Acusan a una estadounidense de estropear antiguas piezas en México

Acusan a una estadounidense de estropear antiguas piezas en México
2009-01-14 06:33

Una estadounidense y dos mexicanos fueron liberados bajo fianza el martes luego de ser acusados de deteriorar con líquidos cuatro cabezas olmecas colosales y otras obras prehispánicas en el oriente de México.

La embajada de Estados Unidos no pudo confirmar de inmediato la identificación o lugar de residencia de la mujer, pero su abogado dijo que el nombre de su clienta era Wanda Aguilar.

Las autoridades judiciales del estado de Tabasco, donde ocurrió el caso, informaron que Aguilar vive en Miami, Florida, pero el abogado, Hipólito Jiménez López, no lo confirmó.

Los otros dos acusados, Roberto Conde Días y José Mejenes Jasso, así como Aguilar, fueron dejados en libertad tras pagar una fianza de 330000 pesos (23.900 dólares), el costo aproximado del retiro de las manchas en las 23 piezas, que incluyen las cuatro cabezas colosales, una tumba, altares y dos obras con forma humana, todas labradas en piedra.

De las 17 cabezas olmecas que han sido encontradas, las más grandes tienen 3,4 metros de altura y pesan unas 55 toneladas.

Los tres individuos fueron detenidos el domingo y están sujetos a proceso por manchar las piezas con jugo de uva, aceite de cocina y otros líquidos. De ser encontrados culpables, podrían ser sentenciados de uno a 10 años de cárcel.

El abogado de Aguilar dijo que su cliente proyecta regresar a Estados Unidos.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia indicó que las figuras fueron manchadas durante un aparente ritual o ceremonia. Sin embargo, el abogado Jiménez López negó que los actos de su clienta hayan sido un ritual.

Era un acto de religiosidad, estaban orando, pero los medios dicen que es un ritual y no es así, agregó.

El instituto dijo el jugo de uva mancha cualquier superficie casi permanentemente e indicó que utilizaría solventes especiales para tratar de remover las manchas.

Las piezas dañadas se encuentran en exhibición en un ambiente que intenta reproducir la zona selvática donde los olmecas, considerados la cultura madre de la región, surgieron hace unos 3200 años.

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