Wednesday, October 5, 2011

No debe haber Discriminación al Definir el Terrorismo

No debe haber Discriminación al Definir el Terrorismo
Extracto del discurso ofrecido por el Líder de la Revolución Islámica de Irán, Aiatul•lah ‘Alî Huseiní Jameneí, el 17 de Setiembre de 2001.
El Mensaje de Az-Zaqalain
Año VI, N° 20, Artículo N° 2
Libros.ir
Rayab 1422 / Septiembre 2001


Expresaré algunos puntos respecto a los sucesos acontecidos últimamente en algunas ciudades norteamericanas. Nosotros, en conformidad con el Islam, condenamos el asesinato de seres humanos y la matanza de gente, y esa es nuestra opinión categórica. No hay diferencia que esos asesinatos en masa se perpetren en Hiroshima y Nagasaki, en Qana, en Sabra y Chatila, en Deir Yasin, en Bosnia o Kosovo, en Irak, o en Nueva York y Washington. No hay diferencia que el instrumento utilizado para perpetrar las matanzas sea una bomba atómica, un misil de largo alcance, agentes microbianos, armas químicas, armas fabricadas con residuos atómicos, un avión de pasajeros o un avión de guerra. No hay diferencia en que aquellos que proyectan el genocidio y matanza en masa sean Estados u organizaciones o individuos infiltrados. No hay diferencia en que esas personas asesinadas sean musulmanes, cristianos o cualquier otra persona común. Una acto desastroso, en cualquier lugar, por cualquier medio y por quien fuera que se perpetre, si es que debe ser condenado –y por supuesto que debe serlo-, no debe haber discriminación en ello.

Nosotros condenamos este acto tanto como el accionar norteamericano en Hiroshima. Si es que, Dios no lo permita, ocurre una tragedia similar en Afganistán también lo condena-remos. Las vidas de las personas deben mantenerse a salvo de estar expuestas a tal cosa. Hoy en día el régimen sionista, al igual que hace cincuenta años, se encuentra realizando tales actos siniestros dentro de Palestina. Todo ello es condenable.

Otro punto a este respecto es que lamentablemente los medios de difusión norteamericanos excitan a la opinión pública contra los musulmanes. Ese es otro de esos actos perversos que a veces concluyen en desgracia. ¿Por qué los musulmanes deben ser objeto de acusación? Los musulmanes a lo largo y ancho del planeta e incluso dentro de los Estados Unidos han sido oprimidos en muchas ocasiones. En Europa los musulmanes de Bosnia-Herzegovina y Kosovo, en el Medio Oriente los musulmanes de Palestina y Líbano, y asimismo en muchas otras regiones del mundo, los musulmanes siempre han sido objeto de opresión. ¿Por qué se debe dirigir la acusación contra los musulmanes? En este caso, la comunidad islámica no tiene ninguna culpa. Acusan a un individuo que es musulmán de haber cometido este acto. Nosotros no sabemos si en verdad lo perpetró o no. Es posible que esto no haya sido obra suya. También es posible que sí. Pero, ¿cómo se puede generalizar el acto de una persona a todos? En otro caso similar, si es que una persona perpetrara tal acto siniestro, en caso que sea seguidor de una religión en particular, ¿acaso por ello toda la gente de esa religión debe ser acusada? Hoy en día los sionistas están cometiendo los más siniestros actos y los crímenes más despiadados, ¿acaso por eso debemos acusar a todos los judíos del mundo? No es así. Nosotros en nuestro propio país tenemos muchos judíos que viven al igual que el resto de los ciudadanos. En el caso que todo ello fuera cierto, ¿por qué el acto de un individuo debe generalizarse a todos los musulmanes? Yo creo que esta ola propagandista contra el Islam y los musulmanes que se está dando en EE.UU. y en algunos otros países, es obra de los sionistas, que son los que tienen a su disposición los medios de comunicación. Ellos son los que siempre han recibido golpes del Islam y son sus enemigos irreconciliables.

Otro de los puntos es la cuestión de Afganistán. ¿Acaso ese pueblo oprimido debe ser pisoteado otra vez? Hace veinticinco años que Afganistán es víctima de crudos conflictos; una vez la Unión Soviética, otra vez la guerra interna, y hoy este otro factor foráneo ingresa en la vida de los afganos y coloca a esta gente oprimida bajo las presiones de los golpes despiadados y brutales de la guerra, por el mero hecho de que algunos individuos fueran los autores del hecho –lo cual todavía no se sabe a ciencia cierta-. Hay muchos indicios que nos hacen inferir que fueron otros los que maquinaron y han sido los ejecutores principales de los acontecimientos de EE.UU. El tipo de accionar está en conformidad con la disposición y maneras de los sionistas, y aunque pueda creer que infiltraran a algunos individuos musulmanes –a sabiendas o no- en su infernal red, en el supuesto caso de que la acusación fuese cierta y una persona o grupo fuera acusado en este suceso, ello no brinda la autorización para que el pueblo afgano sea objeto de ahogo y opresión.

