Presidente: El santo objetivo de salvación de Palestina, nunca se debe olvidar
Alguien que une a los planes de los enemigos, no se quede nada de su nombre en la historia, pero la notoriedad
Código de Noticia: 29680 -
lunes 29 Agosto 2011 - 10:27
El presidente señalando que los estados regionales deberían colaborar con su postura nacional frente a las potencias arrogantes, afirmó:” Las adaptaciones actuales y las acciones ocultas no se ocultan y no se puede reclamar la libertad y la justicia y el derecho de las naciones, pero detrás de las escenas o directamente colaborando en los crímenes de sionistas y americanos. Estados de la región deben tener en cuenta que si van a ser engañados por los enemigos y se unen con sus planes no se quede nada de su nombre en la historia, pero la notoriedad.”
Hablando en el Día Internacional de Quds en la capital de irán, Teherán, el viernes, el presidente Ahmadineyad aseguró que la existencia del régimen sionista no es sólo una amenaza para los palestinos y las todas las naciones regionales, además para su establecimiento y continúan los intereses opuestos de la supervivencia, independencia y dignidad de todas las pueblos del Oriente Medio.
Asimismo añadió que el preludio de la instauración del régimen sionista era mentira. "Una de las grandes mentiras es la fábula del Holocausto".
"En los Estados Unidos y Europa, las figuras políticas de todo el mundo pueden ser criticadas por el derecho a la libertad de expresión. Sin embargo, se considera un pecado imperdonable que alguien pregunta acerca del régimen sionista." señaló.
El presidente Ahmadineyad agregó que las potencias arrogantes, poco después de la primera y segunda Guerra Mundial, llegaron a la conclusión de que tendrían que subcontratar sus problemas, y dirigirlos fuera de sus fronteras. Por esa razón, se tomó la decisión de crear el régimen sionista.
El jefe del poder ejecutivo iraní continuó: "Los poderes opresores inicialmente buscaban la estabilización del régimen sionista en toda la tierra de Palestina, pero se enfrentaron a la derrota en el proceso. Hoy en día están tácticamente hablando de la idea de división Israel-Palestina (2 estados), y si el establecimiento de un Gobierno palestino sería un paso hacia la liberación de toda Palestina en el largo plazo, la República Islámica de Irán da la bienvenida a esta iniciativa."
Advirtiendo que la reclamación de libertad, la justicia y el derecho a elegir su destino debe estar en consonancia con la lucha contra la opresión y el régimen sionista, el jefe de Estado iraní agregó: “Un partidario de la libertad y la justicia no puede estar en paz con el régimen sionista, cuyas bases se establecen en la injusticia, la opresión, y la limitación de libertad”.
El presidente reiteró, "Las naciones que persiguen alcanzar la libertad y la justicia no deberían, (debido a estas demandas) ignorar la necesidad de luchar contra el régimen sionista, o las tendencias hegemónicas de los occidentales."
Hizo hincapié en que el régimen sionista es la piedra angular de todas las potencias imperialistas y anti-humano y recordó:"Este régimen no solo es la encarnación de todas las características de los poderes materialista y capitalista en Occidente, sino la representación de todas las brutalidades de las potencias imperialistas".
“El régimen sionista se encarga de mantener continuamente el Oriente Medio bajo la amenaza, el asesinato, la división y la hipocresía de manera que las potencias coloniales puedan dominar la región.” subrayó.
"Una de las misiones del régimen de Tel Aviv es evitar el progreso y la autoridad de los países de la región y ejercer su soberanía sobre ellos ", comentó el presidente Ahmadineyad.
Asimismo reiteró que la salvación de Qods y el apoyo a los movimientos de resistencia no serían eliminados de las principales prioridades en la política exterior de la República Islámica de Irán.
El presidente iraní hizo estas declaraciones ante de millones de iraníes quienes salieron a las calles en el Día Internacional de Al-Quds al expresar su apoyo a la nación palestina contra el régimen sionista.
http://www.president.ir/sp/29680
Friday, December 30, 2011
Biografía del presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad
Biografía del presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad
Dr. Mahmoud Ahmadi Neyad nació en 1956 en el pueblo de Aradan en la ciudad de Garmsar.
Se mudó a Teherán y se quedó allí, junto con su familia cuando aún tenía un año de edad y completó la escuela primaria, así como su educación secundaria en la misma ciudad. En 1975, se ha pasado con éxito el examen de ingreso a la universidad con altas calificaciones y comenzó sus estudios académicos de la Ingeniería Civil en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Teherán.
En 1986, continuó sus estudios a nivel de maestría en la misma universidad. En 1989, se convirtió en miembro de la Junta universitaria de Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Ciencia y Tecnología. En 1997, logró obtener su doctorado en Ingeniería de Transporte y la Planificación de la Universidad de Ciencia y Tecnología.
Dr. Ahmadi Neyad está familiarizado con el idioma Inglés. Escribió muchos artículos científicos y dedicados a la investigación científica en diversos campos durante los años de enseñanza en la universidad. En el mismo período, también supervisó las tesis doctorales de decenas de estudiantes sobre diferentes temas de la Ingeniería Civil, Carretera y Transporte, así como la gestión de la construcción.
Cuando todavía era estudiante, el doctor Ahmadi Neyad, asistiendo a reuniones religiosas y políticas antes de la Revolución Islámica, enteró al mundo de la política. Con el triunfo de la Revolución Islámica, se convirtió en uno de los fundadores y miembro de la Asociación Islámica de Estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología. Durante la guerra impuesta a Irán, el Dr. Ahmadi Neyad se alistó como miembro de las fuerzas voluntarias (Basiy) en distintas partes de los frentes de batalla en particular en el campo de Ingeniería militar, hasta el final de la guerra.
Dr. Ahmadi Neyad está casado y tiene tres hijos, dos hijos y una hija.
Antecedentes Académicos y Políticos :
- El gobernador de Maku (en la provincia de Azerbaiyán Occidental)
- El gobernador de Joy (en provincia de Azerbaiyán Occidental)
- Consejero del gobernador de la provincia de Kurdistán
- Consejero cultural del ministro de Cultura y de Enseñanza Superior (1993)
- El Gobernador General de la Provincia de Ardabil (1993-1997)
- Miembro de la Junta universitaria de Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Ciencia y Tecnología (desde 1989 hasta la fecha actual)
- Alcalde de Teherán (2003-2005)
- Fue elegido por la nación Iraní como el Presidente del gobierno, durante la novena elección presidencial, en 24 de junio de 2005.
- El periodismo, redactar varios artículos políticos, sociales, culturales y económicas
- En la misma carrera, también ocupó el cargo de director general del periódico Hamshahri y lanzó varias revistas afiliadas incluyendo “Hamshahri de los Barrios” publicada y distribuida en 22 zonas de la ciudad de Teherán, Hamshahri para los pasajeros, Diplomática Hamshahri, Hamshahri para los Jóvenes, ediciones mensuales y varios adjuntos de Hamshahri (Hamshahri para pensadores, estudiantes, etc)
- Fundador y el miembro de la Sociedad de Túnel de Irán,
- Trabajar como miembro de la Sociedad de Ingeniería Civil de Irán,
- Trabajar como miembro del primer consejo central de la Asociación Islámica de Estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología,
- Trabajar como miembro del primer consejo central de la Unión de Asociaciones Islámicas de la Universidad e Institutos de Enseñanza Superior en Irán.
http://www.president.ir/sp/president/biography
Dr. Mahmoud Ahmadi Neyad nació en 1956 en el pueblo de Aradan en la ciudad de Garmsar.
