Los Derechos del Sabio, el Maestro y el Alumno
Angelitos N° 7
Libros.ir
8 de Febrero de 2008
Los Derechos del Sabio
I- Ser objeto de honra
1. Del Mensajero de Dios (BP): Honrad a los sabios, puesto que ante Dios son honorables.
2. También de él (BP): Quien honra a un sabio, en verdad que me ha honrado a mí; quien me honra, en verdad que ha honrado a Dios; y quien honra a Dios, entonces su destino es el Paraíso.
3. También de él (BP): El respeto del sabio que actúa según su conocimiento es como el respeto de los mártires y los veraces.
II- No menospreciarle
4. Del Mensajero de Dios (BP): Quien menosprecia a un poseedor de conocimiento, en verdad que me ha menospreciado a mí, y quien me menosprecia es un incrédulo.
5. Del Imam ‘Alî (P): No menosprecia al conocimiento y a su gente sino aquel que es necio e ignorante.
6. También de él (P): Abstente de menospreciar a los sabios, que ciertamente que ello te denigra y hace que se piense mal y se imagine mal de ti.
7. Del Imam Zain Al-‘Âbidîn (P): Por cierto que Dios, Enaltecido y Glorificado Sea, le reveló a Daniel: “Ciertamente que el más detestable de Mis siervos para Mí, es el ignorante que menosprecia el derecho de la gente del conocimiento, que deja de lado el hecho de seguirles”.
8. Del Imam As-Sâdiq (P): El sensato no menosprecia a nadie, y hay tres a los que más corresponde no menospreciar: los sabios, el fuerte y los hermanos, puesto que quien menosprecia a los sabios corrompe su religión.
III- Mostrarse humildes con él
9. Del Mensajero de Dios (BP): Sed humildes ante el sabio y enaltecedle, que ciertamente que los ángeles enaltecen al sabio, bajan sus alas (ante él) y piden perdón por él.
IV- Bajar la voz ante él
10. Del Mensajero de Dios (BP): Quien baja su voz en presencia de los sabios, se presentará el Día de la Resurrección con aquellos de mis compañeros a quienes Dios probó su corazón en la piedad, y no hay bien alguno en la lisonja y la humildad, sino en aquello que sea por Dios, Majestuoso e Imponente, en procura del conocimiento.
V- Seguirle
11. Del Mensajero de Dios (BP): Seguid a los sabios, puesto que ellos son los candiles de esta vida mundanal y las lámparas de la otra vida.
12. Del Imam ‘Alî (P): Sabed que acompañar y seguir al sabio, conforma una religión que se profesa a Dios, que obedecerle lleva a lograr las buenas obras y a borrar las malas, constituye una provisión para los creyentes, un enaltecimiento para ellos en sus vidas, y un buen nombre luego de su muerte.
13. También de él (P), en sus consejos a su hijo Muhammad Al-Hanafîiah: “¡Oh hijo!... Acepta de los sapientes sus amonestaciones y reflexiona en sus ordenanzas”.
VI- Visitarlo
14. Del Mensajero de Dios (BP): Quien visite a un sabio, en verdad que es como si me hubiera visitado a mí, y quien estrecha las manos de un sabio, es como si hubiera estrechado mis manos.
15. También de él (BP): Quien se dirige a recibir a un sabio, en verdad que se ha dirigido a recibirme a mí, y quien visita a los sabios, en verdad que me visita a mí.
VII- Reunirse con él
16. Del Mensajero de Dios (BP): Quien se reúne con los sabios, en verdad que se ha reunido conmigo, y quien se reúne conmigo, es como si se reuniera con mi Señor, Majestuoso e Imponente.
17. También de él (BP): Le dijo Luqmán a su hijo: “¡Oh hijo! Acompaña a los sabios, acércate a ellos, reúnete con ellos y visítales en sus casas, que tal vez (así) te les parezcas y estés junto a ellos; y reúnete con los probos de entre ellos, que tal vez Dios haga que les toque una misericordia, y la misma te abarque, aunque fueras un ruin”.
18. Del Imam ‘Alî (P): Reúnete con los sabios que incrementarás tu conocimiento.
19. También de él (P): Reunirse con los sapientes constituye la vida de los intelectos y la cura para las almas.
20. También de él (P): Reúnete con los sapientes, de esa manera se perfeccionará tu intelecto, se ennoblecerá tu alma, y se eliminará de ti la ignorancia.