Otro tema es que hoy los sionistas están sacando el mayor provecho de este acaecimiento. Ni bien tuvo lugar este suceso, los sionistas endurecieron su accionar en los territorios de la oprimida y herida Palestina, ¡¡mientras el mundo sólo presencia ello en silencio!! ¿Por qué el mundo acepta toda esa opresión? ¿Acaso la matanza de personas es diferente de un lugar del mundo a otro? ¿Acaso las familias de las víctimas que son asesinadas en Palestina son diferentes de las familias de los que murieron en Nueva York? Tanto unas familias, mujeres y niños, como las otras, fueron ultrajadas. Es necesario solidarizarse con los ultrajados en todas partes del mundo. ¿Por qué el mundo hace silencio ante esta tragedia? Es muy clara y evidente la obligación de los musulmanes de protestar por las operaciones que los sionistas están realizando contra el pueblo palestino en las tierras ocupadas aprovechando la oportunidad que se les presentó de que la opinión pública mundial se encuentra orientada a un solo punto en particular.

Estos conflictos por los que atraviesa hoy la humanidad son producto de la injusticia y la discriminación. A su vez, la injusticia y la discriminación se originan del dominio que ejercen las pasiones diabólicas sobre las personas adineradas y potentadas y también por el alejamiento de Dios. Es cuando las personas se alejan de Dios que los propósitos diabólicos pueden manipular a los seres humanos.

Hoy, la solución a los antiguos males del mundo y las heridas de la humanidad, está en el retorno hacia Dios: «Escapad hacia Dios» (51: 50). Esto que vemos es el resultado de aquellos que intencionadamente alejan a las personas de la espiritualidad, la fe y la atención en Dios. La cura de los males de la humanidad se encuentra en dirigirse a Dios y la vuelta a la fe. Hoy las sanas conciencias perciben ello en todas partes del mundo. Las personas solitarias se encuentran bajo presión en el sistema materialista del mundo. Hoy, en todas partes del planeta la gente siente necesidad de dirigirse a Dios. En cualquier parte que el estandarte de “dirigirse a Dios” sea enarbolado, ello atraerá los corazones. Aquellos que creen en Dios y conocen la importancia de tener fe en Él, día tras día deben brindar más atención al respecto.

¡Señor nuestro! Por Muhammad y la familia de Muhammad, te suplicamos que día tras día dispongas más profundamente una fe genuina y radiante en la gente de este mundo, en cualquier parte que se encuentren. ¡Señor nuestro! Libra a los seres humanos del mal de estos dilemas. ¡Señor nuestro! Haz que la maldad de los malvados vuelva hacia ellos mismos. ¡Señor nuestro! Ampara y ayuda a los oprimidos del mundo en cualquier lugar que se encuentren. Que la Paz, Misericordia y Bendiciones de Dios sean con vosotros.

... 26 de Septiembre

A causa de los sucesos acaecidos en algunas ciudades norteamericanas, hoy se plantean algunas cuestiones en el mundo. Las olas propagandísticas mundiales y los movimientos políticos internacionales se explayan en forma unilateral. Los medios de comunicación masiva se encuentran en manos de un número determinado. Los periódicos y la televisión mundial, se encuentran al servicio de los capitalistas, los acaudalados y los poderosos, y no a disposición de las personas comunes, las personas lúcidas, correctas y sapientes. Ellos introducen lo que se les antoja en los canales de comunicación de radio y televisión y las agencias de prensa y periódicos, y lo difunden hasta en los lugares más recónditos. Hay quienes sin percatarse consumen eso y se ven sugestionados, y lamentablemente hay otros que ayudan a esas olas propagandísticas unilaterales originadas de la ambición y la arrogancia mundial, sin que ello ni siquiera les reporte un beneficio.

Yo veo necesario expresar algunos puntos al respecto para tener informada a nuestra querida nación.

