Por Raúl Kollmann
raulkollmann@hotmail.com
De acuerdo con la denuncia, los iraníes intentaron contratar narcos mexicanos para asesinar al embajador saudita en Estados Unidos. Según la agencia ABC News, los supuestos terroristas tenían planeado atacar las embajadas de Israel y Arabia Saudita en Buenos Aires.
Etiquetas: amia, EE.UU, iran
Islam en Mar del Plata
12/10/11
El detenido iraní-norteamericano Manssur Arbabsiar y el edificio donde se encuentra la sede de la Embajada de Israel en Buenos Aires.
El gobierno de Estados Unidos acusó ante la Justicia a dos ciudadanos iraníes –y, por elevación, al gobierno de Irán– de querer contratar a narcos mexicanos a cambio de 1.500.000 dólares con el objetivo de asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington. En verdad, los narcos no eran narcos, sino agentes de la DEA y eso –según la versión norteamericana– permitió descubrir el plan, lo que llevó a la detención de un iraní y a declarar prófugo a otro, que vive en Teherán. El documento oficial de 21 páginas presentado a la Justicia –y al que tuvo acceso Página/12– no menciona a la Argentina, pero según la agencia ABC News, fuentes de la investigación sostuvieron que los supuestos terroristas tenían también planeado atacar las embajadas de Israel y Arabia Saudita en Buenos Aires. Ni Interpol ni la SIDE recibieron información oficial sobre un eventual ataque en territorio argentino. Por las dudas, anoche se reforzó la custodia de ambas delegaciones diplomáticas. El encargado de Negocios de Irán en Buenos Aires, Alí Pakdaman, en diálogo con este diario, rechazó la acusación: “Es un armado rudimentario que no se lo puede creer nadie. ¿Quién va a creer que desde Irán giran dinero a través de un banco a un supuesto intermediario de terrorismo? ¿Quién puede creer que hablen por teléfono, cuando todos saben que cualquier llamada desde Irán a Estados Unidos está intervenida? Y, encima, meten a la Argentina a través de una agencia periodística. Justo cuando faltan unos días para las elecciones. Esto es una difamación y una forma de presionar al gobierno argentino (ver aparte)”.
Dos fiscales de Nueva York, Glen Kopp y Howard Kim, se presentaron ante el juez Michael Dolinger para anunciarle las conclusiones de una investigación realizada por el FBI, la CIA, la DEA y otras agencias norteamericanas. El secretario de Justicia, Eric Holder, fue quien presentó toda la investigación en una conferencia de prensa. La causa judicial se desarrolla en Nueva York porque en el aeropuerto de esa ciudad fue detenido Manssur Arbabsiar, un iraní naturalizado norteamericano, es decir, que tiene pasaporte de Estados Unidos. A Arbabsiar lo acusan de ser el organizador del ataque, aunque recibía instrucciones y dinero de Gholam Shakuri, supuestamente un militar que se mantuvo en Irán durante toda la puesta en marcha del plan. Para la Justicia de Estados Unidos, Shakuri ahora es un prófugo.
A lo largo de las páginas de la acusación, no aparecen ni Buenos Aires ni la Argentina. La única referencia indirecta surge en la transcripción de diálogos entre el iraní Arbabsiar y el supuesto narco, que en verdad es un agente de la DEA. El iraní le dice al mexicano que el plan es matar al embajador saudita en Washington, pero que después podrían hacer negocio con otros ataques: “Contra embajadas que están en Estados Unidos y fuera de Estados Unidos”. La agencia ABC News sostuvo ayer que fuentes no identificadas de la investigación dijeron que la intención era atacar las embajadas saudita e israelí de la capital argentina. Sin embargo, si se analiza toda la acusación y sobre todo el aspecto casi artesanal de la trama, la idea de los atentados en Buenos Aires parece más que lejana.
La denuncia
Lo denunciado por los norteamericanos es lo siguiente:
- Arbabsiar y Shakuri son parte de las Brigadas Revolucionarias y su objetivo era matar al embajador de Arabia Saudita en Washington, Adel Al-Jubeir.