Se mudó a Teherán y se quedó allí, junto con su familia cuando aún tenía un año de edad y completó la escuela primaria, así como su educación secundaria en la misma ciudad. En 1975, se ha pasado con éxito el examen de ingreso a la universidad con altas calificaciones y comenzó sus estudios académicos de la Ingeniería Civil en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Teherán.
En 1986, continuó sus estudios a nivel de maestría en la misma universidad. En 1989, se convirtió en miembro de la Junta universitaria de Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Ciencia y Tecnología. En 1997, logró obtener su doctorado en Ingeniería de Transporte y la Planificación de la Universidad de Ciencia y Tecnología.
Dr. Ahmadi Neyad está familiarizado con el idioma Inglés. Escribió muchos artículos científicos y dedicados a la investigación científica en diversos campos durante los años de enseñanza en la universidad. En el mismo período, también supervisó las tesis doctorales de decenas de estudiantes sobre diferentes temas de la Ingeniería Civil, Carretera y Transporte, así como la gestión de la construcción.
Cuando todavía era estudiante, el doctor Ahmadi Neyad, asistiendo a reuniones religiosas y políticas antes de la Revolución Islámica, enteró al mundo de la política. Con el triunfo de la Revolución Islámica, se convirtió en uno de los fundadores y miembro de la Asociación Islámica de Estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología. Durante la guerra impuesta a Irán, el Dr. Ahmadi Neyad se alistó como miembro de las fuerzas voluntarias (Basiy) en distintas partes de los frentes de batalla en particular en el campo de Ingeniería militar, hasta el final de la guerra.
Dr. Ahmadi Neyad está casado y tiene tres hijos, dos hijos y una hija.
Antecedentes Académicos y Políticos :
- El gobernador de Maku (en la provincia de Azerbaiyán Occidental)
- El gobernador de Joy (en provincia de Azerbaiyán Occidental)
- Consejero del gobernador de la provincia de Kurdistán
- Consejero cultural del ministro de Cultura y de Enseñanza Superior (1993)
- El Gobernador General de la Provincia de Ardabil (1993-1997)
- Miembro de la Junta universitaria de Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad de Ciencia y Tecnología (desde 1989 hasta la fecha actual)
- Alcalde de Teherán (2003-2005)
- Fue elegido por la nación Iraní como el Presidente del gobierno, durante la novena elección presidencial, en 24 de junio de 2005.
- El periodismo, redactar varios artículos políticos, sociales, culturales y económicas
- En la misma carrera, también ocupó el cargo de director general del periódico Hamshahri y lanzó varias revistas afiliadas incluyendo “Hamshahri de los Barrios” publicada y distribuida en 22 zonas de la ciudad de Teherán, Hamshahri para los pasajeros, Diplomática Hamshahri, Hamshahri para los Jóvenes, ediciones mensuales y varios adjuntos de Hamshahri (Hamshahri para pensadores, estudiantes, etc)
- Fundador y el miembro de la Sociedad de Túnel de Irán,
- Trabajar como miembro de la Sociedad de Ingeniería Civil de Irán,
- Trabajar como miembro del primer consejo central de la Asociación Islámica de Estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología,
- Trabajar como miembro del primer consejo central de la Unión de Asociaciones Islámicas de la Universidad e Institutos de Enseñanza Superior en Irán.
http://www.president.ir/sp/president/biography
Tuesday, December 27, 2011
Manifestaciones del Líder de la Revolución Islámica en un encuentro con los participantes del Congreso: El Mundo Islámico: Amenazas y Oportunidades
Manifestaciones del Líder de la Revolución Islámica en un encuentro con los participantes del Congreso: El Mundo Islámico: Amenazas y Oportunidades
2003/12/23
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 7
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Doy la bienvenida a todos los respetables presentes y queridos hermanos y os agradezco por responder a la invitación de la República Islámica y participar de esta asamblea. Vosotros habéis venido a vuestra propia casa y a estar entre vuestros hermanos. Irán es el segundo hogar de todos los musulmanes de cualquier parte del mundo.
Este Congreso toma lugar en un tiempo muy necesario, puesto que hoy los musulmanes a lo largo del mundo se enfrentan a nuevas contingencias, amenazas y obstáculos.
Cuando un ser vivo se ve amenazado, la razón y la lógica concluyen que debe reunir fuerzas, utilizar la inteligencia y proceder de una manera apropiada y conveniente. Simplemente permanecer sentados y dejar los sucesos en manos de lo que marquen los acontecimientos no es propio de una nación viva como la nación del Islam.
En toda circunstancia la comunidad islámica es motivada e incentivada por el Islam para actuar y proceder. En base a ello, este congreso de hoy conformaba un vacío en el mundo islámico y vosotros lo habéis llenado.
Tenemos la expectativa de que esta reunión sea vista con total seriedad, que las cuestiones del mundo islámico y los potenciales de la comunidad islámica sean objeto de análisis y se determine la vía para explotar esas capacidades. Nosotros, como la República Islámica de Irán -que gracias a Dios Glorificado Sea, somos una nación grande, vital y aferrada-, estamos preparados para desempeñar nuestra parte y rol en aquello que hoy conforma el deber de la comunidad islámica. Es verdad que hoy el mundo islámico se ve enfrentado a nuevas amenazas, pero en contrapartida, también han surgido oportunidades para la comunidad islámica que no había en el pasado.
Cuando se habla de oportunidades, inicialmente la mente se orienta hacia las materiales –como la situación geográfica, el pasado histórico, la existencia de reservas subterráneas y el crecimiento demográfico en el mundo islámico-. Por supuesto, no hay duda al respecto, pero debemos tener en cuenta que ya antes el mundo del Islam tenía eso y aún así el colonialismo pudo hacerse del mundo islámico y mantenerlo estancado por un periodo entre ciento cincuenta y doscientos años, y convertir a las naciones islámicas en dependientes y atrasadas. Por eso, ello no es suficiente. Por supuesto, el hecho de haber permanecido estancados y débiles por un espacio de tiempo, no significa que una nación o comunidad débil tenga como destino la debilidad. No es así. En cualquier momento que nos despabilemos y hagamos lo que nos requiere el Islam, todo cambiará y el mundo islámico se encaminará en dirección al desarrollo -en el real sentido de la palabra-.
Según mi opinión, la mayor oportunidad del mundo islámico la constituye el mismo Islam. Nosotros tenemos el Islam y esa es la mayor gracia que Dios, Glorificado Sea, nos confirió: «Para completar Mi gracia para con vosotros». Dios, Glorificado Sea, consideró al Islam una gracia de Su parte, y conforma la mayor bendición de Dios. Cualquier cosa que hagamos, debemos hacerla en base a nuestra religión, que es el Islam.
El Islam tanto puede equipar el interior del ser humano mediante el arma de la fe y el conocimiento, como equipar a los musulmanes en el aspecto material mediante el arma de la ciencia y por medio de producir la unión. Éste es el poder del Islam que no debe ser menospreciado. Hoy en día la situación del mundo islámico es muy diferente a la que tenía hace cincuenta años. Hoy el mundo islámico está más vivo, más vital, más esperanzado, más joven y con una visión más amplia que hace cincuenta años. Tenemos muchas esperanzas por delante y debemos reconocerlas y tomarlas con seriedad.
Hoy en día, los musulmanes del mundo se enorgullecen del Islam. Hubo un periodo en el cual los musulmanes no se enorgullecían en absoluto del Islam. Muchos elementos islámicos e intelectuales musulmanes se enorgullecían por encontrarse alejados del Islam. Pero hoy nuestros jóvenes e intelectuales a lo largo del mundo se enorgullecen de aferrarse al Islam y a sus enseñanzas. Ésta es una gran oportunidad.