El primer punto es que el comportamiento y las manifestaciones del Estado y los funcionarios norteamericanos sobre esta cuestión, son muy altaneras y presuntuosas, y surgen del espíritu de arrogancia. Hacen declaraciones que no armonizan con ninguna lógica. Por supuesto, su reputación se vio afectada y su prestigio en el mundo en materia de seguridad fue seriamente perjudicado; pero ello no es motivo para que adopten una vez más su semblante imperialista y aspecto agresivo, o sea querer decir: “¡Oh gentes del mundo! ¡Estamos enojados! ¡Así que no nos contradigan!”. Esto es: ¡Que nadie se atreva a decir algo contrario a lo que ellos dicen! Imaginándose que con ese proceder es posible sacar del medio a los pueblos, personas y Estados independientes. Entre esas declaraciones está que: “Quien no está con nosotros, está con los terroristas”. Ésta es una expresión muy equivocada. No, no es así. Hay muchos que están con los norteamericanos y son más peligrosos que todos los terroristas del mundo juntos. Hoy, el Estado de Israel está conformado por los más peligrosos terroristas. Aquellos que se encuentran a la cabeza de dicho Estado, son individuos que dieron órdenes directas y participaron, y fueron los autores de los más trágicos sucesos terroristas. Ahora mismo también, día tras día están ocupados cometiendo actos terroristas... y están con los norteamericanos. Según esto, no es cierto que todo aquel que está con ustedes no está con los terroristas. No es así, los más despiadados terroristas se encuentran ahora mismo junto a ustedes. Pasa lo mismo con el punto opuesto que expresa “quien no está con nosotros está con los terroristas”. No es así, nosotros no estamos con ustedes, y tampoco estamos con los terroristas.

La segunda cuestión es que estos individuos, desde los primeros momentos después del suceso, llenaron los espacios públicos con manifestaciones y declaraciones en contra del Islam. ¿Cómo es que ustedes pudieron determinar en la primera hora después del hecho que fue obra de los musulmanes? ¿Si es que su aparato de inteligencia era tan fuerte como para que inmediatamente después, la radio y la televisión en Norteamérica hablasen de una forma tal que todos creyeran que eso fue obra de los musulmanes, por qué no pudieron determiner que se estaba produciendo una operación tan vasta como esa que necesita meses –e incluso algunos dicen que años- para llevarse a cabo? ¿Cómo determinaron que fue obra de musulmanes? Manipularon de tal forma los espacios públicos que en Norteamérica y en algunos países europeos algunas mezquitas fueron atacadas, y se llegó a disparar y apuñalar a algunos cuya apariencia dejaba entrever que eran musulmanes. El presidente de EE.UU. en sus primeras declaraciones dijo: “¡Esto es una Cruzada!”. Las Cruzadas fueron guerras en las que los cristianos vinieron desde Europa para conquistar Palestina y duraron doscientos años. Por supuesto, los cristianos europeos fueron vencidos y los musulmanes salieron triunfantes y lograron sacarlos de allí.

Una lucha Cruzada significa guerra entre el Islam y el Cristianismo. Si es que no había intención de decir ello, ¿cómo es que un alto dirigente puede expresarse de esa manera sin control de sí mismo ni reparo? ¿Por qué acusa a todos los musulmanes del mundo por una acción terrorista y trágica? Disponen a la opinión pública contra el Islam y luego dicen oficialmente: “¡Oh gente! No ataquen a los musulmanes”. ¿Acaso eso es posible? Ustedes primero disponen el ambiente de una forma tal que acusan a todos los musulmanes y árabes, continuamente publican en sus diarios nombres islámicos y fotos de árabes con su pañuelo y turbante. O sea que entre todos esos sospechosos ¿no había ni siquiera uno que fuera norteamericano y occidental, o tuviera nombre europeo? ¿Si no, por qué no los publicaron? Ese es un proceder extremadamente repulsivo; es una acción muy infame que tendrá consecuencias a largo plazo, que no se podrá reparar rápida y fácilmente.

El tercer tema es que en estos sucesos los norteamericanos demostraron tener grandes expectativas. Porque los norteamericanos fueron atacados, ahora esperan que todo el mundo deba colaborar con ellos. ¿Por qué? ¿Porque sus intereses fueron vapuleados? ¿Cuándo ustedes observaron los intereses de los demás como para que ahora esperen que todos observen los de ustedes? ¿Acaso en el mundo de hoy el mero hecho de poseer cañones, fusiles y mísiles le permite a un Estado anunciar que “se debe hacer lo que yo digo y no otra cosa”? ¿Acaso la gente del mundo puede aceptar eso? Es eso mismo lo que hace de EE.UU. un país odiado.

