9], como un hermano.«Entonces la conciencia de la paternidad común de Dios, de la hermandad de todos los hombres en Cristo, ‘hijos en el Hijo’, de la presencia y acción vivificadora del Espíritu Santo, conferirá –recuerda Juan Pablo II– a nuestra mirada sobre el mundo un nuevo criteriopara interpretarlo»[10], para transformarlo.

La fraternidad, premisa para vencer la pobreza

5. En la Caritas in veritate, mi Predecesor recordaba al mundo entero que la falta de fraternidad entre los pueblos y entre los hombres es una causa importante de la pobreza[11]. En muchas sociedades experimentamos una profundapobreza relacional debida a la carencia de sólidas relaciones familiares y comunitarias. Asistimos con preocupación al crecimiento de distintos tipos de descontento, de marginación, de soledad y a variadas formas de dependencia patológica. Una pobreza como ésta sólo puede ser superada redescubriendo y valorando las relaciones fraternas en el seno de las familias y de las comunidades, compartiendo las alegrías y los sufrimientos, las dificultades y los logros que forman parte de la vida de las personas.

Además, si por una parte se da una reducción de la pobreza absoluta, por otra parte no podemos dejar de reconocer un grave aumento de la pobreza relativa, es decir, de las desigualdades entre personas y grupos que conviven en una determinada región o en un determinado contexto histórico-cultural. En este sentido, se necesitan también políticas eficaces que promuevan el principio de la fraternidad, asegurando a las personas –iguales en su dignidad y en sus derechos fundamentales– el acceso a los «capitales», a los servicios, a los recursos educativos, sanitarios, tecnológicos, de modo que todos tengan la oportunidad de expresar y realizar su proyecto de vida, y puedan desarrollarse plenamente como personas.

También se necesitan políticas dirigidas a atenuar una excesiva desigualdad de la renta. No podemos olvidar la enseñanza de la Iglesia sobre la llamada hipoteca social, según la cual, aunque es lícito, como dice Santo Tomás de Aquino, e incluso necesario, «que el hombre posea cosas propias»[12], en cuanto al uso, no las tiene «como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás»[13].

Finalmente, hay una forma más de promover la fraternidad –y así vencer la pobreza– que debe estar en el fondo de todas las demás. Es el desprendimiento de quien elige vivir estilos de vida sobrios y esenciales, de quien, compartiendo las propias riquezas, consigue así experimentar la comunión fraterna con los otros. Esto es fundamental para seguir a Jesucristo y ser auténticamente cristianos. No se trata sólo de personas consagradas que hacen profesión del voto de pobreza, sino también de muchas familias y ciudadanos responsables, que creen firmemente que la relación fraterna con el prójimo constituye el bien más preciado.

El redescubrimiento de la fraternidad en la economía

6. Las graves crisis financieras y económicas –que tienen su origen en el progresivo alejamiento del hombre de Dios y del prójimo, en la búsqueda insaciable de bienes materiales, por un lado, y en el empobrecimiento de las relaciones interpersonales y comunitarias, por otro– han llevado a muchos a buscar el bienestar, la felicidad y la seguridad en el consumo y la ganancia más allá de la lógica de una economía sana. Ya en 1979 Juan Pablo II advertía del «peligro real y perceptible de que, mientras avanza enormemente el dominio por parte del hombre sobre el mundo de las cosas, pierda los hilos esenciales de este dominio suyo, y de diversos modos su humanidad quede sometida a ese mundo, y él mismo se haga objeto de múltiple manipulación, aunque a veces no directamente perceptible, a través de toda la organización de la vida comunitaria, a través del sistema de producción, a través de la presión de los medios de comunicación social»[14].

El hecho de que las crisis económicas se sucedan una detrás de otra debería llevarnos a las oportunas revisiones de los modelos de desarrollo económico y a un cambio en los estilos de vida. La crisis actual, con graves consecuencias para la vida de las personas, puede ser, sin embargo, una ocasión propicia para recuperar las virtudes de la prudencia, de la templanza, de la justicia y de la fortaleza. Estas virtudes nos pueden ayudar a superar los momentos difíciles y a redescubrir los vínculos fraternos que nos unen unos a otros, con la profunda confianza de que el hombre tiene necesidad y es capaz de algo más que desarrollar al máximo su interés individual. Sobre todo, estas virtudes son necesarias para construir y mantener una sociedad a medida de la dignidad humana.

La fraternidad extingue la guerra

7. Durante este último año, muchos de nuestros hermanos y hermanas han sufrido la experiencia denigrante de la guerra, que constituye una grave y profunda herida infligida a la fraternidad.

Muchos son los conflictos armados que se producen en medio de la indiferencia general. A todos cuantos viven en tierras donde las armas imponen terror y destrucción, les aseguro mi cercanía personal y la de toda la Iglesia. Ésta tiene la misión de llevar la caridad de Cristo también a las víctimas inermes de las guerras olvidadas, mediante la oración por la paz, el servicio a los heridos, a los que pasan hambre, a los desplazados, a los refugiados y a cuantos viven con miedo. Además la Iglesia alza su voz para hacer llegar a los responsables el grito de dolor de esta humanidad sufriente y para hacer cesar, junto a las hostilidades, cualquier atropello o violación de los derechos fundamentales del hombre[15].

Por este motivo, deseo dirigir una encarecida exhortación a cuantos siembran violencia y muerte con las armas: Redescubran, en quien hoy consideran sólo un enemigo al que exterminar, a su hermano y no alcen su mano contra él. Renuncien a la vía de las armas y vayan al encuentro del otro con el diálogo, el perdón y la reconciliación para reconstruir a su alrededor la justicia, la confianza y la esperanza. «En esta perspectiva, parece claro que en la vida de los pueblos los conflictos armados constituyen siempre la deliberada negación de toda posible concordia internacional, creando divisiones profundas y heridas lacerantes que requieren muchos años para cicatrizar. Las guerras constituyen el rechazo práctico al compromiso por alcanzar esas grandes metas económicas y sociales que la comunidad internacional se ha fijado»[16].