Hoy en día los principales adversarios ideológicos del Islam –esto es, el marxismo, el comunismo y el socialismo- fueron eliminados de la escena. Algún día conformó el gran obstáculo para el Islam el hecho de lidiar con el ateísmo marxista, lo cual en realidad era auto-defenderse. Hoy en día esos contendientes salieron de la escena ante los sucesos del mundo y fueron derrotados, siendo que el Islam se ha desarrollado.
Hoy en día el Islam político, ha entrado a escena con fuerza. Eso no existía en el mundo islámico. Todo lo que se decía sobre el Islam político se refería a los primeros siglos del Islam. Hoy en día el Islam político se encuentra en el centro de la escena, ha confirmado su eficacia y poder, y ha demostrado que puede erguirse, edificar y afianzarse a sí mismo. Esto conforma una gran oportunidad.
Hace medio siglo, y antes también, aquellos que querían decidir el destino de los musulmanes obsequiaban a éstos “la modernidad”. Decían: “Someteos a nosotros. Arrodillaos frente a nuestra cultura y os obsequiaremos la modernidad”.
Hoy cuando los musulmanes miran ese pasado, ven que esa modernidad no trajo al mundo islámico más que mayor dependencia y corrupción. Los musulmanes no obtuvieron más que la debilidad de los pueblos y los gobiernos islámicos. Esa modernidad no hizo de los musulmanes sabios e innovadores, sino más dependientes. En este aspecto, hoy el conocimiento y lucidez de los musulmanes es muchas veces mayor al de las generaciones pasadas.
Hoy el liberalismo es víctima de contradicción en su propio lugar de nacimiento. Esos mismos que elevan el lema de “defender la libertad” en los mismos países en que se originó la libertad individual y el liberalismo y en sus centros de planificación política, hoy se valen de métodos totalmente opuestos a la libertad. Occidente hoy no tiene una respuesta frente a la represión de los niños palestinos. Occidente hoy no se puede defender frente a la ocupación de Irak y de Afganistán y las terribles matanzas que tuvieron lugar en esos dos países. Occidente no se puede defender de ninguna manera, ni puede dar ninguna respuesta frente al gobierno popular religioso y a las votaciones de los pueblos que tuvieron lugar en estos años en las que optaron por el Islam, y en las que los norteamericanos se enfrentaron a las mismas por la fuerza.
Frente a las humillaciones que sufre la dignidad de la mujer, Occidente hoy no tiene ninguna respuesta ni defensa. Hoy en el mundo occidental –la cuna de la libertad y la democracia- la mujer ha perdido su dignidad; la corrupción sexual se encuentra en un límite elevadísimo y la familia se dirige a su destrucción. Las estadísticas que se dan respecto a la destrucción de la estructura familiar en los países occidentales son estremecedoras y causan consternación. Occidente quiere someter al mundo con el lema del liberalismo. Esas son hoy las contradicciones del liberalismo.
Hoy los norteamericanos y el imperialismo están reaccionando frente al Islam. Tras varias décadas de patrocinar a dictadores e incluso establecerlos en las regiones de Asia y medio oriente, ¡EE.UU. hoy eleva el lema de la democracia en la región! ¿Quién es el que no sabe que EE.UU fue el protector y patrocinador de los tiranos y dictadores de la región?
Hoy quedó en claro para todos que los EE.UU. apoyaban a Saddam. Fueron los norteamericanos quienes le dieron luz verde para atacar Irán y crear una guerra de ocho años. Saddam fue patrocinado por los mismos norteamericanos. Ellos lo hicieron crecer. Ellos le dieron poder. Ellos le posibilitaron la utilización de armas químicas. Ellos fueron los que hicieron silencio frente a la matanza de la gente de Halabche (kurdos iraquíes) y de muchos de nuestros jóvenes mediante armas químicas. Todavía en nuestro país son muchos los jóvenes que sufren los flagelos de las armas químicas. Cada tantas semanas se difunde que ha alcanzado el martirio alguno de nuestros rectos, combatientes y creyentes jóvenes que fueron heridos por las armas químicas de Saddam y que ahora terminan de agonizar.
Occidente hace silencio frente a esto. Hoy, ese mismo occidente que viene aquí a dar lemas de democracia, reacciona frente al gobierno popular religioso islámico. “Gobierno popular religioso” significa “la opinión de la gente desde la perspectiva de la lógica de la religión, con el respeto que la religión tiene por la opinión de la gente”. La religión sostiene la dignidad de los seres humanos. La religión sostiene que los gobiernos tienen una seria responsabilidad frente a la gente. La religión no acepta la tiranía y la dictadura de ningún gobernante y bajo ninguna denominación. Ese es nuestro Islam. Eso es la democracia islámica; esto es, un gobierno popular religioso apoyado en una lógica fuerte y clara, con esos mismos criterios que el Islam sostiene para los gobernantes en cualquier sociedad. Hoy esto se ha planteado en el mundo y se ha hecho una realidad; no es sólo algo que existe en los libros y las mentes.
A lo largo de los pasados veinticinco años hemos tenido veinticuatro elecciones en la República Islámica donde la gente ha concurrido a las urnas y ha emitido su voto erigiendo y sosteniendo este sistema. Eso es una manifestación perfecta de la democracia. Frente a esto, EE.UU. reacciona elevando lemas de democracia en el medio oriente.
Hoy en día el mundo es víctima de un vacío ideológico. En ningún lugar del mundo existe algún pensamiento claro y estable en base al cual las sociedades puedan organizar para sí un movimiento y bosquejar un futuro. El Islam tiene hoy la oportunidad de plantearse en el mundo. El Islam se apoya en puntos que conforman antiguas aspiraciones de los seres humanos desde el principio de la historia humana hasta el día de hoy.
El Islam se basa en la justicia, la hermandad, y la dignidad del ser humano. Hoy la humanidad se encuentra sedienta de ello. El ser humano se encuentra sediento de dignidad, de justicia, y de un real sentido humanitario. El Islam se basa en eso mismo.
Hoy es tiempo que el Islam se plantee en el mundo en esa misma forma original y real, y los intelectuales y políticos musulmanes eleven ello en la forma de una bandera frente a los ojos de la toda la gente del mundo. La atracción del genuine Islam es muchísima. Los enemigos del Islam –a la cabeza de los cuales hoy están el sionismo y EE.UU.- no desean que el genuino Islam se muestre. Ellos quieren restringir el Islam en dos formas: una es la forma retrógrada, similar a lo que se vio en el Islam de los talibanes, esto es, fanatismo seco de los pies a la cabeza, sin ninguna lógica, conocimiento y estudio, de manera que los ojos aborrezcan ello y le vuelvan la cara al Islam.
O bien un Islam que ha perdido completamente su identidad frente a occidente. Eso es, un Islam receptivo. Un Islam que acepta cualquier cosa que digan los occidentales, que fomente la cultura occidental bajo la cubierta del Islam y que no tenga nada para decir de sí mismo. Hoy, los enemigos del Islam quieren mostrar a éste en una de estas dos formas, pero no están dispuestos a plantear el Islam que ingresa con denuedo a la escena mundial y que quiere el orgullo, la grandeza, la fuerza, la justicia, el gobierno popular y el desarrollo científico para la comunidad islámica.
Por supuesto, hoy los enemigos del Islam, y a la cabeza de ellos EE.UU. y el sionismo, saben que dentro de la comunidad islámica hay una enorme fuerza acumulada. Por eso, sienten pavor y temor de ello. Es en base a esto que no combaten con el mundo islámico usando el nombre Islam, sino que usan otros nombres para combatirlo. Amplían el sentido de terrorismo de manera que puedan reprimir los movimientos libertadores. Quieren reprimir a los combatientes palestinos –quienes hoy en día son los más valientes combatientes del Islamllamándoles terroristas. Bajo el nombre de terrorismo quieren sacar de la escena a los jóvenes combatientes del Líbano, Irak, Afganistán y a los jóvenes combatientes de cualquier punto del mundo islámico que se oponen a los propósitos del imperialismo y a la intromisión foránea; o bien bajo el pretexto de “las armas de destrucción masiva”, bajo el pretexto de “los derechos humanos”, bajo el pretexto de “la democracia” quieren enfrentar al Islam. Hoy el imperialismo plantea esos pretextos puesto que sienten pavor de enfrentar al Islam llamándole por su nombre.