- En el marco de ese plan, Arbabsiar se trasladó desde Texas a México para encontrarse allí con los integrantes de un cartel mexicano de drogas. A ese contacto mexicano lo llaman en el escrito judicial CS-1 y –justito– resultó un informante de la DEA. CS-1 fue acusado de tráfico de drogas en un estado norteamericano, pero a raíz de su colaboración con sucesivas investigaciones se cambió de bando y cobra de la DEA. Esto lo dice el texto en forma explícita.
- Lo que habrían pactado en ese viaje, el 24 de mayo pasado, es el asesinato del embajador saudita. Los mexicanos cobrarían 1.500.000 dólares por el trabajo. No se menciona el cartel, pero por la descripción que se realiza se trataría de los Zetas o del cartel de Sinaloa.
- En el encuentro de México se habría acordado también que el crimen se cometería usando explosivos, en particular un explosivo plástico, el C-4. En la acusación se relata que el mexicano le advirtió al iraní que podría haber más muertos, además del embajador, porque el ataque se concretaría en un restaurante de Washington. Arbabsiar dio el visto bueno “sin importarle la cantidad de víctimas”. En el texto se mencionan palabras que no le traen buenos recuerdos a Estados Unidos: “Se utilizarían armas de destrucción masiva”. Estos términos fueron usados por Washington en su momento para invadir Irak, aunque luego se demostró que tales armas de destrucción masiva no existían.
- Los fiscales enumeran varios viajes y encuentros en México. En el realizado el 14 de julio, CS-1 grabó su diálogo con Arbabsiar. La transcripción no es del todo clara: “Voy a necesitar cuatro tipos. Ya estoy hablando con uno. El acepta el millón y medio”. En la acusación se concluye que un total de cinco personas participarían y que cobrarían el millón y medio de dólares por asesinar al embajador. Es más, el agente de la DEA le dijo a Arbabsiar que uno de los hombres del cartel ya estaba en Washington estudiando al embajador saudita.
- En los diálogos grabados por el hombre de la DEA, Arbabsiar asombrosamente mostró todo su juego. Dijo, por ejemplo, que Shakuri, el que le mandaba el dinero desde Irán, trabajaba para el gobierno, que era un alto militar, que le entregaba la plata para los gastos y otros detalles que no parecen propios del secreto de un plan terrorista. Otro dato curioso es que Arbabsiar le hizo a CS-1 dos giros bancarios por 49.000 dólares, es decir que usaron bancos oficiales para mover el dinero.
- El 20 de septiembre el hombre de la DEA le anunció al iraní que estaba listo para el atentado, pero que requería una garantía. Y dio dos opciones: o entregaba la mitad del millón y medio o él mismo servía de garantía haciéndose presente en México durante la operación del asesinato en Washington. Arbabsiar contestó que viajaría a México y se quedaría allí durante el atentado y pagaría inmediatamente después.
- El 28 de septiembre, Arbabsiar se tomó un avión desde Nueva York a México. En este país no lo dejaron entrar y lo devolvieron al aeropuerto John F. Kennedy. Ahí fue detenido no bien se bajó del avión.
- De inmediato, Arbabsiar confesó. Dijo que efectivamente arregló con CS-1 el asesinato del embajador saudita en Washington, que le mandó por transferencia bancaria los 100.000 dólares de adelanto y que trabajó para Irán en ese plan. Es más, dijo que estuvo en Teherán, donde se encontró con Shakuri y con una tercera persona de la rama Quds de la Guardia Revolucionaria.
- En acuerdo con el FBI, Arbabsiar llamó a Shakuri en lo que los fiscales interpretaron como otra prueba. Arbabsiar le dijo que “el Chevrolet está listo”, lo que significaba, en código, que el atentado contra el embajador estaba preparado. “Este muchacho (por el de la DEA) quiere más plata, 50.000. Pero que termine el trabajo y después le damos el resto. Que lo haga rápido.”
Como se ve, lo denunciado consiste en que un supuesto enviado de Irán les compra un atentado, llave en mano, a supuestos narcos de los Zetas o del cartel de Sinaloa. Sólo habla con uno de esos narcos, que resultó ser un hombre de la DEA. No hay verificación de compra de explosivos ni de la forma en que se iba a realizar la operación. Y está la promesa de que si el atentado en Washington salía bien, le iban a comprar otros atentados. Según ABC News, en Buenos Aires.