Sin embargo, mientras haya una cantidad tan grande de armamentos en circulación como hoy en día, siempre se podrán encontrar nuevos pretextos para iniciar las hostilidades. Por eso, hago mío el llamamiento de mis Predecesores a la no proliferación de las armas y al desarme de parte de todos, comenzando por el desarme nuclear y químico.

No podemos dejar de constatar que los acuerdos internacionales y las leyes nacionales, aunque son necesarias y altamente deseables, no son suficientes por sí solas para proteger a la humanidad del riesgo de los conflictos armados. Se necesita una conversión de los corazones que permita a cada uno reconocer en el otro un hermano del que preocuparse, con el que colaborar para construir una vida plena para todos. Éste es el espíritu que anima muchas iniciativas de la sociedad civil a favor de la paz, entre las que se encuentran las de las organizaciones religiosas. Espero que el empeño cotidiano de todos siga dando fruto y que se pueda lograr también la efectiva aplicación en el derecho internacional del derecho a la paz, como un derecho humano fundamental, pre-condición necesaria para el ejercicio de todos los otros derechos.

La corrupción y el crimen organizado se oponen a la fraternidad

8. El horizonte de la fraternidad prevé el desarrollo integral de todo hombre y mujer. Las justas ambiciones de una persona, sobre todo si es joven, no se pueden frustrar y ultrajar, no se puede defraudar la esperanza de poder realizarlas. Sin embargo, no podemos confundir la ambición con la prevaricación. Al contrario, debemos competir en la estima mutua (cf. Rm 12,10). También en las disputas, que constituyen un aspecto ineludible de la vida, es necesario recordar que somos hermanos y, por eso mismo, educar y educarse en no considerar al prójimo un enemigo o un adversario al que eliminar.

La fraternidad genera paz social, porque crea un equilibrio entre libertad y justicia, entre responsabilidad personal y solidaridad, entre el bien de los individuos y el bien común. Y una comunidad política debe favorecer todo esto con trasparencia y responsabilidad. Los ciudadanos deben sentirse representados por los poderes públicos sin menoscabo de su libertad. En cambio, a menudo, entre ciudadano e instituciones, se infiltran intereses de parte que deforman su relación, propiciando la creación de un clima perenne de conflicto.

Un auténtico espíritu de fraternidad vence el egoísmo individual que impide que las personas puedan vivir en libertad y armonía entre sí. Ese egoísmo se desarrolla socialmente tanto en las múltiples formas de corrupción, hoy tan capilarmente difundidas, como en la formación de las organizaciones criminales, desde los grupos pequeños a aquellos que operan a escala global, que, minando profundamente la legalidad y la justicia, hieren el corazón de la dignidad de la persona. Estas organizaciones ofenden gravemente a Dios, perjudican a los hermanos y dañan a la creación, más todavía cuando tienen connotaciones religiosas.

Pienso en el drama lacerante de la droga, con la que algunos se lucran despreciando las leyes morales y civiles, en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación, en la tragedia de la explotación laboral; pienso en el blanqueo ilícito de dinero así como en la especulación financiera, que a menudo asume rasgos perjudiciales y demoledores para enteros sistemas económicos y sociales, exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres; pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad. Juan XXIII escribió al respecto: «Una sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza ha de calificarse de inhumana. En ella, efectivamente, los hombres se ven privados de su libertad, en vez de sentirse estimulados, por el contrario, al progreso de la vida y al propio perfeccionamiento»[17]. Sin embargo, el hombre se puede convertir y nunca se puede excluir la posibilidad de que cambie de vida. Me gustaría que esto fuese un mensaje de confianza para todos, también para aquellos que han cometido crímenes atroces, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (cf. Ez 18,23).

En el contexto amplio del carácter social del hombre, por lo que se refiere al delito y a la pena, también hemos de pensar en las condiciones inhumanas de muchas cárceles, donde el recluso a menudo queda reducido a un estado infrahumano y humillado en su dignidad humana, impedido también de cualquier voluntad y expresión de redención. La Iglesia hace mucho en todos estos ámbitos, la mayor parte de las veces en silencio. Exhorto y animo a hacer cada vez más, con la esperanza de que dichas iniciativas, llevadas a cabo por muchos hombres y mujeres audaces, sean cada vez más apoyadas leal y honestamente también por los poderes civiles.

La fraternidad ayuda a proteger y a cultivar la naturaleza

9. La familia humana ha recibido del Creador un don en común: la naturaleza. La visión cristiana de la creación conlleva un juicio positivo sobre la licitud de las intervenciones en la naturaleza para sacar provecho de ello, a condición de obrar responsablemente, es decir, acatando aquella “gramática” que está inscrita en ella y usando sabiamente los recursos en beneficio de todos, respetando la belleza, la finalidad y la utilidad de todos los seres vivos y su función en el ecosistema. En definitiva, la naturaleza está a nuestra disposición, y nosotros estamos llamados a administrarla responsablemente. En cambio, a menudo nos dejamos llevar por la codicia, por la soberbia del dominar, del tener, del manipular, del explotar; no custodiamos la naturaleza, no la respetamos, no la consideramos un don gratuito que tenemos que cuidar y poner al servicio de los hermanos, también de las generaciones futuras.