Por esto, es verdad que hoy el mundo islámico se enfrenta a nuevas amenazas, pero también hay grandes y nuevas oportunidades en el mundo del Islam. Hoy una gran cantidad de jóvenes musulmanes a lo largo del mundo islámico cierran los ojos a los deleites y los productos coloridos de occidente y disponen como lema en sus corazones la fe en Dios, y en sus acciones la obediencia a la religión. Estos jóvenes son muchísimos tanto en Irán como en el resto del mundo islámico, tanto en el oriente del mundo islámico como en su occidente. Hoy hay muchos intelectuales en el mundo islámico que hablan bajo el nombre del Islam, escriben bajo el nombre del Islam, y materializan sus obras artísticas bajo el nombre del Islam. Esas son oportunidades para el Islam. Hoy el mundo islámico ha conocido hasta cierto punto su propia fuerza y sabe que puede llegar a ser poderoso. Si bien la amenaza es grande, también las oportunidades son muchas. Somos nosotros los que tenemos que esforzarnos.
Se ha transmitido del Gan Profeta –que la paz y las bendiciones de Al•lah sean con él y su descendencia- una tradición que expresa: “El ejemplo del creyente es el de la espiga; a veces está tumbada y otras se yergue”. El creyente no es desarraigado. Es posible que la tempestad de los sucesos le tumbe al suelo, pero con la mínima oportunidad se levanta y otra vez se desarrolla y avanza. También el Sagrado Corán expresa lo siguiente: «Como un árbol exquisito cuyas raíces son firmes y cuyas ramas están en el cielo, brinda sus frutos cada tanto con la anuencia de su Señor». Somos nosotros los que debemos esforzarnos en hacer madurar ese fruto… y eso es posible.
Nosotros en la República Islámica de Irán hemos puesto nuestro empeño para afianzar ese pilar básico. Nosotros no desistiremos del gobierno popular, el cual es tomado del Islam y conforma el juicio del Islam mismo. El Islam también ha determinado y aclarado la aceptación de la existencia de dirigentes en reglas como aquella de la bai‘ah o “juramento de fidelidad al gobernante”. Nosotros aceptamos eso con todo nuestro ser. Nosotros no tomamos eso de occidente. Ello nos pertenece, pertenece al Islam. Por eso, nosotros estamos firmes en ello.
Nosotros nos erguimos frente a la influencia e intromisión foránea. Con todo el mundo hacemos intercambios y negociamos en lo relacionado a la ciencia, el conocimiento, la experiencia, productos materiales y espirituales, pero no aceptamos en absoluto de nadie la intromisión, la intrusión, el uso de la fuerza y la dominación. Nuestros enemigos –aquellos que tienen una decidida hostilidad hacia la República Islámica y el Irán islámico- están muy furiosos por este punto. Nosotros hemos demostrado que estamos firmes en ello. Hemos demostrado que podemos, y creemos que todo el mundo islámico puede hacer eso.
Nosotros creemos que se debe expandir la justicia. La expansión de la justicia en la sociedad conforma una de los asuntos más problemáticos y dificultosos. Queremos hacer eso. En ese sentido hemos dado muchos pasos, pero existe una gran brecha entre la situación en la que nos encontramos y aquello que el Islam requiere de nosotros. Ello requiere un gran esfuerzo. Creemos que debemos centralizarnos en esta cuestión y esforzarnos, y si Dios quiere haremos ese esfuerzo.
Nosotros creemos que se debe expandir la ciencia y el conocimiento, y hemos logrado muchos avances en ese camino. Nosotros creemos que el mundo islámico, con los antecedentes, la profundidad y las raíces culturales y científicas que tiene, puede dar grandes pasos en el campo de la ciencia y el conocimiento. Han mantenido al mundo islámico alejado de la ciencia y el conocimiento a propósito. Nosotros hemos aconsejado a nuestros jóvenes y científicos que generen ciencia. Es verdad que se debe aprender la ciencia de aquellos que la poseen, pero no debemos detenernos ahí. Creemos que no debemos contentarnos con traducir la ciencia, sino que debemos generarla. Nuestros jóvenes han comenzado con ello y han logrado muchos éxitos en numerosas áreas. Nosotros haremos eso y lo continuaremos.
Nosotros creemos que debemos fortalecer la estructura material y espiritual de la sociedad y la gente. Debemos fortalecer tanto su estructura material y generar riquezas –puesto que nuestro país es potencialmente rico-, como su estructura espiritual, esto es, fortalecer su fe y ánimo. Eso forma parte de nuestras responsabilidades.
Hoy, el peligro más importante que amenaza al mundo islámico es la desunión. Nosotros nos hemos dividido y no hemos entrelazado nuestras manos. Es por eso que el enemigo nos codicia. Mientras estemos divididos el enemigo nos codiciará.
Nuestra propuesta a todos los estados y gobiernos del mundo islámico y a todas las naciones musulmanas es la de la unión y el mutuo acercamiento. Debemos superar las diferencias y dejarlas de lado. Algunas diferencias pueden solucionarse, entonces a esas las solucionemos. Es posible que algunas no sean posibles de resolverse en un corto periodo, entonces debemos cerrar los ojos a las mismas y dejarlas a un lado. Éste es exactamente el punto en el cual los sionistas y los americanos se ven perjudicados y es por eso mismo que ponen todo su esfuerzo para evitar que ello se produzca.
Las diferencias regionales, religiosas, tribales, políticas y territoriales, son todas incitadas por los enemigos. Ya existía entre nosotros la predisposición para ese tipo de diferencias, solo que hemos sido indolentes y no hemos eliminado esas predisposiciones, y ellos llegaron y se valieron de la indolencia de la comunidad islámica e intensificaron esa diferencias haciéndonos lidiar entre nosotros mismos. Cuántas de nuestras fuerzas materiales y espirituales hemos derrochado en esas peleas y diferentes guerras regionales, nacionales, religiosas y tribales. Nosotros creemos que debemos seguir esto como un objetivo serio.
En lo personal creo que hoy en el mundo islámico, los enemigos del Islam y la comunidad islámica utilizan mayormente dos armas: una es el arma de la amedrentación, y la otra es el arma de generar la ambición. Las naciones, los intelectuales, las personas destacadas y los integrantes de la comunidad a veces son amedrentados y otras veces son tentados. Tanto lo uno como lo otro son redes de Satanás. No se debe temer de su amedrentación: «Aquellos a quienes la gente les dice: “La gente se ha agrupado en vuestra contra, temed pues de ellos”, y ello les aumenta su fe y dicen: “Dios nos es suficiente. ¡Y qué mejor Protector!”, y se volvieron por una gracia de Dios y un favor en el cual no les tocará lo malo», ésos constituyen una lección para nosotros. Así debemos proceder. No debemos dejarnos amedrentar por el enemigo. Tampoco debemos sucumbir a la tentación del enemigo, puesto que el enemigo no brinda nada bueno y lo que hace ambicionar no es más que una trampa.
Esta cuestión, se verifica tanto para las personas como para los estados y gobiernos, tanto para los pensadores como para el común de la gente. No tengamos esperanzas en aquello que hacen ambicionar y no temamos de su amedrentación. Nosotros somos fuertes: «Y vosotros sois los victoriosos si es que creéis».
