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jueves, 17 de septiembre de 2015 21:36
Los padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en México sostienen pancartas en frente del Palacio Nacional en la Ciudad de México, 26 de agosto del 2015.
Un presunto miembro del cártel Guerreros Unidos ha sido detenido por las fuerzas de seguridad mexicanas por estar involucrado en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hace casi un año.
El presunto miembro es identificado como Gilgardo López Astudillo, alias el "Gil", y según han confirmado este jueves fuentes de la Secretaría de Gobernación mexicana, ha sido detenido en la ciudad de Taxco, en el estado de Guerrero (sur).
Más detalles sobre la captura serán dados este mismo jueves por el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales, ha declarado la fuente oficial a la agencia de noticias española EFE.
El 26 de septiembre de 2014, un grupo de policías pagados por el cártel Guerreros Unidos dispararon contra decenas de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Iguala, estado de Guerrero por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, supuestamente para evitar que sabotearan un acto oficial.
Tras este incidente, los agentes capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al cártel, que asegura haberlos matado e incinerado sus cuerpos en un basurero, aunque hasta la fecha solo se había identificado dos de los cadáveres.
López Astudillo habría dado la orden de calcinar los cuerpos de los 43 estudiantes, según declaró el líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, tras ser detenido en octubre del año pasado.
Fotos del líder del cártel Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias, y el otro miembro recién detenido Gilgardo López Astudillo.
Además, el líder del cártel declaró que el "Gil" le informó aquella noche, con un mensaje de texto, de un enfrentamiento en Iguala que atribuyó al grupo rival Los Rojos, y que por este motivo, ordenó hacer desaparecer a los jóvenes para defender su territorio.
Dicha orden fue transmitida por el “Gil” a Felipe Rodríguez Salgado -el "Cepillo"- que fue capturado el pasado mes de enero y que, según la Procuraduría General de la República (PGR), recibió a los jóvenes de manos de los policías corruptos en un lugar conocido como Loma del Coyote y los trasladó hasta el basurero de Cocula, donde fueron supuestamente asesinados e incinerados.
De acuerdo con las declaraciones del "Cepillo" a la PGR, esa noche durmió en casa del "Gil” quién le ordenó al día siguiente que regresara al basurero para recoger las cenizas y tirarlas en bolsas de basura al río San Juan.
A principios de agosto, la PGR mexicana informó que las autoridades del país entregaron al laboratorio de la universidad austriaca 53 muestras de ropa y objetos de los 43 estudiantes desaparecidos, en el marco de estas investigaciones, el pasado miércoles, la PGR anunció haber identificado los restos del segundo estudiante.
Esta tragedia ha levantado masivas marchas de protestas en México y ha expuesto al Gobierno de Enrique Peña Nieto a duras críticas nacionales e internacionales por la falta de justicia en el caso de los estudiantes.
En un reciente informe, expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigaron el caso durante seis meses concluyeron que la indagatoria de la PGR tiene omisiones y fallas que impidieron llegar a una conclusión definitiva sobre el paradero de los estudiantes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estimó recientemente que hay más de 20 mil desaparecidos en México además de criticar la inacción gubernamental por los “pocos avances” en la lucha contra las desapariciones forzadas.
snr/ybm/mrk
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