En particular, el sector agrícola es el sector primario de producción con la vocación vital de cultivar y proteger los recursos naturales para alimentar a la humanidad. A este respecto, la persistente vergüenza del hambre en el mundo me lleva a compartir con ustedes la pregunta: ¿cómo usamos los recursos de la tierra? Las sociedades actuales deberían reflexionar sobre la jerarquía en las prioridades a las que se destina la producción. De hecho, es un deber de obligado cumplimiento que se utilicen los recursos de la tierra de modo que nadie pase hambre. Las iniciativas y las soluciones posibles son muchas y no se limitan al aumento de la producción. Es de sobra sabido que la producción actual es suficiente y, sin embargo, millones de personas sufren y mueren de hambre, y eso constituye un verdadero escándalo. Es necesario encontrar los modos para que todos se puedan beneficiar de los frutos de la tierra, no sólo para evitar que se amplíe la brecha entre quien más tiene y quien se tiene que conformar con las migajas, sino también, y sobre todo, por una exigencia de justicia, de equidad y de respeto hacia el ser humano. En este sentido, quisiera recordar a todos el necesario destino universal de los bienes, que es uno de los principios clave de la doctrina social de la Iglesia. Respetar este principio es la condición esencial para posibilitar un efectivo y justo acceso a los bienes básicos y primarios que todo hombre necesita y a los que tiene derecho.

Conclusión

10. La fraternidad tiene necesidad de ser descubierta, amada, experimentada, anunciada y testimoniada. Pero sólo el amor dado por Dios nos permite acoger y vivir plenamente la fraternidad.

El necesario realismo de la política y de la economía no puede reducirse a un tecnicismo privado de ideales, que ignora la dimensión trascendente del hombre. Cuando falta esta apertura a Dios, toda actividad humana se vuelve más pobre y las personas quedan reducidas a objetos de explotación. Sólo si aceptan moverse en el amplio espacio asegurado por esta apertura a Aquel que ama a cada hombre y a cada mujer, la política y la economía conseguirán estructurarse sobre la base de un auténtico espíritu de caridad fraterna y podrán ser instrumento eficaz de desarrollo humano integral y de paz.

Los cristianos creemos que en la Iglesia somos miembros los unos de los otros, que todos nos necesitamos unos a otros, porque a cada uno de nosotros se nos ha dado una gracia según la medida del don de Cristo, para la utilidad común (cf. Ef 4,7.25; 1 Co 12,7). Cristo ha venido al mundo para traernos la gracia divina, es decir, la posibilidad de participar en su vida. Esto lleva consigo tejer un entramado de relaciones fraternas, basadas en la reciprocidad, en el perdón, en el don total de sí, según la amplitud y la profundidad del amor de Dios, ofrecido a la humanidad por Aquel que, crucificado y resucitado, atrae a todos a sí: «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros; como yo les he amado, ámense también entre ustedes. La señal por la que conocerán todos que son discípulos míos será que se aman unos a otros» (Jn 13,34-35). Ésta es la buena noticia que reclama de cada uno de nosotros un paso adelante, un ejercicio perenne de empatía, de escucha del sufrimiento y de la esperanza del otro, también del más alejado de mí, poniéndonos en marcha por el camino exigente de aquel amor que se entrega y se gasta gratuitamente por el bien de cada hermano y hermana.

Cristo se dirige al hombre en su integridad y no desea que nadie se pierda. «Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él» (Jn 3,17). Lo hace sin forzar, sin obligar a nadie a abrirle las puertas de su corazón y de su mente. «El primero entre ustedes pórtese como el menor, y el que gobierna, como el que sirve» –dice Jesucristo–,«yo estoy en medio de ustedes como el que sirve» (Lc 22,26-27). Así pues, toda actividad debe distinguirse por una actitud de servicio a las personas, especialmente a las más lejanas y desconocidas. El servicio es el alma de esa fraternidad que edifica la paz.

Que María, la Madre de Jesús, nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los hombres en esta querida tierra nuestra.

Vaticano, 8 de diciembre de 2013.

FRANCISCO

[1] Cf. Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 19: AAS 101 (2009), 654-655.

[2] Cf. Francisco, Carta enc. Lumen fidei (29 junio 2013), 54: AAS 105 (2013), 591-592.

[3] Cf. Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 87: AAS 59 (1967), 299.

[4] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 39: AAS 80 (1988), 566-568.

[5] Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 43: AAS 59 (1967), 278-279.

[6] Cf. íbid., 44: AAS 59 (1967), 279.

[7] Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 38: AAS 80 (1988), 566.

[8] Íbid., 38-39: AAS 80 (1988), 566-567.

[9] Íbid., 40: AAS 80 (1988), 569.

[10] Íbid.

[11] Cf. Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 19: AAS 101 (2009), 654-655.

[12] Summa Theologiae II-II, q.66, art. 2.

[13] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 69. Cf. León XIII, Carta enc. Rerum novarum (15 mayo 1891), 19: ASS 23 (1890-1891), 651; Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis(30 diciembre 1987), 42: AAS 80 (1988), 573-574; Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 178.

[14] Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 16: AAS 61 (1979), 290.

[15] Cf. Pontificio Consejo «Justicia y Paz», Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 159.

[16] Francisco, Carta al Presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin (4 septiembre 2013): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (6 septiembre 2013), 1.

[17] Carta enc. Pacem in terris (11 abril 1963),34: AAS 55 (1963), 256.

Vaticano

Francisco: 'La ideología marxista es errónea, pero no me ofende que me acusen de ser marxista'

Francisco: 'La ideología marxista es errónea, pero no me ofende que me acusen de ser marxista'
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15/12/13
Etiquetas: cristianismo, marxismo

"Jamás tener miedo a la ternura"

La entrevista con papa Francisco sobre la Navidad, el hambre en el mundo, el sufrimiento de los niños, la reforma de la Curia, mujeres cardenales, IOR y el próximo viaje a Tierra Santa

ANDREA TORNIELLI (VATICAN INSIDER)

«La Navidad para mí es esperanza y ternura...». Francisco cuenta a “La Stampa” y a "Vatican Insider" su primera Navidad como Obispo de Roma. Casa Santa Marta, martes, 10 de diciembre, 12.50 hrs. El Papa nos recibe en un salón junto al refectorio. El encuentro duró una hora y media. En dos ocasiones, durante la conversación (al hablar sobre el sufrimiento inocente de los niños y sobre el hambre en el mundo), desapareció del rostro de Francisco la serenidad que todo el mundo conoce.

