2009-06-07 06:56
México amaneció hoy consternado por la muerte de 31 niños en una guardería que se incendió la víspera en la ciudad de Hermosillo, estado de Sonora.
Las noticias comenzaron a llegar inmediatamente después de los sucesos: una explosión en una bodega vecina que resguardaba automóviles de la Secretaría de Hacienda Estatal inició el siniestro, que luego se propagó a la estancia infantil donde los pequeños dormían.
La tragedia cubrió este sábado la portada de los principales diarios mexicanos, así como los espacios informativos de radio y televisión, que expresan luto nacional por los hechos.
El presidente Felipe Calderón envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y deseó la pronta recuperación de los 26 niños que aún son atendidos en diversos centros hospitalarios de Sonora y Hermosillo, ubicado unos mil 900 kilómetros al noroeste de Ciudad de México.
Sobre las 17:00 hora local de ayer comenzó el siniestro.
Vecinos del lugar, ante la imposibilidad de abrir las puertas de la institución, comenzaron a romper las paredes con camionetas y autos para salvar a los infantes, de entre tres meses y dos años de edad.
Decenas de familiares de los fallecidos y otros adultos se aglomeraron en diversos hospitales del Estado, que pedían donantes de sangre a través de los medios de comunicación.
Todos los pequeños que murieron, excepto uno, han sido identificados por sus padres, dijo la televisión.
Al Hospital Infantil del Estado fueron trasladados cinco y su estado de salud es reservado, afirmó un portavoz de ese centro.
El Instituto Médico de Seguro Social en coordinación con las Secretarías de Marina y Gobernación desplazaron al lugar a 15 médicos expertos en reconstrucción e intensivistas, tres ambulancias aéreas, medicamentos diversos, materiales de curación y asistentes de respiración.
Por orden del jefe de Estado comenzaron las investigaciones pertinentes a fin de determinar a los responsables de la tragedia.
http://spanish.irib.ir/index.php?option=com_content&task=view&id=19977
Las noticias comenzaron a llegar inmediatamente después de los sucesos: una explosión en una bodega vecina que resguardaba automóviles de la Secretaría de Hacienda Estatal inició el siniestro, que luego se propagó a la estancia infantil donde los pequeños dormían.
La tragedia cubrió este sábado la portada de los principales diarios mexicanos, así como los espacios informativos de radio y televisión, que expresan luto nacional por los hechos.
El presidente Felipe Calderón envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y deseó la pronta recuperación de los 26 niños que aún son atendidos en diversos centros hospitalarios de Sonora y Hermosillo, ubicado unos mil 900 kilómetros al noroeste de Ciudad de México.
Sobre las 17:00 hora local de ayer comenzó el siniestro.
Vecinos del lugar, ante la imposibilidad de abrir las puertas de la institución, comenzaron a romper las paredes con camionetas y autos para salvar a los infantes, de entre tres meses y dos años de edad.
Decenas de familiares de los fallecidos y otros adultos se aglomeraron en diversos hospitales del Estado, que pedían donantes de sangre a través de los medios de comunicación.
Todos los pequeños que murieron, excepto uno, han sido identificados por sus padres, dijo la televisión.
Al Hospital Infantil del Estado fueron trasladados cinco y su estado de salud es reservado, afirmó un portavoz de ese centro.
El Instituto Médico de Seguro Social en coordinación con las Secretarías de Marina y Gobernación desplazaron al lugar a 15 médicos expertos en reconstrucción e intensivistas, tres ambulancias aéreas, medicamentos diversos, materiales de curación y asistentes de respiración.
Por orden del jefe de Estado comenzaron las investigaciones pertinentes a fin de determinar a los responsables de la tragedia.
http://spanish.irib.ir/index.php?option=com_content&task=view&id=19977
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