La Lucha por Resolver el Cambio Climático es la Expresión de la Lucha entre las Fuerzas del Capital y las Fuerzas de la Humanidad
http://www.globalforestcoalition.net/es/wp-content/uploads/2013/07/Cobertura-Forestal-no43-Jun-2013.pdf
8 de julio de 2013
Pablo Solón, Directo Ejecutivo, Focus on the Global South
Fue la primera vez que hubo un espacio dedicado al cambio climático en un Foro Social Mundial. Durante tres días en el FSM de Túnez (26-30 de Marzo) se organizaron 13 eventos sobre diferentes aspectos del cambio climático (combustibles fósiles, agua, migraciones, empleo, alimentación, industrias extractivas, falsas soluciones como los mercados de carbono y los esquemas de REDD, alternativas sistémicas etc.). La metodología acordada por 20 organizaciones [1] que lo convocaron no siguió la lógica de negociación de las Naciones Unidas sino los intereses cotidianos de la gente. El objetivo era analizar cómo fortalecer los vínculos entre las luchas sociales y las luchas medioambientales. El plan era partir de los impactos y las luchas existentes para profundizar en las alternativas y las estrategias de acción para hacer frente al cambio climático. Este artículo contiene una pincelada de lo que fue aquella sinfonía de voces y propuestas.
Plenaria durante el cierre del Espacio Climático – Foro Social Mundial, Túnez, Marzo de 2013. Foto: I. Alvarez.
El Espacio Climático mostró de forma muy concreta que el cambio climático no es un tema meramente medioambiental. En consecuencia no se puede pretender resolverlo con una campaña únicamente enfocada a la crisis climática. El cambio climático es producto del sistema capitalista, de su lógica de crecimiento sin límites para obtener la mayor ganancia posible. Para hacer frente al cambio climático hay que sustituir esta lógica defectuosa por un marco alternativo que reafirme que la importancia del patrimonio natural es más importante para el usuario que el valor de cambio/mercado, y que anteponga el bienestar de todos por encima de los beneficios de unos pocos. Necesitamos un sistema que reconozca a la naturaleza no como materia prima sino como nuestro hogar, como nuestra Madre Tierra. Un sistema que preserve los ciclos vitales de la naturaleza, incluyendo los bosques y océanos, y respete los límites del planeta. Un sistema que busque el equilibrio y la armonía por delante del crecimiento desmesurado. En otras palabras, para salir de la actual crisis climática es necesario quebrar el ciclo perverso del capital.
Este debate, aparentemente abstracto, adquiere carne y hueso cuando se habla de temas concretos. Eso fue lo que se hizo en el Espacio Climático.
Tomemos el ejemplo de los combustibles fósiles. Para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero varios estudios internacionales señalan que es imprescindible dejar bajo tierra más de dos terceras partes de las reservas conocidas de petróleo, carbón y gas. La aplicación de esta medida choca con los poderosos intereses de transnacionales y Estados que son dueños de este capital y que quieren obtener la máxima ganancia. Limitar las emisiones de gases de efecto invernadero no será posible sin que la sociedad recupere el control de esas reservas para frenar su explotación. Pero las transnacionales y los gobiernos que las controlan lucharán a muerte por preservar su capital. Apelarán a todos sus recursos, desde los medios de comunicación hasta las fuerzas de represión. Su principal fortaleza es nuestra más grande debilidad: la mentalidad híperconsumista que ha calado en sectores de la humanidad. No es posible dejar bajo tierra más de dos terceras partes de los combustibles fósiles si al mismo tiempo no salimos de la “pesadilla” del sueño americano de un automóvil para cada familia/persona con soluciones auténticas.
Parte de la solución al cambio climático pasa por forjar ciudades y países con fuertes sistemas de transporte público que hagan innecesarios los carros individuales. La verdadera alternativa no son los automóviles individuales a energía solar, u otras mal-llamadas “energías renovables” dependientes de biomasa, disponibilidad de tierras y otros recursos, sino la reconfiguración del espacio público e individual. El desafío es recuperar el control sobre la industria automotriz para que sirva a las necesidades de transporte público eficiente de la población y no a las ambiciones de ganancia de sus accionistas.
Nuestra tarea fundamental es desensamblar la dimensión climática y ambiental que son intrínsecas a toda lucha social. Cada vez más las luchas que antes eran reformistas se transforman en demandas subversivas ya que el capitalismo busca mayores niveles de ganancia a costa de los seres humanos, de los bosques y de la naturaleza en general. El futuro de la humanidad y de los ciclos vitales de la naturaleza dependen de esta gran batalla que de diferentes formas se está librando por todo el planeta. La principal tarea de los activistas climáticos es ligarse y potenciar esa luchas buscando la articulación de movimientos nacionales, regionales y mundiales contribuyendo a que sean más orgánicos, sostenidos y de mayor visión sistémica.
[1] Alliance of Progressive Labor Philippines, Alternatives International, ATTAC France, Ecologistas en Acción, Environmental Rights Action, Nigeria, ETC Group, Fairwatch, Italy, Focus on the Global South, Global Campaign to Dismantle Corporate Power and end TNCs’ impunity, Global Forest Coalition, Grassroots Global Justice Alliance, Grupo de Reflexão e Apoio ao Processo do Fórum Social Mundial, Indigenous Environmental Network, La Via Campesina, No-‐REDD Africa Network, Migrants Rights International, OilWatch International, Polaris Institute, Social Movements for Alternative Asia and Transnational Institute.
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