En la entrevista el Papa también habló sobre las relaciones con las demás confesiones cristianas y el «ecumenismo de la sangre» que une en la persecución, aludió a la situación del matrimonio y la familia (de la que se ocupará el próximo Sínodo), respondió a quienes lo han criticado en los Estados Unidos

(definiéndolo “marxista”) y también habló sobre la relación entre la Iglesia y la política.

¿Qué significa para usted la Navidad?

Es el encuentro con Jesús. Dios siempre ha buscado a su pueblo, lo ha guiado, lo ha custodiado, ha prometido que le estará siempre cerca. En el Libro del Deuteronomio leemos que Dios camina con nosotros, nos guía de la mano como un papá con su hijo. Esto es hermoso. La Navidad es el encuentro de Dios con su pueblo. Y también es una consolación, un misterio de consolación. Muchas veces, después de la misa de Nochebuena, pasé algunas horas solo, en la capilla, antes de celebrar la misa de la aurora, con un sentimiento de profunda consolación y paz. Recuerdo una vez aquí en Roma, creo que era la Navidad de 1974, en una noche de oración después de la misa en la residencia del Centro Astalli. Para mí la Navidad siempre ha sido esto: contemplar la visita de Dios a su pueblo.

¿Cuál es el mensaje de la Navidad para las personas de hoy?

Nos habla de la ternura y de la esperanza. Dios, al encontrarse con nosotros, nos dice dos cosas. La primera: tengan esperanza. Dios siempre abre las puertas, no las cierra nunca. Es el papá que nos abre las puertas. Segunda: no tengan miedo de la ternura. Cuando los cristianos se olvidan de la esperanza y de la ternura se vuelven una Iglesia fría, que no sabe dónde ir y se enreda en las ideologías, en las actitudes mundanas. Mientras la sencillez de Dios te dice: sigue adelante, yo soy un Padre que te acaricia. Tengo miedo cuando los cristianos pierden la esperanza y la capacidad de abrazar y acariciar. Tal vez por esto, viendo hacia el futuro, hablo a menudo sobre los niños y los ancianos, es decir los más indefensos. En mi vida como sacerdote, yendo a la parroquia, siempre traté de transmitir esta ternura, sobre todo a los niños y a los ancianos. Me hace bien, y pienso en la ternura que Dios tiene por nosotros.

¿Cómo es posible creer que Dios, considerado por las religiones como infinito y omnipotente, se haga tan pequeño?

Los Padres griegos la llamaban "synkatabasis", condescendencia divina. Dios que desciende y está con nosotros. Es uno de los misterios de Dios. En Belén, en el 2000, Juan Pablo II dijo que Dios se convirtió en un niño que dependía totalmente de los cuidados de un papá y de una mamá. Por esto la Navidad nos da tanta alegría. Ya no nos sentimos solos, Dios descendió para estar con nosotros. Jesús se hizo uno de nosotros y sufrió por nosotros el final más terrible en la cruz, el de un criminal.

A menudo se presenta la Navidad como una fábula de ensueño. Pero Dios nace en un mundo en el que también hay mucho sufrimiento y miseria…

Lo que leemos en los Evangelios es un anuncio de alegría. Los evangelistas describen una alegría. No hacen consideraciones sobre el mundo injusto, sobre cómo pudo nacer Dios en un mundo así. Todo esto es fruto de nuestra contemplación: los pobres, el niño que nace en la precariedad. La Navidad no fue una denuncia de la injusticia social, de la pobreza, sino un anuncio de alegría. Todo lo demás son conclusiones que sacamos nosotros. Algunas correctas, otras menos y otras más ideologizadas. La Navidad es alegría, alegría religiosa, alegría de Dios, interior, de luz, de paz. Cuando no se tiene la capacidad o se está en una situación humana que no te permite comprender esta alegría, se vive la fiesta con alegría mundana. Pero entre la alegría profunda y la alegría mundana hay mucha diferencia.

Es su primera Navidad como Obispo de Roma, en un mundo lleno de conflictos y guerras…

Dios nunca da un don a quien no es capaz de recibirlo. Si nos ofrece el don de la Navidad es porque todos tenemos la capacidad para comprenderlo y recibirlo. Todos, desde el más santo hasta el más pecador, desde el más limpio hasta el más corrupto. Incluso el corrupto tiene esta capacidad: pobrecito, la tiene un poco oxidada, pero la tiene. La Navidad en este tiempo de conflictos es un llamado de Dios, que nos da este don. ¿Queremos recibirlo o preferimos otros regalos? Esta Navidad en un mundo afectado por las guerras me hace pensar en la paciencia de Dios. La principal virtud de Dios, indicada en la Biblia, es que Él es amor. Él nos espera, no se cansa nunca de esperarnos. Él da el don y después nos espera. Esto sucede en la vida de cada uno de nosotros. Hay algunos que lo ignoran. Pero Dios es paciente y la paz, la serenidad de la noche de Navidad, es un reflejo de la paciencia de Dios hacia nosotros.

En enero se cumplen cincuenta años del histórico viaje de Pablo VI a la Tierra Santa. ¿Usted va a ir?

La Navidad siempre nos hace pensar en Belén, y Belén está en un punto preciso, en la Tierra Santa donde vivió Jesús. En la noche de Navidad pienso, sobre todo, en los cristianos que viven allí, en los que están en dificultades, en todos los que han tenido que abandonar esa tierra por diferentes problemas. Pero Belén sigue siendo Belén. Dios vino a un punto determinado, a una tierra determinada, apareció allí la ternura de Dios, la gracia de Dios. No podemos pensar en la Navidad sin pensar en la Tierra Santa. Hace cincuenta años, Pablo VI tuvo la valentía para salir e ir allá, y así empezó la época de los viajes papales. Yo también deseo ir, para encontrarme con mi hermano Bartolomeo, Patriarca de Constantinopla, y conmemorar con él este quincuagésimo aniversario renovando el abrazo de 1964 entre Papa Montini y Atenágoras en Jerusalén. Nos estamos preparando.