Hoy ustedes pueden apreciar en cuántos países del mundo se quema la bandera norteamericana. No todas partes es Irán. La conferencia que últimamente tuvo lugar en África del Sur, puso de manifiesto los sentimientos de la gente, organizaciones y Estados diferentes del mundo. Con esa prepotencia y exceso de expectativas, EE.UU. ha hecho de sí mismo un país odiado. Si los intereses norteamericanos en el Golfo Pérsico se ven expuestos al peligro, todos deben participar, pero si los intereses de los mismos países del Golfo Pérsico se ven en peligro... ¡que se vean en peligro! ¡¿Qué tenemos que ver?! Con todo lo que pisotearon los intereses de los diferentes países –entre ellos el nuestro-, ahora dicen “todo el mundo debe colaborar con nosotros, puesto que nuestros intereses fueron atacados”. Es una expectativa excesiva.

Otro punto es que en la mente de los funcionarios norteamericanos el concepto de terrorismo es erróneo. Ellos definen muy mal al terrorismo, de forma que el asesinato en masa y la matanza de gente en Sabra y Chatila –dos campamentos de refugiados palestinos- que se produjo en una sola noche por orden de aquel mismo que hoy se encuentra a la cabeza del usurpador Estado sionista, ¡no es considerado terrorismo!

Hace algunos años, un grupo numeroso de gente de Qana en Líbano, se reunió para protestar frente a la oficina de las Naciones Unidas, y los helicópteros israelíes llegaron y acribillaron a cientos de personas, entre las cuales se encontraban mujeres, hombres, niños, hambrientos y sedientos, ¡y mataron a todos! ¡Norteamérica no considera eso terrorismo!

Cuántas veces ingresaron a Líbano y secuestraron o asesinaron personas, ¡pero nada de eso constituye un acto de terrorismo!

Hace uno o dos meses el Estado usurpador sionista aprobó oficialmente que se debía ejecutar a algunos elementos palestinos y efectivamente lo hicieron. Hicieron explotar sus automóviles y asesinaron a numerosas personas. ¡Pero nada de eso conforma un caso de terrorismo!

En cambio el pueblo palestino que se levantó para defender su propio suelo y hacer valer sus pisoteados derechos, para lo cual grita y toma piedras en sus manos –¡ni siquiera armas tiene!- ¡Son terroristas!

Ésta es la lógica norteamericana, la cual es errónea y el mundo no acepta.

Otro punto es que dicen “no existe terrorismo bueno y terrorismo malo, sino que todos los terroristas son malos”. Pero el caso es que ellos mismos en la práctica dividen el terrorismo en bueno y malo. En el firmamento del Golfo Pérsico hacen explotar, desde un navío, un avión de pasajeros iraní con cientos de pasajeros sin ningún motivo ni excusa, y cientos de personas son despedazadas y ahogadas; tras ello no sólo no juzgan ni reprochan al comandante del navío, y no sólo no piden disculpas a Irán sino que premian al comandante. Eso es “terrorismo bueno”. Esa es una lógica equivocada. El concepto es erróneo, y esperan que sobre la base de ese mismo concepto erróneo todo el mundo se aliste y se disponga detrás de ellos y haga todo lo que quieran, y que los demás no sólo no objeten, ¡sino que todos deben ayudarles!

El conjunto de indicios y testimonios señalan que hay otra cosa detrás de ese escenario que hoy se ha montado en torno a la cuestión de Afganistán. Afganistán oprimido y sin defensor, se encuentra frente a sus garras, a causa de que un individuo, o diez, o cien, o digamos mil individuos sospechados de provocar las explosiones de Nueva York y Washington se encuentran dentro de ese país. Pero detrás de este escenario hay otra cuestión. Los primeros indicios señalan que el Estado norteamericano pretende hacer lo mismo que hizo en la guerra del Golfo Pérsico en esta zona, o sea venir a instalarse en Asia Menor y el subcontinente indio y tener luz verde para hacer presencia con la excusa de que no hay seguridad en la región. En segundo lugar, su propósito es ajustar cuentas con quienes en la cuestión palestina defienden a esos oprimidos. Las otras cuestiones no son sino una fachada del caso.

Otro punto es que estos individuos en sus declaraciones repiten que “en este caso Irán debe ayudarnos de diferentes formas”. ¡Yo me asombro como éstos tienen la desfachatez de solicitar ayuda al gobierno de la República Islámica y al pueblo iraní! Hace veintitrés años que ustedes hacen todo lo que esta a su alcance para perjudicar a esta nación. ¿Ahora esperan que les ayudemos? ¡Y qué tipo de ayuda! Aunque Afganistán no hubiese sido una nación musulmana, ni hubiese sido oprimida, ni hubiese sido nuestra vecina, aún así ese pedido sería desubicado, qué decir en este caso que esa nación está oprimida y desposeída.