Al final de mis palabras quiero enfatizar en el hecho de que en este seminario y reunión debéis buscar y encontrar las vías. Vosotros sois los elegidos del mundo islámico. Cada uno de vosotros, cada una de vuestras ideas, puede ser el origen de una transformación o un movimiento en algún sector de la gran sociedad comunidad islámica. Cuando estas ideas se juntan entre sí, pueden abrir muchos caminos frente a nosotros.
Se debe conocer al enemigo. Conocer al enemigo es una de las principales tareas. Hoy el gran enemigo del mundo islámico son EE.UU. y el sionismo. Esos conforman el gran Satán. Entre los satanaces los peores, los más funestos, y los más peligrosos son EE.UU. y el sionismo que hoy en día, en forma completamente abierta y clara, colaboran entre sí. Nunca tal como hoy éstos fueron tan amigos y estuvieron tan juntos. Esos son el enemigo principal. Esos son el gran ídolo que se debe quebrar. Se debe conocer a este enemigo y presentarlo al común de la gente, las personas sobresalientes y los pensadores de las comunidades islámicas.
No debemos equivocarnos al reconocer al enemigo. Algunos no reparan en el enemigo real y principal y consideran como enemigo a cosas secundarias. Eso conforma un gran error y es posible que lleve a dilapidar años de la vida del mundo islámico. Por la gracia de Dios, nosotros no nos hemos equivocado al distinguir al enemigo y no lo haremos. Se nos dirigen distintos tipos de enemistades, pero nunca confundiremos eso con el gran enemigo principal. Nosotros no consideramos ni reparamos en muchas hostilidades. El enemigo real esta ahí. El siguiente punto a este respecto es que también debemos conocer los métodos del enemigo. Esto es, por qué vías ingresa, cómo procede y qué hace.
Me refiero al último asunto señalando la bendita aleya que dice: «Di: Solo os prevengo una cosa: que os yergáis por Dios de dos en dos, o individualmente, luego reflexionéis». Erguirse por Dios -de dos en dos o individualmente- es la más obligatoria de nuestras tareas. Eso es posible en todos los niveles.
¡Queridos hermanos! Nuevamente os doy la bienvenida y os agradezco por haberos tomado la molestia de haber venido hasta aquí, y agradezco a Dios que me dio la oportunidad de encontrarme con vosotros en esta fraterna reunión.
Was salamu Alaikum Wa rahmatullah wa barakatuh
TRADUCCIÓN DEL PERSA:
H. FEISAL MORHELL
Sura Al-Baqarah; 2:150.
Sura Ibrâhîm; 14: 24.
Sura Âli ‘Imrân; 3: 173-174.
Sura Âli ‘Imrân; 3: 139.
Sura Sabâ; 34: 46.
Libros.ir
http://libros.ir/libros/Biblioteca%20Islamica/Revistas%20y%20articulos%20de%20temas%20diversos%20(48)/Revista%20Az-Zaqalain/AzZaqalain25.pdf
2003/12/23
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 7
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Doy la bienvenida a todos los respetables presentes y queridos hermanos y os agradezco por responder a la invitación de la República Islámica y participar de esta asamblea. Vosotros habéis venido a vuestra propia casa y a estar entre vuestros hermanos. Irán es el segundo hogar de todos los musulmanes de cualquier parte del mundo.
Este Congreso toma lugar en un tiempo muy necesario, puesto que hoy los musulmanes a lo largo del mundo se enfrentan a nuevas contingencias, amenazas y obstáculos.
Cuando un ser vivo se ve amenazado, la razón y la lógica concluyen que debe reunir fuerzas, utilizar la inteligencia y proceder de una manera apropiada y conveniente. Simplemente permanecer sentados y dejar los sucesos en manos de lo que marquen los acontecimientos no es propio de una nación viva como la nación del Islam.
En toda circunstancia la comunidad islámica es motivada e incentivada por el Islam para actuar y proceder. En base a ello, este congreso de hoy conformaba un vacío en el mundo islámico y vosotros lo habéis llenado.
Tenemos la expectativa de que esta reunión sea vista con total seriedad, que las cuestiones del mundo islámico y los potenciales de la comunidad islámica sean objeto de análisis y se determine la vía para explotar esas capacidades. Nosotros, como la República Islámica de Irán -que gracias a Dios Glorificado Sea, somos una nación grande, vital y aferrada-, estamos preparados para desempeñar nuestra parte y rol en aquello que hoy conforma el deber de la comunidad islámica. Es verdad que hoy el mundo islámico se ve enfrentado a nuevas amenazas, pero en contrapartida, también han surgido oportunidades para la comunidad islámica que no había en el pasado.
Cuando se habla de oportunidades, inicialmente la mente se orienta hacia las materiales –como la situación geográfica, el pasado histórico, la existencia de reservas subterráneas y el crecimiento demográfico en el mundo islámico-. Por supuesto, no hay duda al respecto, pero debemos tener en cuenta que ya antes el mundo del Islam tenía eso y aún así el colonialismo pudo hacerse del mundo islámico y mantenerlo estancado por un periodo entre ciento cincuenta y doscientos años, y convertir a las naciones islámicas en dependientes y atrasadas. Por eso, ello no es suficiente. Por supuesto, el hecho de haber permanecido estancados y débiles por un espacio de tiempo, no significa que una nación o comunidad débil tenga como destino la debilidad. No es así. En cualquier momento que nos despabilemos y hagamos lo que nos requiere el Islam, todo cambiará y el mundo islámico se encaminará en dirección al desarrollo -en el real sentido de la palabra-.
Según mi opinión, la mayor oportunidad del mundo islámico la constituye el mismo Islam. Nosotros tenemos el Islam y esa es la mayor gracia que Dios, Glorificado Sea, nos confirió: «Para completar Mi gracia para con vosotros». Dios, Glorificado Sea, consideró al Islam una gracia de Su parte, y conforma la mayor bendición de Dios. Cualquier cosa que hagamos, debemos hacerla en base a nuestra religión, que es el Islam.
El Islam tanto puede equipar el interior del ser humano mediante el arma de la fe y el conocimiento, como equipar a los musulmanes en el aspecto material mediante el arma de la ciencia y por medio de producir la unión. Éste es el poder del Islam que no debe ser menospreciado. Hoy en día la situación del mundo islámico es muy diferente a la que tenía hace cincuenta años. Hoy el mundo islámico está más vivo, más vital, más esperanzado, más joven y con una visión más amplia que hace cincuenta años. Tenemos muchas esperanzas por delante y debemos reconocerlas y tomarlas con seriedad.
Hoy en día, los musulmanes del mundo se enorgullecen del Islam. Hubo un periodo en el cual los musulmanes no se enorgullecían en absoluto del Islam. Muchos elementos islámicos e intelectuales musulmanes se enorgullecían por encontrarse alejados del Islam. Pero hoy nuestros jóvenes e intelectuales a lo largo del mundo se enorgullecen de aferrarse al Islam y a sus enseñanzas. Ésta es una gran oportunidad.
Hoy en día los principales adversarios ideológicos del Islam –esto es, el marxismo, el comunismo y el socialismo- fueron eliminados de la escena. Algún día conformó el gran obstáculo para el Islam el hecho de lidiar con el ateísmo marxista, lo cual en realidad era auto-defenderse. Hoy en día esos contendientes salieron de la escena ante los sucesos del mundo y fueron derrotados, siendo que el Islam se ha desarrollado.