Usted ha estado en muchas ocasiones con niños gravemente enfermos. ¿Qué puede decir ante este sufrimiento inocente?

Para mí, Dostoyevski ha sido un maestro de vida, y su pregunta, explícita e implícita, siempre ha rondado mi corazón: ¿por qué sufren los niños? No hay explicación. Me viene esta imagen: en cierto momento de su vida, el niño se “despierta”; no entiende muchas cosas, se siente amenazado, empieza a hacer preguntas a su papá o a su mamá. Es la edad del “por qué”. Pero cuando el hijo pregunta, luego no escucha todo lo que le tienes que decir y te acorrala con nuevos “por qué”. Lo que busca, más que una explicación, es la mirada del papá que le da seguridad. Frente a un niño que sufre, la única oración que me viene es la oración del “por qué”. ¿Señor, por qué? Él no me explica nada, pero siento que está viéndome. Entonces puedo decir: “Tú sabes por qué, yo no lo sé y Tú no me lo dices, pero me ves y yo confío en Ti, Señor, confío en tu mirada”.

Al hablar sobre el sufrimiento de los niños, no se puede olvidar la tragedia de quienes sufren hambre.

Con la comida que dejamos y tiramos podríamos dar de comer a muchísima gente. Si lográramos no desperdiciar, reciclar la comida, el hambre en el mundo disminuiría mucho. Me impresionó leer una estadística que habla de 10 mil niños que mueren de hambre cada día en el mundo. Hay muchos niños que lloran porque tienen hambre. El otro día, en la audiencia del miércoles, atrás de una valla había una joven mamá con su niño de pocos meses. Cuando pasé, el niño lloraba mucho. La mamá lo acariciaba. Le dije: “Señora, creo que el pequeño tiene hambre”. Ella respondió: “Sí, ya es hora…”. Y le dije: “¡Pero dele de comer, por favor!”. Ella tenía pudor, no quería amamantarlo en público, mientras pasaba el Papa. Entonces quisiera decir lo mismo a la humanidad: ¡den de comer! Esa mujer tenía la leche para su niño, en el mundo tenemos suficiente comida para que coman todos. Si trabajáramos con las organizaciones humanitarias y lográramos ponernos todos de acuerdo para no desperdiciar comida, mandándola a los que la necesitan, contribuiríamos mucho para resolver la tragedia del hambre en el mundo. Quisiera repetir a la humanidad lo que dije a aquella mamá: ¡den de comer a los que tienen hambre! Que la esperanza y la ternura de la Navidad del Señor nos sacudan de la indiferencia.

Algunos pasajes de la “Evangelii gaudium” le granjearon las acusaciones de los ultra-conservadores estadounidenses. ¿Qué siente un Papa cuando escucha que lo definen “marxista”?

La ideología marxista está equivocada. Pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenos como personas, y por esto no me siento ofendido.
Las palabras que más han sorprendido son las palabras sobre la economía que «mata»…

En la Exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina social de la Iglesia. No hablé desde un punto de vista técnico, traté de presentar una fotografía de lo que sucede. La única cita específica fue sobre las teorías del “derrame”, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Se prometía que, cuando el vaso hubiera estado lleno, se habría desbordado y los pobres se habrían beneficiado. En cambio sucede que, cuando está lleno, el vaso, por arte de magia, crece y así nunca sale nada para los pobres. Esta fue la única referencia a una teoría específica. Repito, no hablé como técnico, sino según la Doctrina social de la Iglesia. Y esto no significa ser marxista.

Usted anunció una «conversión del papado». ¿Los encuentros con los patriarcas ortodoxos han sugerido alguna vía concreta?

Juan Pablo II habló de manera muy explícita sobre una forma de ejercicio del primado que se abra a una situación nueva. Pero no sólo desde el punto de vista de las relaciones ecuménicas, sino también en las relaciones con la Curia y con las Iglesias locales. En estos primeros nueve meses he recibido las visitas de muchos hermanos ortodoxos, Bartolomeo, Hilarion, el teólogo Zizioulas, el copto Tawadros; este último es un místico, entraba a la capilla, se quitaba los zapatos e iba a rezar. Me sentí su hermano. Tienen la sucesión apostólica, los recibí como hermanos obispos. Es un dolor no poder celebrar juntos todavía la eucaristía, pero la amistad existe. Creo que el camino es este: la amistad, el trabajo en común y rezar por la unidad. Nos bendijimos los unos a los otros; un hermano bendice al otro, un hermano se llama Pedro y el otro se llama Andrés, Marco, Tomás…

¿La unidad de los cristianos es una prioridad para usted?

Sí, para mí el ecumenismo es prioritario. Hoy existe el ecumenismo de la sangre. En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o tienen una Biblia; y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada. Para los que matan somos cristianos. Unidos en la sangre, aunque entre nosotros no hayamos logrado dar los pasos necesarios hacia la unidad, y tal vez no sea todavía el tiempo. La unidad es una gracia que hay que pedir. Conocí en Hamburgo a un párroco que seguía la causa de beatificación de un sacerdote católico que fue guillotinado por los nazis porque enseñaba el catecismo a los niños. Después de él, en la fila de los condenados, había un pastor luterano y lo mataron por el mismo motivo. Su sangre está mezclada. Ese párroco me contó que había ido a ver al obispo y le había dicho: “Sigo con la causa, pero de los dos, no sólo del católico”. Este es el ecumenismo de la sangre. Todavía existe hoy, basta leer los periódicos. Los que matan a los cristianos no te piden el documento de identidad para saber en cuál Iglesia fuiste bautizado. Tenemos que tomar en cuenta esta realidad.

En la Exhortación apostólica usted invitó a tomar decisiones pastorales prudentes y audaces en cuanto a los sacramentos. ¿A qué se refería?