EE.UU. fogonea la denuncia
Mientras en el mundo se hacen paralelismos con la fallida denuncia de armas de destrucción masiva que motivó la invasión a Irak, Barack Obama se solidarizó con los sauditas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó ayer al embajador de Arabia Saudita, Adel Al Jubeir, para expresarle su solidaridad sobre la presunta conspiración de agentes del gobierno iraní para asesinarlo, informó la Casa Blanca. En lo que se parece peligrosamente a los preámbulos de la crisis por lo que finalmente fue una falsa denuncia sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, el portavoz agregó que “el presidente Obama subrayó que Estados Unidos cree que esta conspiración es una flagrante violación de la ley estadounidense e internacional”. “Destaco, además, la colaboración cercana entre Estados Unidos y Arabia Saudita,” agregó. El funcionario dijo que Obama también mantuvo una reunión con su equipo de Seguridad Nacional para agradecerles su “excepcional trabajo desmontando esta conspiración”, así como la buena coordinación entre las agencias de cumplimiento de la ley de inteligencia.
Otro funcionario dijo que el consejero de Seguridad Nacional de Obama, Tom Donilon, puso al corriente al rey saudita Abdulá sobre esta supuesta conspiración durante un viaje a Arabia Saudita el pasado 1° de octubre en el que discutieron varias cuestiones de seguridad nacional y asuntos regionales. Obama fue el primero en ser informado sobre la presunta conspiración, descubierta en junio por miembros del Departamento de Justicia, según funcionarios.
Dos encumbrados miembros del gabinete norteamericano, el fiscal general Eric Holder y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llevaron la voz cantante de la Casa Blanca, que no dudó en acusar a Irán. El complot contra Adel Al Jubeir, conocido como el asesor más cercano del rey saudita Abdulá en temas de asuntos exteriores, viola la convención que “protege explícitamente el daño a diplomáticos”, dijo el fiscal general. Holder acusó a dos iraníes de haber intentado asesinar al embajador saudita en Washington en un complot “concebido, financiado y dirigido desde Irán”. El Departamento de Justicia tenía previsto presentar a Mansor Arbabsiar, un iraní de 56 años naturalizado estadounidense, ante un juez en Nueva York este martes, para acusarlo de este complot “dirigido por facciones del gobierno iraní para asesinar a un embajador extranjero en suelo estadounidense, mediante explosivos”, afirmó Holder. “Si es inculpado, se declarará no culpable”, dijo el defensor de oficio del ciudadano iraní-estadounidense, pese a que la información indica que el detenido no para de hablar y ya reconoció toda la historia y su responsabilidad. Los medios de comunicación locales le agregaron más picante y aseguraron por su cuenta que el atentado formaría parte de un ataque más amplio contra las embajadas saudita e israelí en Buenos Aires.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo que Estados Unidos consultará con sus aliados sobre mecanismos para “aislar más” a Irán luego de que descubriera un complot para asesinar al embajador saudita en Washington. Algunas “áreas en las cuales podemos cooperar más de cerca para enviar un fuerte mensaje a Irán y aislarlo más de la comunidad internacional también serán consideradas”, añadió sin mayores precisiones.
Reportes de prensa indicaron que Washington podría iniciar una peligrosa escalada con nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas así como sanciones unilaterales por parte de sus aliados, desde Australia hasta Europa.
“Consultaremos a nuestros amigos y aliados alrededor del mundo sobre cómo podemos enviar un muy fuerte mensaje señalando que este tipo de acciones, que violan las normas internacionales, deben terminar”, dijo Clinton a periodistas. Por lo pronto, el Departamento del Tesoro anunció medidas contra cinco individuos supuestamente relacionados con el plan.
Arabia Saudita, el principal aliados de los Estados Unidos en el mundo árabe, calificó de “despreciable” el presunto complot para asesinar a su embajador. “La Embajada Real de Arabia Saudita desea expresar su agradecimiento a los organismos responsables del gobierno de Estados Unidos por prevenir un acto criminal”, dijo la embajada saudita en Washington en un comunicado. “El complot es una violación despreciable de la normativa internacional, los estándares y convenciones y no está en consonancia con los principios de humanidad”, dijo la legación saudita en Washington en un comunicado. Más temprano, funcionarios de Justicia de Estados Unidos anunciaron haber desarticulado un “escalofriante” complot planeado a altos niveles del gobierno iraní para asesinar al embajador saudita en Washington bombardeando un restaurante que frecuentaba.