Hoy en día el Islam político, ha entrado a escena con fuerza. Eso no existía en el mundo islámico. Todo lo que se decía sobre el Islam político se refería a los primeros siglos del Islam. Hoy en día el Islam político se encuentra en el centro de la escena, ha confirmado su eficacia y poder, y ha demostrado que puede erguirse, edificar y afianzarse a sí mismo. Esto conforma una gran oportunidad.
Hace medio siglo, y antes también, aquellos que querían decidir el destino de los musulmanes obsequiaban a éstos “la modernidad”. Decían: “Someteos a nosotros. Arrodillaos frente a nuestra cultura y os obsequiaremos la modernidad”.
Hoy cuando los musulmanes miran ese pasado, ven que esa modernidad no trajo al mundo islámico más que mayor dependencia y corrupción. Los musulmanes no obtuvieron más que la debilidad de los pueblos y los gobiernos islámicos. Esa modernidad no hizo de los musulmanes sabios e innovadores, sino más dependientes. En este aspecto, hoy el conocimiento y lucidez de los musulmanes es muchas veces mayor al de las generaciones pasadas.
Hoy el liberalismo es víctima de contradicción en su propio lugar de nacimiento. Esos mismos que elevan el lema de “defender la libertad” en los mismos países en que se originó la libertad individual y el liberalismo y en sus centros de planificación política, hoy se valen de métodos totalmente opuestos a la libertad. Occidente hoy no tiene una respuesta frente a la represión de los niños palestinos. Occidente hoy no se puede defender frente a la ocupación de Irak y de Afganistán y las terribles matanzas que tuvieron lugar en esos dos países. Occidente no se puede defender de ninguna manera, ni puede dar ninguna respuesta frente al gobierno popular religioso y a las votaciones de los pueblos que tuvieron lugar en estos años en las que optaron por el Islam, y en las que los norteamericanos se enfrentaron a las mismas por la fuerza.
Frente a las humillaciones que sufre la dignidad de la mujer, Occidente hoy no tiene ninguna respuesta ni defensa. Hoy en el mundo occidental –la cuna de la libertad y la democracia- la mujer ha perdido su dignidad; la corrupción sexual se encuentra en un límite elevadísimo y la familia se dirige a su destrucción. Las estadísticas que se dan respecto a la destrucción de la estructura familiar en los países occidentales son estremecedoras y causan consternación. Occidente quiere someter al mundo con el lema del liberalismo. Esas son hoy las contradicciones del liberalismo.
Hoy los norteamericanos y el imperialismo están reaccionando frente al Islam. Tras varias décadas de patrocinar a dictadores e incluso establecerlos en las regiones de Asia y medio oriente, ¡EE.UU. hoy eleva el lema de la democracia en la región! ¿Quién es el que no sabe que EE.UU fue el protector y patrocinador de los tiranos y dictadores de la región?
Hoy quedó en claro para todos que los EE.UU. apoyaban a Saddam. Fueron los norteamericanos quienes le dieron luz verde para atacar Irán y crear una guerra de ocho años. Saddam fue patrocinado por los mismos norteamericanos. Ellos lo hicieron crecer. Ellos le dieron poder. Ellos le posibilitaron la utilización de armas químicas. Ellos fueron los que hicieron silencio frente a la matanza de la gente de Halabche (kurdos iraquíes) y de muchos de nuestros jóvenes mediante armas químicas. Todavía en nuestro país son muchos los jóvenes que sufren los flagelos de las armas químicas. Cada tantas semanas se difunde que ha alcanzado el martirio alguno de nuestros rectos, combatientes y creyentes jóvenes que fueron heridos por las armas químicas de Saddam y que ahora terminan de agonizar.
Occidente hace silencio frente a esto. Hoy, ese mismo occidente que viene aquí a dar lemas de democracia, reacciona frente al gobierno popular religioso islámico. “Gobierno popular religioso” significa “la opinión de la gente desde la perspectiva de la lógica de la religión, con el respeto que la religión tiene por la opinión de la gente”. La religión sostiene la dignidad de los seres humanos. La religión sostiene que los gobiernos tienen una seria responsabilidad frente a la gente. La religión no acepta la tiranía y la dictadura de ningún gobernante y bajo ninguna denominación. Ese es nuestro Islam. Eso es la democracia islámica; esto es, un gobierno popular religioso apoyado en una lógica fuerte y clara, con esos mismos criterios que el Islam sostiene para los gobernantes en cualquier sociedad. Hoy esto se ha planteado en el mundo y se ha hecho una realidad; no es sólo algo que existe en los libros y las mentes.
A lo largo de los pasados veinticinco años hemos tenido veinticuatro elecciones en la República Islámica donde la gente ha concurrido a las urnas y ha emitido su voto erigiendo y sosteniendo este sistema. Eso es una manifestación perfecta de la democracia. Frente a esto, EE.UU. reacciona elevando lemas de democracia en el medio oriente.
Hoy en día el mundo es víctima de un vacío ideológico. En ningún lugar del mundo existe algún pensamiento claro y estable en base al cual las sociedades puedan organizar para sí un movimiento y bosquejar un futuro. El Islam tiene hoy la oportunidad de plantearse en el mundo. El Islam se apoya en puntos que conforman antiguas aspiraciones de los seres humanos desde el principio de la historia humana hasta el día de hoy.
El Islam se basa en la justicia, la hermandad, y la dignidad del ser humano. Hoy la humanidad se encuentra sedienta de ello. El ser humano se encuentra sediento de dignidad, de justicia, y de un real sentido humanitario. El Islam se basa en eso mismo.
Hoy es tiempo que el Islam se plantee en el mundo en esa misma forma original y real, y los intelectuales y políticos musulmanes eleven ello en la forma de una bandera frente a los ojos de la toda la gente del mundo. La atracción del genuine Islam es muchísima. Los enemigos del Islam –a la cabeza de los cuales hoy están el sionismo y EE.UU.- no desean que el genuino Islam se muestre. Ellos quieren restringir el Islam en dos formas: una es la forma retrógrada, similar a lo que se vio en el Islam de los talibanes, esto es, fanatismo seco de los pies a la cabeza, sin ninguna lógica, conocimiento y estudio, de manera que los ojos aborrezcan ello y le vuelvan la cara al Islam.
O bien un Islam que ha perdido completamente su identidad frente a occidente. Eso es, un Islam receptivo. Un Islam que acepta cualquier cosa que digan los occidentales, que fomente la cultura occidental bajo la cubierta del Islam y que no tenga nada para decir de sí mismo. Hoy, los enemigos del Islam quieren mostrar a éste en una de estas dos formas, pero no están dispuestos a plantear el Islam que ingresa con denuedo a la escena mundial y que quiere el orgullo, la grandeza, la fuerza, la justicia, el gobierno popular y el desarrollo científico para la comunidad islámica.
Por supuesto, hoy los enemigos del Islam, y a la cabeza de ellos EE.UU. y el sionismo, saben que dentro de la comunidad islámica hay una enorme fuerza acumulada. Por eso, sienten pavor y temor de ello. Es en base a esto que no combaten con el mundo islámico usando el nombre Islam, sino que usan otros nombres para combatirlo. Amplían el sentido de terrorismo de manera que puedan reprimir los movimientos libertadores. Quieren reprimir a los combatientes palestinos –quienes hoy en día son los más valientes combatientes del Islamllamándoles terroristas. Bajo el nombre de terrorismo quieren sacar de la escena a los jóvenes combatientes del Líbano, Irak, Afganistán y a los jóvenes combatientes de cualquier punto del mundo islámico que se oponen a los propósitos del imperialismo y a la intromisión foránea; o bien bajo el pretexto de “las armas de destrucción masiva”, bajo el pretexto de “los derechos humanos”, bajo el pretexto de “la democracia” quieren enfrentar al Islam. Hoy el imperialismo plantea esos pretextos puesto que sienten pavor de enfrentar al Islam llamándole por su nombre.