Cuando hablo de prudencia no pienso en una actitud paralizadora, sino en una virtud de quien gobierna. La prudencia es una virtud de gobierno. También lo es la audacia. Hay que gobernar con audacia y con prudencia. Hablé del bautismo y de la comunión como alimento espiritual para seguir adelante, y que se debe considerar como un remedio y no como un premio. Algunos pensaron inmediatamente en los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, pero yo nunca hablo de casos particulares: solo quería indicar un principio. Debemos tratar de facilitar la fe de las personas más que controlarla. El año pasado en Argentina denuncié la actitud de algunos sacerdotes que no bautizaban a los hijos de madres solteras. Es una mentalidad enferma.

¿Y en cuanto a los divorciados que se han vuelto a casar?

La exclusión de la comunión para los divorciados que viven una segunda unión no es una sanción. Hay que recordarlo. Pero no hablé de esto en la Exhortación.

¿Se ocupará de ello el próximo Sínodo de los obispos?

La sinodalidad en la Iglesia es importante: sobre el matrimonio en su conjunto hablaremos en las reuniones del Consistorio en febrero. Después el tema será afrontado en el Sínodo extraordinario de octubre de 2014 y también durante el Sínodo ordinario del año siguiente. En estas sedes se profundizarán y aclararán muchas cosas.

¿Cómo procede el trabajo de sus ocho “consejeros” para la reforma de la Curia?

El trabajo es largo. Quienes querían presentar propuestas o enviar ideas ya lo han hecho. El cardenal Bertello recopiló las opiniones de todos los dicasterios vaticanos. Recibimos sugerencias de los obispos de todo el mundo. En la última reunión los ocho cardenales dijeron que hemos llegado al momento de presentar propuestas concretas y en el próximo encuentro, en febrero, me entregarán sus primeras sugerencias. Yo siempre estoy presente en los encuentros, excepto el miércoles en la mañana por la audiencia. Pero no hablo, sólo escucho, y esto me hace bien . Un cardenal anciano me dijo hace algunos meses: “Usted ya comenzó la reforma de la Curia con la misa cotidiana en Santa Marta”. Esto me hizo pensar: la reforma empieza siempre con iniciativas espirituales y pastorales, antes que con cambios estructurales.

¿Cuál es la relación correcta entre la Iglesia y la política?

La relación debe ser al mismo tiempo paralela y convergente. Paralela, porque cada uno tiene su camino y sus diferentes tareas. Convergente, sólo para ayudar al pueblo. Cuando las relaciones convergen antes, sin el pueblo, o sin tomar en consideración al pueblo, comienza ese contubernio con el poder político que acaba pudriendo a la Iglesia: los negocios, los compromisos… Hay que proceder paralelamente, cada uno con el propio método, las propias tareas, la propia vocación. Convergentemente solo en el bien común. La política es noble, es una de las formas más altas de caridad, como decía Pablo VI. La ensuciamos cuando la usamos para los negocios. La relación entre la Iglesia y el poder político también puede corromperse, si no converge sólo en el bien común.

¿Puedo preguntarle si tendremos mujeres cardenales?

Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no “clericalizadas”. Los que piensan en las mujeres cardenales sufren un poco de clericalismo.

¿Cómo procede el trabajo de limpieza en el IOR?

Las comisiones referentes están trabajando bien. Moneyval nos dió un informe bueno, vamos por el buen camino. Sobre el futuro del IOR, veremos. Por ejemplo, el “banco central” del Vaticano sería la Apsa. El IOR fue creado para ayudar a las obras de religión, a las misiones, a las Iglesias pobres. Luego se convirtió en lo que es ahora.

¿Hace un año se habría imaginado que la Navidad de 2013 la habría celebrado en San Pedro?

Claro que no.

¿Se esperaba que lo eligieran?

No, no me lo esperaba. No perdí la paz mientras aumentaban los votos. Permanecí tranquilo. Y esa paz todavía me acompaña, la considero un don del Señor. Al terminar el último escrutinio, me llevaron al centro de la Sixtina y me preguntaron si aceptaba. Respondí que sí, dije que me habría llamado Francisco. Sólo entonces me alejé. Me llevaron a la habitación contigua para cambiarme. Después, poco antes de asomarme, me arrodillé para rezar durante algunos minutos en compañía de los cardenales Vallini y Hummes en la capilla Paulina.

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Leonardo Boff opina sobre el Papa Francisco

Leonardo Boff opina sobre el Papa Francisco
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15/12/13
Etiquetas: america latina, cristianismo, latinoamerica

“Llegó la primavera con sus frutos”

Boff está convencido de que, con el papa Francisco, llegó mucho más que un hombre que viene de lejos: en su visión, con él llegaron al Vaticano otra filosofía de la vida, de la política, otra práctica pastoral, otra sociología y otro cristianismo.

Por Eduardo Febbro-Página 12

La ternura y la inteligencia juntas son armas muy disuasivas. Escuchando hablar al teólogo brasileño Leonardo Boff se entiende rápidamente por qué su amigo Joseph Ratzinger lo apartó de la Iglesia cuando se publicó uno de los libros fundadores de la Teología de la Liberación escritos por Boff, Iglesia, carisma y poder. Mucho antes de ser papa, Ratzinger fue amigo de Leonardo Boff, pero en cuanto el severo teólogo alemán empezó a trepar la escalera del poder vaticano no dudó en levantar la mano para sentar a Leonardo Boff en el mismo sillón donde, muchos siglos antes, la Santa Sede juzgó a Galileo Galilei. Leonardo Boff pagó el tributo de sus ideas. Perdió el derecho de ejercer el sacerdocio.

Han pasado muchos años y muchos combates y Leonardo Boff no perdió ni un ápice de esa inteligencia que envuelve las cosas en una mezcla de racionalidad y revelación juvenil. El paisaje que rodea su casa de Petrópolis es idílico, frondoso y absorbente como las ideas que este intelectual de 75 años va exponiendo con la frescura de un adolescente. Con el título “El papa del pueblo”, la revista Time eligió al papa Francisco como personalidad del año. “Lo que hace a este Papa tan importante es la rapidez con la que capturó la esperanza de los millones de personas que habían abandonado toda esperanza en la Iglesia”, escribe Time.