21. También de él (P): La reunión de sapiencia es el sembradío de los virtuosos.
22. También de él (P): Me asombro de quien anhela incrementar los amigos, ¡¿cómo no acompaña a los sabios, sagaces, piadosos, de forma que se aproveche de sus virtudes, se guíe de sus conocimientos, y se engalane con su compañía?!
23. Del Imam Zain AL-‘Âbidîn (P), en la súplica de sahar (la madrugada): “¡Tal vez no me has encontrado en las reuniones de los sabios, y así me has desamparado!”.
VIII- Preguntarle
24. Del Mensajero de Dios (BP): Preguntad a los sabios, dialogad con los sapientes, y reunios con los pobres.
25. Del Imam ‘Alî (P): Debatir con los sabios resulta en el aprovechamiento de ellos, y en adquirir sus virtudes.
26. También de él (P), en su carta a Mâlik Al-Ashtar, al nombrarle gobernador de Egipto: “Abunda en el hecho de departir con los sabios y en el hecho de debatir con los sapientes, en lo relacionado a consolidar aquello que va en beneficio de los asuntos de tu región, y a asentar aquello que conformaba el sostén de la gente antes de ti”.
IX- Servirlo
27. Del Imam ‘Alî (P): Si ves a un sabio sé para él un sirviente.
28. Del Jesús (P): Por cierto que quien más merece entre la gente ser servido es el sabio.
X- Desistir de disputar con él
29. Del Imam As-Sâdiq (P): El consejo de Waraqah Ibn Nawfal a Jadîyah Bint Juwailid, con ella sea la paz, cuando él fue a verla y le dijo: “¡Oh sobrina! No disputes con un ignorante ni con un sabio, puesto que cuando disputas con un ignorante, éste te importuna, y cuando disputas con un sabio, éste te deniega su conocimiento; y solamente es dichoso con los sabios aquel que les obedece”.
30. Del Imam Al-Kâdzim (P), en su consejo a Hishâm Ibn Al-Hakam: “Enaltece al sabio por su conocimiento, y deja de lado el hecho de lidiar con él”.
31. De Luqmán el sapiente: No polemices con los sabios de manera que les parezcas simple y te rechacen, ni tampoco polemices con los necios de forma que actúen con ignorancia contigo y te insulten, en cambio sé paciente con quien se encuentra por encima de ti en conocimiento, y con quien se encuentra por debajo de ti, que por cierto que solamente se une a los sabios quien es paciente con ellos, se apega a ellos y toma de su conocimiento con benevolencia.
XI- Sobre temas diversos
32. Del Imam ‘Alî (P): Por cierto que forma parte del derecho del sabio el que no le hagas preguntas en exceso, que no te le adelantes a dar respuesta, que no le insistas si rehúsa, que no le tomes de la ropa si se encuentra remolón, que no le señales con la mano, que no le guiñes con el ojo, que no le secretees en su reunión, que no procures sus debilidades, que no digas: “Fulano opina lo contrario a tus palabras”, que no divulgues un secreto suyo, que en su presencia no hagas maledicencia de nadie, que le resguardes tanto en su presencia como en su ausencia, que generalices el saludo a toda la gente (presente) y le realices un saludo particular, que te sientes enfrente suyo, que si tiene alguna necesidad que te adelantes a la gente a servirle, y que no te hastíes de acompañarle largamente, puesto que ciertamente que él es como la palmera: debes esperar hasta que caiga sobre ti un beneficio de la misma.
33. También de él (P): El que más merece la misericordia entre la gente, es un sabio que hace regir sobre sí mismo el juicio de un ignorante, un generoso que está bajo la influencia de una persona reprobable, y un benevolente que se encuentra bajo el dominio de un corrupto.
Los Derechos del Maestro
34. Del Mensajero de Dios (BP): Quien enseña a otro una cuestión, se vuelve su amo. Se le dijo: ¿Acaso lo vende y lo compra? Dijo: No, sino que le ordena y le prohíbe.
35. También de él (BP): Hay tres a quienes no menosprecia sino el hipócrita cuya hipocresía es evidente: Quien ha encanecido su cabello en el Islam, el maestro de lo bueno, y el imam justo.