Por esto, es verdad que hoy el mundo islámico se enfrenta a nuevas amenazas, pero también hay grandes y nuevas oportunidades en el mundo del Islam. Hoy una gran cantidad de jóvenes musulmanes a lo largo del mundo islámico cierran los ojos a los deleites y los productos coloridos de occidente y disponen como lema en sus corazones la fe en Dios, y en sus acciones la obediencia a la religión. Estos jóvenes son muchísimos tanto en Irán como en el resto del mundo islámico, tanto en el oriente del mundo islámico como en su occidente. Hoy hay muchos intelectuales en el mundo islámico que hablan bajo el nombre del Islam, escriben bajo el nombre del Islam, y materializan sus obras artísticas bajo el nombre del Islam. Esas son oportunidades para el Islam. Hoy el mundo islámico ha conocido hasta cierto punto su propia fuerza y sabe que puede llegar a ser poderoso. Si bien la amenaza es grande, también las oportunidades son muchas. Somos nosotros los que tenemos que esforzarnos.
Se ha transmitido del Gan Profeta –que la paz y las bendiciones de Al•lah sean con él y su descendencia- una tradición que expresa: “El ejemplo del creyente es el de la espiga; a veces está tumbada y otras se yergue”. El creyente no es desarraigado. Es posible que la tempestad de los sucesos le tumbe al suelo, pero con la mínima oportunidad se levanta y otra vez se desarrolla y avanza. También el Sagrado Corán expresa lo siguiente: «Como un árbol exquisito cuyas raíces son firmes y cuyas ramas están en el cielo, brinda sus frutos cada tanto con la anuencia de su Señor». Somos nosotros los que debemos esforzarnos en hacer madurar ese fruto… y eso es posible.
Nosotros en la República Islámica de Irán hemos puesto nuestro empeño para afianzar ese pilar básico. Nosotros no desistiremos del gobierno popular, el cual es tomado del Islam y conforma el juicio del Islam mismo. El Islam también ha determinado y aclarado la aceptación de la existencia de dirigentes en reglas como aquella de la bai‘ah o “juramento de fidelidad al gobernante”. Nosotros aceptamos eso con todo nuestro ser. Nosotros no tomamos eso de occidente. Ello nos pertenece, pertenece al Islam. Por eso, nosotros estamos firmes en ello.
Nosotros nos erguimos frente a la influencia e intromisión foránea. Con todo el mundo hacemos intercambios y negociamos en lo relacionado a la ciencia, el conocimiento, la experiencia, productos materiales y espirituales, pero no aceptamos en absoluto de nadie la intromisión, la intrusión, el uso de la fuerza y la dominación. Nuestros enemigos –aquellos que tienen una decidida hostilidad hacia la República Islámica y el Irán islámico- están muy furiosos por este punto. Nosotros hemos demostrado que estamos firmes en ello. Hemos demostrado que podemos, y creemos que todo el mundo islámico puede hacer eso.
Nosotros creemos que se debe expandir la justicia. La expansión de la justicia en la sociedad conforma una de los asuntos más problemáticos y dificultosos. Queremos hacer eso. En ese sentido hemos dado muchos pasos, pero existe una gran brecha entre la situación en la que nos encontramos y aquello que el Islam requiere de nosotros. Ello requiere un gran esfuerzo. Creemos que debemos centralizarnos en esta cuestión y esforzarnos, y si Dios quiere haremos ese esfuerzo.
Nosotros creemos que se debe expandir la ciencia y el conocimiento, y hemos logrado muchos avances en ese camino. Nosotros creemos que el mundo islámico, con los antecedentes, la profundidad y las raíces culturales y científicas que tiene, puede dar grandes pasos en el campo de la ciencia y el conocimiento. Han mantenido al mundo islámico alejado de la ciencia y el conocimiento a propósito. Nosotros hemos aconsejado a nuestros jóvenes y científicos que generen ciencia. Es verdad que se debe aprender la ciencia de aquellos que la poseen, pero no debemos detenernos ahí. Creemos que no debemos contentarnos con traducir la ciencia, sino que debemos generarla. Nuestros jóvenes han comenzado con ello y han logrado muchos éxitos en numerosas áreas. Nosotros haremos eso y lo continuaremos.
Nosotros creemos que debemos fortalecer la estructura material y espiritual de la sociedad y la gente. Debemos fortalecer tanto su estructura material y generar riquezas –puesto que nuestro país es potencialmente rico-, como su estructura espiritual, esto es, fortalecer su fe y ánimo. Eso forma parte de nuestras responsabilidades.
Hoy, el peligro más importante que amenaza al mundo islámico es la desunión. Nosotros nos hemos dividido y no hemos entrelazado nuestras manos. Es por eso que el enemigo nos codicia. Mientras estemos divididos el enemigo nos codiciará.
Nuestra propuesta a todos los estados y gobiernos del mundo islámico y a todas las naciones musulmanas es la de la unión y el mutuo acercamiento. Debemos superar las diferencias y dejarlas de lado. Algunas diferencias pueden solucionarse, entonces a esas las solucionemos. Es posible que algunas no sean posibles de resolverse en un corto periodo, entonces debemos cerrar los ojos a las mismas y dejarlas a un lado. Éste es exactamente el punto en el cual los sionistas y los americanos se ven perjudicados y es por eso mismo que ponen todo su esfuerzo para evitar que ello se produzca.
Las diferencias regionales, religiosas, tribales, políticas y territoriales, son todas incitadas por los enemigos. Ya existía entre nosotros la predisposición para ese tipo de diferencias, solo que hemos sido indolentes y no hemos eliminado esas predisposiciones, y ellos llegaron y se valieron de la indolencia de la comunidad islámica e intensificaron esa diferencias haciéndonos lidiar entre nosotros mismos. Cuántas de nuestras fuerzas materiales y espirituales hemos derrochado en esas peleas y diferentes guerras regionales, nacionales, religiosas y tribales. Nosotros creemos que debemos seguir esto como un objetivo serio.
En lo personal creo que hoy en el mundo islámico, los enemigos del Islam y la comunidad islámica utilizan mayormente dos armas: una es el arma de la amedrentación, y la otra es el arma de generar la ambición. Las naciones, los intelectuales, las personas destacadas y los integrantes de la comunidad a veces son amedrentados y otras veces son tentados. Tanto lo uno como lo otro son redes de Satanás. No se debe temer de su amedrentación: «Aquellos a quienes la gente les dice: “La gente se ha agrupado en vuestra contra, temed pues de ellos”, y ello les aumenta su fe y dicen: “Dios nos es suficiente. ¡Y qué mejor Protector!”, y se volvieron por una gracia de Dios y un favor en el cual no les tocará lo malo», ésos constituyen una lección para nosotros. Así debemos proceder. No debemos dejarnos amedrentar por el enemigo. Tampoco debemos sucumbir a la tentación del enemigo, puesto que el enemigo no brinda nada bueno y lo que hace ambicionar no es más que una trampa.
Esta cuestión, se verifica tanto para las personas como para los estados y gobiernos, tanto para los pensadores como para el común de la gente. No tengamos esperanzas en aquello que hacen ambicionar y no temamos de su amedrentación. Nosotros somos fuertes: «Y vosotros sois los victoriosos si es que creéis».
Al final de mis palabras quiero enfatizar en el hecho de que en este seminario y reunión debéis buscar y encontrar las vías. Vosotros sois los elegidos del mundo islámico. Cada uno de vosotros, cada una de vuestras ideas, puede ser el origen de una transformación o un movimiento en algún sector de la gran sociedad comunidad islámica. Cuando estas ideas se juntan entre sí, pueden abrir muchos caminos frente a nosotros.