Leonardo Boff no está lejos de pensar lo mismo. Se acaba el año de la elección de Bergoglio como primer papa no europeo de la historia. En esta entrevista con Página/12, Leonardo Boff hace un balance de las esperanzas suscitadas por Francisco, de las perspectivas de transformación que se levantan en el horizonte, de los actos ya cumplidos y de los que vendrán. El teólogo brasileño está convencido de que, con Francisco, llegó mucho más que un hombre que viene de lejos: en su visión, con él llegaron al Vaticano otra filosofía de la vida, de la política, otra práctica pastoral, otra sociología y otro cristianismo inspirados en la raíz misma del continente.

–Pasan los meses y, a su manera, el papa Francisco sigue dando sorpresas. ¿Cómo analiza usted este momento particular del catolicismo a través de una figura que está desplazando casi todos los centros de gravedad del Vaticano?

–Estamos en una situación totalmente nueva. Nosotros venimos de un invierno muy duro y riguroso con Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora sentimos la primavera con sus flores y sus frutos. Francisco es un papa que sorprende, que cada día inventa cosas nuevas. Es la primera vez que un papa no viene de la vieja cristiandad europea, sino de la periferia, o sea de América latina. Las iglesias de América latina eran iglesias espejo mientras que las iglesias de Europa eran iglesias fuente. Ahora, después de 500 años, nuestras iglesias se han convertido en iglesias fuente. Nuestras iglesias tienen sus tradiciones, sus reflexiones, sus liturgias, han creado un estilo de cristianismo ligado a la liberación, al compromiso social. De ese caldo espiritual, político y religioso viene el papa Francisco. El nuevo papa tiene otro tipo de mensaje, no es el cristianismo viejo, doctrinario, disciplinar. Se trata de un cristianismo de profunda comunión con todas las personas, libre de doctrinas castradoras, con un mensaje basado en la sencillez y la pobreza. Eso es inédito en la historia del papado. Hay que tener en cuenta que sólo 24 por ciento de los cristianos está en Europa, 62 por ciento en América latina y los demás en Asia y Africa. Esto significa que, hoy, el cristianismo es una religión de Tercer Mundo. Tuvo sus raíces en el Primer Mundo, pero eso ya pasó. Francisco es muy consciente de esto. Por eso tiene la fantasía creadora y es capaz de decir “hay que cambiar”. Y creo mucho en su fantasía, en su libertad, en su corazón, en su libertad espiritual. La Iglesia necesita corazón, no poder. Donde hay poder no hay amor ni compasión. Francisco tiene amor y compasión. Y no quiere saber nada de poder ni de tradiciones.

–Para usted entonces Francisco es un papa de combate.

–Creo que Francisco combina dos cosas: la ternura de Francisco y el rigor del jesuita. Es franciscano en la forma de vivir humilde, popular, pero es un jesuita de la racionalidad moderna: analiza los fenómenos, identifica la causa principal y, cuando descubre, interviene con mucha determinación. Creo que el Papa es una combinación feliz entre ternura y vigor. Eso es lo que necesitamos en la Iglesia. Hacia afuera es un pastor, hacia adentro es muy riguroso. Cuando estuvo en Río de Janeiro, el discurso más duro que pronunció fue para los obispos y cardenales. Les dijo que no eran pobres ni interiormente, ni exteriormente, que eran duros con el pueblo y que no fueron capaces de hacer la revolución de la ternura, de la compasión, de la compenetración con el pueblo. En Roma dice lo mismo: los ministros de la Iglesia tienen que salir de la fortaleza hacia el pueblo, y el pueblo debe poder venir y sentirse en su casa. La Iglesia no está para condenar a nadie sino para acoger, perdonar, suscitar esperanzas y tener compasión con quienes tienen problemas. Esa es la característica más bella y evangélica de Francisco.

–Usted cree que Francisco puede realmente reformar la Iglesia.

–Yo creo que Francisco, antes de reformar la curia y la Iglesia, ya reformó el papado. El estilo del Papa es otro. El papado tiene un ritual, en las vestimentas, en los símbolos del poder. Francisco renunció a todo eso e hizo el trabajo contrario: logró que el papado se adaptara a sus convicciones, a sus hábitos. Por eso renunció a todos los símbolos de poder. Dijo: “la Iglesia tiene que ser pobre como Jesús”. ¡San Pedro no tenía un banco y Jesús no entendía nada de contabilidad! Jesús era un profeta que traía fe, esperanzas. Francisco rescata la tradición más vieja de la Iglesia y rehúsa llamarse papa. Papa es un título de los emperadores. Francisco se considera un obispo de Roma que gobierna la Iglesia en la caridad, no en el derecho canónico. Eso cambia todo. Francisco es más que un nombre: es un proyecto de Iglesia, de una sociedad más sencilla, solidaria, es el proyecto de una simpleza voluntaria, de una sobriedad compartida. Posiblemente, esto va a crear una crisis entre los obispos y cardenales. Ellos se creen príncipes de la Iglesia y el Papa no quiere nada de eso. Francisco quiere que se renueve el pacto de las catacumbas cuando, al final del Vaticano II, 30 obispos se reunieron en las catacumbas e hicieron votos de vivir en la pobreza, abandonar los palacios y vivir en el medio del pueblo. Esa es la propuesta para toda la jerarquía de la Iglesia. Esa será para mí la gran revolución de Francisco.

–¿Con qué fuerzas Francisco podrá cambiar las malas tendencias profundas de la Iglesia? Por ahora hemos oído un mensaje pastoral muy entusiasta, pero para llegar a la trasformación completa hay un gran paso. ¿Acaso se apoyará en la Teología de la Liberación, tan reprimida por Juan Pablo II y Benedicto XVI?