36. Del Imam ‘Alî (P): Hay tres cosas de las que no se debe tener vergüenza: el que el hombre sirva a su invitado, levantarse de su lugar para su padre y su maestro, y procurar un derecho aunque sea poco.
37. Del Imam Zain Al-‘Âbidîn (P): En cuanto al derecho de quien te rige por medio del conocimiento es que le honres y le respetes en su reunión, le prestes total atención, le atiendas con real interés, que no eleves tu voz sobre él, que no respondas a nadie que le pregunte sobre algo de modo que sea él el que brinde la respuesta, que en su reunión no hables con nadie, que en su presencia no hagas maledicencia de nadie, que le defiendas si en mencionado con maldad en tu presencia, que ocultes sus defectos y manifiestes sus virtudes, que no te reúnas con quien sea su enemigo, ni te enemistes con quien sea su amigo. Si haces esto, los ángeles de Dios, Majestuoso e Imponente, testimoniarán por ti que has actuado justamente con él, y que has aprendido su conocimiento por Dios, Majestuoso e Imponente, y no por la gente.
38. De Hamzah Ibn Hamrân: Escuché decir a Abû ‘Abdil•lah (el Imam As-Sâdiq, con él sea la paz): “Quien procura su comida a través de su conocimiento se empobrece”. Dije: “¡Que yo sea sacrificado por ti! En verdad que entre tus seguidores y adeptos hay gentes que portan vuestros conocimientos y los esparcen entre vuestros seguidores, y no carecen por eso de benevolencia, buen vínculo de parentesco, y generosidad”. Entonces dijo (P): “Esos no son procuradores de sustento, sino que el procurador de sustento mediante su conocimiento es aquel que da dictámenes sin conocimiento, ni guía de parte de Dios, Majestuoso e Imponente, para tergiversar los derechos por codiciar los bienes efímeros del mundo”.
39. Narró Al-Fadl Ibn Abû Qurrah: Le dije a Abû ‘Abdil•lah (el Imam As-Sâdiq, con él sea la paz): “Éstos dicen que la remuneración del maestro es ilícita”. Entonces dijo: “¡Mienten los enemigos de Dios! Por cierto que solamente quieren que el Corán no sea enseñado, que en verdad que si el hombre da a un maestro (lo equivalente) al precio de sangre de su propio hijo, sería ello lícito para el maestro”.
40. Se cita en el libro Al-Manâqib de Ibn Shahrâshûb: Se dice que ‘Abdurrahmân As-Sulamî enseñó al hijo de Al-Husain (la primera sura coránica) Al-Hamd; cuando se la leyó a su padre éste le dio mil dinares, mil prendas, y llenó su boca de perlas. Entonces se le dijo algo al respecto, y expresó: “¿Y qué es esto en comparación con lo que él brindó –esto es, su enseñanza-?”. Luego Al-Husain recitó los siguientes versos: Si la vida es generosa contigo, entonces sé generoso mediante la misma con toda la gente antes que se te vaya de las manos. Que la generosidad no la aniquila si es que se presenta, ni la avaricia la hace permanecer cuando se aparta.
Los Derechos del Alumno
41. Del Mensajero de Dios (BP): Por cierto que la gente os sigue, y ciertamente que vendrán hacia vosotros hombres de todas las regiones de la tierra para instruirse en la religión; así, cuando vengan a vosotros, recomendaos el bien respecto a ellos.
42. Del Imam Zain Al-‘Âbidîn (P): El derecho del pequeño, es tenerle misericordia durante su enseñanza, perdonarle, ocultarle sus defectos, tratarle con benevolencia, y ayudarle.
43. También de él (P): En cuanto al derecho de quien es tu subordinado por medio del conocimiento, es que sepas que Dios te ha dispuesto como tutor para ellos con relación al conocimiento que te ha otorgado y te ha abierto Sus tesoros. Si actúas en buena forma en enseñar a la gente, y no les ofendes ni te hastías de ellos, Dios te incrementará de Sus favores; en cambio, si niegas a la gente tu conocimiento, o les ofendes al requerirte ellos el conocimiento, será un derecho de Dios, Majestuoso e Imponente, que suprima tu conocimiento y su esplendor, y baje tu lugar de los corazones.
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