Realmente que el corazón del ser humano debe sentir lástima por la nación de Afganistán. ¿Esperar ayuda de la República Islámica? No. En el ataque de Norteamérica y sus aliados contra Afganistán no brindaremos ningún tipo de ayuda.

En resumen, nosotros no creemos que Norteamérica sea sincera en su lucha contra el terrorismo. Ellos no son sinceros, mienten y persiguen otros objetivos.

Consideramos que Norteamérica no tiene la idoneidad para liderar el movimiento mundial contra el terrorismo. Las manos de Norteamérica se encuentran impregnadas de todos los crímenes que el régimen sionista cometió en todos estos años, y en estos días prosigue con sus crímenes con toda inclemencia y salvajismo.

Todos deben saber que el Irán islámico no participará de ningún movimiento liderado por Norteamérica –y eso es algo que fue manifestado por nuestros funcionarios en sus reuniones privadas y entrevistas, y algo que yo mismo repito-. Por supuesto, la lucha contra el terrorismo y la inseguridad del entorno de la vida del ser humano, es una lucha obligatoria, necesaria y sagrada. Todo aquel que pueda participar en esta lucha debe hacerlo. Solo que éste conforma un movimiento, por lo que debe contar con un liderazgo idóneo.

Nuestros funcionarios, en estos días han manifestado repetidamente que en el marco de las Naciones Unidas nosotros estamos dispuestos a cooperar con dicho movimiento y marchar junto al mismo. Yo en lo particular digo: ¡Sí! Las Naciones Unidas está bien, solo que con una condición, y es que las Naciones Unidas no se dispongan bajo la influencia de Norteamérica y otras grandes potencias, ya que si no es así, y las Naciones Unidas –ya sea el Consejo de Seguridad u otro cuerpo de la misma- se dispone bajo la influencia de aquellos, no será de confiar. Nosotros en el pasado no hemos tenido una buena experiencia a este respecto.

Los Estados islámicos tienen una gran responsabilidad en este particular, deben ingresar a la escena primero, en nombre de un gran movimiento humano y mundial contra el terrorismo, la amenaza contra la vida de las personas y la agresión contra la vida común y cotidiana de los ciudadanos –lo cual conforma una gran responsabilidad, y la organización de la Conferencia Islámica, a este respecto tiene un deber, y nosotros, como miembros de la Asociación de la Conferencia Islámica, consideramos que ello conforma una de las responsabilidades categóricas de dicha organización-; y segundo, por el hecho de que Afganistán es una nación musulmana y parte de la comunidad islámica, por lo que a este respecto debe jugar un papel activo.

El pueblo oprimido de Afganistán no tiene ninguna culpa. ¿Acaso la sangre de los que fueron asesinados en los edificios del comercio mundial de Nueva York es más colorida que la sangre del pueblo de Afganistán? ¿Por qué y cuál es la razón? ¿Acaso porque el cuello de sus camisas está más desaliñado? ¿Acaso porque están privados de higiene, comida, bienestar y seguridad –y ello por verse bajo el dominio de aquellos que por largos años fueron aleccionados por las grandes superpotencias? Antes del golpe de Estado de hace veinte y pico de años, aquellos que se encontraban a la cabeza del gobierno estaban vinculados a las grandes potencias. Después llegaron los comunistas vinculados a la ex-Unión Soviética. Luego aquello que la misma gente sabe y está viendo.

En los últimos tiempos, el destino de la gente afgana siempre ha estado delimitado por la intromisión de las potencias mundiales. Ese es el motivo de la pobreza y el atraso de los afganos, y sino, en verdad que la gente de Afganistán es libre, valiente y muy capaz, poseedora de una cultura profunda y antigua.

Nosotros conocemos al pueblo afgano y hemos vivido con ellos por muchos siglos. Nosotros sabemos que son un pueblo con una gran capacidad, y que no tienen absolutamente nada menos que la gente de otras partes del mundo, sino que en muchos aspectos tienen más. ¿Qué pecado cometió esta gente que debe ser víctima de los diferentes propósitos y políticas? A este respecto la organización de la Conferencia Islámica y los países islámicos tienen la responsabilidad de ingresar a escena en forma sensata y hábil, e impedir que esta gente siga recibiendo golpes.

Digamos que unos cuantos terroristas han hecho su guarida allí –algo que no sabemos si es verdad o mentira y es sólo una invocación de los norteamericanos-, ¿por qué las culpas de esos cuantos debe endosarse a todo el pueblo afgano? ¿Por qué el pueblo de Afganistán debe ser pisoteado?

Traducido del persa por:
Sheij Feisal Morhell

Libros.ir
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