–Es un papa muy inteligente. Francisco criticó mucho a los conservadores. El 11 de septiembre aceptó encontrarse con Gustavo Gutiérrez (el otro inspirador de la Teología de la Liberación). Eso me parece muy importante para apoyar esa teología que es, además, en cierta forma, el lugar de donde él viene. La Argentina tiene una Teología de la Liberación propia, que es la teología de la cultura popular. Francisco se apoyó en esa teología que se diferencia de la teología de la liberación común porque no trabaja en torno del conflicto de clases, sino en torno de la cultura dominante, la cultura dominada, cultura del silencio que hay que liberar. El está en esa línea. Y de allí viene su novedad. Ya eligió ocho cardenales de todo el mundo para crear una instancia de decisión. Sería fantástico si Francisco invitara a mujeres a dirigir los destinos de la Iglesia en la perspectiva de la globalización. Hasta hoy, el cristianismo era algo occidental que se fue convirtiendo en algo cada vez más accidental. Tiene que ser ahora globalizado. Para ser global, tiene que tener otras dimensiones. La Iglesia no encontró su lugar en la globalización. La Iglesia es muy romanizada, eurocéntrica. Pero Francisco tiene la visión del jesuita San Francisco Javier, misionero de China, según la cual la Iglesia tiene que salir. Para mí la mejor manera es crear una red de iglesias y comunidades que se encarnen en las culturas y tenga rostros chinos, japoneses, africanos, latinoamericanos. Es otro tipo de presencia de la Iglesia, no como poder, sino como una instancia de apoyo a todo lo que es humano. El cristianismo se suma a otras religiones, a otros caminos espirituales, y renuncia así a su privilegio de excepcionalidad, como si fuera la única Iglesia verdadera, la única religión válida. No. El cristianismo está junto a las demás para alimentar valores humanos, para salvar a nuestra civilización, que está amenazada.

–Sin embargo, el discurso tradicional del Vaticano aún se mantiene.

–Sí, yo creo que él seguirá manteniendo el discurso tradicional de defensa de la vida, contra el aborto, pero con una diferencia: antes, los temas de la moral sexual, familiar, del celibato de los sacerdotes o del sacerdocio de las mujeres, eran temas prohibidos, no se podían discutir. Ningún cardenal, obispo o teólogo podía hablar de esto. Francisco no, él dejó abierta la discusión. El va a abrir una amplia discusión en la Iglesia y va a recoger elementos que se pueden tornar universales. Francisco abrió muchos espacios. No sé hasta qué punto podrá avanzar con esto, pero sí habrá una amplia discusión en la Iglesia. Posiblemente se logre permitir que las iglesias locales, por ejemplo en Africa, donde hay otras culturas tribales, otra relación con la sexualidad, puedan actuar de otra forma ante la utopía cristiana, una forma que no sea sólo la occidental. Ahora tenemos una sola manera de ser cristiano, pero hay otras. En América latina estamos demostrando que es posible un cristianismo afro-indígena-europeo, una mezcla de tres grandes culturas. Por eso aquí la Iglesia tiene otro rostro, es más abierta, más comprometida con los cambios que benefician al pueblo. Tenemos que universalizar esto porque la injusticia mundial es muy grande. Y este papa es muy sensible ante los últimos, los invisibles. Ahí está su centralidad.

–Ya ha pasado cierto tiempo luego de la renuncia del papa Benedicto XVI. Ese hecho fue un enorme terremoto para los católicos del mundo. ¿Cuál es hoy su análisis sobre ese momento de fractura sin el cual el papa Francisco no hubiese llegado al sillón de Pedro?

–Yo creo que cuando Benedicto XVI leyó el informe de más de 300 páginas sobre la situación interna de la Iglesia, sea lo que concernía los problemas del banco del Vaticano, sea los escándalos sexuales que implicaban a obispos y cardenales, creo que eso lo golpeó profundamente. Benedicto XVI sintió que no tenía fuerza física, ni psíquica, ni espiritual para enfrentar un lío semejante. Ese problema no venía desde afuera, del mundo, de la sociedad, no: el problema venía desde dentro de la Iglesia, de su parte más central que es la curia romana. Eso lo escandalizó. Benedicto fue muy humilde al reconocer que otra persona debía venir con más fuerza, con más y determinación y otra visión de la Iglesia para crear un horizonte de esperanzas y credibilidad que la Iglesia había perdido totalmente.

–El banco del Vaticano y todos los escándalos ligados a él fueron uno de los desencadenantes de la renuncia de Benedicto XVI. Apenas asumió, las primeras medidas que adoptó el papa Francisco atañen justamente el banco. ¿Cree usted que podrá llevar a cabo la reforma final de esa institución financiera comprometida con la mafia y la circulación de dinero opaco?

–En el banco del Vaticano hay mucho dinero de la mafia, apoyada y comprometida con altas figuras de la curia romana. En este sentido, hay un riesgo que pesa sobre el Papa. Cuando la mafia se siente agredida es capaz de cometer crímenes, de eliminar personas. Por eso es muy inteligente que el Papa no viva en los departamentos pontificiales sino en una Casa de Huéspedes, es muy inteligente también que no coma solo, sino con muchas personas. Francisco dijo en broma que así era más difícil envenenarlo. Pero más allá de esto, creo que Francisco va a inaugurar una dinastía de papas del Tercer Mundo, de Africa, de Asia, de América latina. Con eso se enriquecerá el catolicismo con valores de otras culturas que nunca fueron respetadas sino colonizadas. El cristianismo de América latina es un cristianismo de colonización. Hicimos muchos esfuerzos para crear un cristianismo nuestro, con nuestros santos, nuestros mártires. Nuestro cristianismo tiene su propio rostro, que no es el viejo rostro europeo. Esto va a facilitar que el cristianismo sea una propuesta buena para la humanidad, no solamente para los cristianos. Nuestro cristianismo tiene otro elemento de ética, de humanidad, de espiritualidad para un mundo altamente materializado, tecnológicamente sofisticado. Francisco encarna ese contrapunto, esa dimensión. Su propuesta tiene futuro.

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