David Ignatius, en una opinión publicada por The Washington Post, dice que con su supuesto complot Irán le dio a Estados Unidos una oportunidad para socavar a Teherán cuando los funcionarios estadounidenses creen que el régimen iraní está especialmente vulnerable, lo cual hace más inexplicable que en ese estado se proponga un atentado de ese tipo.
En línea con Washington
El presidente de la AMIA, Angel Barman, afirmó hoy que la acusación de Estados Unidos al gobierno iraní de ser impulsor de atentados contra el embajador saudita en Washington “demuestra la impunidad con la que se maneja Irán”. Barman remarcó la “falta de colaboración” del gobierno de Irán “para esclarecer el atentado a la AMIA” y opinó que esa “cuenta pendiente de resolución deja abierta la posibilidad de un tercer atentado terrorista en la Argentina”. El presidente de la AMIA destacó, además, que la información proveniente de Washington no “es una noticia sorpresiva”, porque “no sorprende a esta altura que Irán se vea envuelto en sospechas de cometer un nuevo ataque”. “Todos los Estados democráticos deben tomar medidas suficientemente contundentes para evitar el posible sufrimiento de civiles inocentes víctimas de atentados como el que se acaba de desbaratar”, señaló el dirigente de la comunidad judía. En el mismo sentido, recordó que la Presidenta pidió en forma reiterada en las Naciones Unidas la colaboración de Irán para que declaren los acusados de haber participado en la voladura de la AMIA.
Rechazo iraní
El gobierno de Irán rechazó ayer la denuncia de Estados Unidos a través de un comunicado del vocero de la Cancillería de Teherán: “Son acusaciones del estilo antiguo, casi humorísticas, armadas por los enemigos del Islam con el objetivo de sembrar desacuerdos entre los musulmanes. Las relaciones entre Irán y Arabia Saudita son respetuosas y estas infamias no tendrán repercusión”.
En la Argentina, el encargado de Negocios de Irán en Buenos Aires, Alí Pakdaman, también rechazó la imputación, en un breve diálogo telefónico con este diario. “Toda la historia es inverosímil. Es un armado rudimentario. Fíjese que quien aparece en el centro de la escena es un iraní norteamericano, con pasaporte de Estados Unidos. Dice que le daban instrucciones desde Teherán por teléfono. Se imagina que todas las llamadas desde Irán están intervenidas. Luego alegan que le mandaron 100.000 dólares por giro telegráfico desde Teherán, algo imposible: está prohibido. Hemos visto en los cables de Wikileaks cómo la Embajada de Estados Unidos presionaba para que se acuse a Irán. Esto es lo mismo, es un juego político. Y, además, se mete a la Argentina a través de una agencia de noticias, buscando presionar y comprometer al Gobierno e influir en las elecciones. Todo esto es una campaña de difamación”, concluyó Pakdaman.
En defensa del diálogo
Familiares de las víctimas del atentado a la AMIA defendieron la voluntad del gobierno nacional de intentar establecer un diálogo con Irán para lograr que los iraníes acusados de participar en el ataque terrorista declaren ante la Justicia. El miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del atentado a la AMIA, Sergio Burstein, consideró en ese sentido que se puede establecer un paralelo entre lo realizado por Israel para permitir la liberación del soldado Gilad Shalit y las gestiones llevadas adelante por la Argentina para que Irán colabore con la causa AMIA. “Aquellos que se oponen a que la Argentina dialogue con terroristas espero que mañana salgan a criticar a Israel. Si son justos y si se congratulan con este hecho, que no pongan palos en la rueda”, remarcó. Luego de reiterar su crítica a quienes rechazan el diálogo con Irán, Burstein expresó: “Ojalá que en la causa AMIA podamos culminar con lo que se busca, que es la entrega de los ocho prófugos responsables de haber planificado y llevado adelante el atentado”.
Fuente: Página 12
http://islammdp.blogspot.com/2011/10/con-un-guion-que-hasta-hollywood-puede.html
No comments:
Post a Comment