Se debe conocer al enemigo. Conocer al enemigo es una de las principales tareas. Hoy el gran enemigo del mundo islámico son EE.UU. y el sionismo. Esos conforman el gran Satán. Entre los satanaces los peores, los más funestos, y los más peligrosos son EE.UU. y el sionismo que hoy en día, en forma completamente abierta y clara, colaboran entre sí. Nunca tal como hoy éstos fueron tan amigos y estuvieron tan juntos. Esos son el enemigo principal. Esos son el gran ídolo que se debe quebrar. Se debe conocer a este enemigo y presentarlo al común de la gente, las personas sobresalientes y los pensadores de las comunidades islámicas.
No debemos equivocarnos al reconocer al enemigo. Algunos no reparan en el enemigo real y principal y consideran como enemigo a cosas secundarias. Eso conforma un gran error y es posible que lleve a dilapidar años de la vida del mundo islámico. Por la gracia de Dios, nosotros no nos hemos equivocado al distinguir al enemigo y no lo haremos. Se nos dirigen distintos tipos de enemistades, pero nunca confundiremos eso con el gran enemigo principal. Nosotros no consideramos ni reparamos en muchas hostilidades. El enemigo real esta ahí. El siguiente punto a este respecto es que también debemos conocer los métodos del enemigo. Esto es, por qué vías ingresa, cómo procede y qué hace.
Me refiero al último asunto señalando la bendita aleya que dice: «Di: Solo os prevengo una cosa: que os yergáis por Dios de dos en dos, o individualmente, luego reflexionéis». Erguirse por Dios -de dos en dos o individualmente- es la más obligatoria de nuestras tareas. Eso es posible en todos los niveles.
¡Queridos hermanos! Nuevamente os doy la bienvenida y os agradezco por haberos tomado la molestia de haber venido hasta aquí, y agradezco a Dios que me dio la oportunidad de encontrarme con vosotros en esta fraterna reunión.
Was salamu Alaikum Wa rahmatullah wa barakatuh
TRADUCCIÓN DEL PERSA:
H. FEISAL MORHELL
Sura Al-Baqarah; 2:150.
Sura Ibrâhîm; 14: 24.
Sura Âli ‘Imrân; 3: 173-174.
Sura Âli ‘Imrân; 3: 139.
Sura Sabâ; 34: 46.
Libros.ir
http://libros.ir/libros/Biblioteca%20Islamica/Revistas%20y%20articulos%20de%20temas%20diversos%20(48)/Revista%20Az-Zaqalain/AzZaqalain25.pdf
Monday, December 26, 2011
El Pentágono recibe luz verde para la guerra en Internet
El Pentágono recibe luz verde para la guerra en Internet
Seguridad en internet
Arnau Fuentes
Nación Red
Francisco Gonzalez-Minero
16 de diciembre de 2011 07:09
Los tambores de guerra de la maquinaria militar de los Estados Unidos de América se oyen cada vez más fuerte en Internet. El Pentágono hacía tiempo que quiere declarar la red como nuevo “teatro de operaciones”, y finalmente lo ha conseguido.
Las dos cámaras parlamentarias de Washington DC han dado luz verde a los militares para que puedan realizar eso que llaman “kinetic military actions“ y que no es más que un lamentable eufemismo para decir “guerra”.
Como siempre en estos casos, el anuncio no ha venido con bombo y platillo, si no mediante un corto párrafo en el presupuesto militar para 2012. Se puede ser más rastrero, pero no más claro.
El presupuesto militar, que se aprueba con rango de ley, reza lo siguiente:
El Congreso afirma que el Departamento de Defensa tiene la capacidad, y bajo la dirección del Presidente puede llevar a cabo operaciones ofensivas en el ciberespacio para defender a nuestra nación, aliados y demás intereses, de acuerdo con 1) los principios y sistemas legales que el Departamento sigue para las capacidades cinéticas, incluyendo la ley de conflictos armados; y 2) la Resolución de Poderes de Guerra.
Tan escueto como poco claro, y encima recochineo con las “capacidades cinéticas“ y los “principios y sistemas legales” ya que, por si alguien no lo recuerda, la intervención del ejército norteamericano en Libia, en la guerra que inició la debacle de Gaddafi, no fue una “guerra”, si no una “acción cinética militar”.
¿Y por qué fue una “acción cinética” y no una “guerra”? Pues porque para que el Presidente de los Estados Unidos pueda declarar una guerra, tiene que pedir permiso al Congreso, y que éste se lo otorgue. Y no pasó nada de eso en Libia.
De éste modo, el Presidente de los Estados Unidos y Comandante en Jefe de su ejército tiene ahora vía libre para declarar, también, la guerra en Internet cuando le venga en gana y sin necesidad de seguir los “principios y sistemas legales” procedentes pidiendo permiso al Congreso.
También quedan más cosas en la oscuridad, como por ejemplo qué se considera una “acción ofensiva”. Pero aunque ahora no se especifique, la Estrategia del Pentágono para la Seguridad en Internet (y segunda parte), otro bonito eufemismo, ya se ocupaba de decirlo hace unos meses.
Habrá que contar que las “acciones ofensivas” puedan incluir el lanzamiento de virus y gusanos, troyanos, ataques de denegación de servicio o incluso penetrar en los sistemas de control de energía de terceros países y deshabilitar las redes eléctricas para dejar todo un país a oscuras.
Y decimos “pueden incluir” porque no existen precedentes en el aspecto de la net war o guerra cibernética, aunque desde el Pentágono ya dejaron claro que se tomarán en serio cualquier ataque, y que el mismo puede recibir respuestas con fuego real, además de lo listado en el párrafo anterior.
Todo esto viene empujado por el sector de la ciber-paranoia, que viene profetizando una suerte de ciber-apocalipsis, ciber-Pearl Harbor y demás ciber-bazofia para promover el miedo.
No existe constancia de ningún ataque hacker, de ninguna acción que haya puesto en peligro, ni si quiera en riesgo, ninguna de las “infraestructuras altamente dependientes de Internet“.
Es más, el único caso que podría relacionarse con esto fue el de la depuradora en Illinois, que fue “victima” de las conexiones de uno de sus responsables, mientras se encontraba en viaje de negocios.
http://www.nacionred.com/seguridad-en-internet/el-pentagono-recibe-luz-verde-para-la-guerra-en-internet
Seguridad en internet
Arnau Fuentes
Nación Red
Francisco Gonzalez-Minero
16 de diciembre de 2011 07:09
Los tambores de guerra de la maquinaria militar de los Estados Unidos de América se oyen cada vez más fuerte en Internet. El Pentágono hacía tiempo que quiere declarar la red como nuevo “teatro de operaciones”, y finalmente lo ha conseguido.
Las dos cámaras parlamentarias de Washington DC han dado luz verde a los militares para que puedan realizar eso que llaman “kinetic military actions“ y que no es más que un lamentable eufemismo para decir “guerra”.
Como siempre en estos casos, el anuncio no ha venido con bombo y platillo, si no mediante un corto párrafo en el presupuesto militar para 2012. Se puede ser más rastrero, pero no más claro.
El presupuesto militar, que se aprueba con rango de ley, reza lo siguiente:
El Congreso afirma que el Departamento de Defensa tiene la capacidad, y bajo la dirección del Presidente puede llevar a cabo operaciones ofensivas en el ciberespacio para defender a nuestra nación, aliados y demás intereses, de acuerdo con 1) los principios y sistemas legales que el Departamento sigue para las capacidades cinéticas, incluyendo la ley de conflictos armados; y 2) la Resolución de Poderes de Guerra.
Tan escueto como poco claro, y encima recochineo con las “capacidades cinéticas“ y los “principios y sistemas legales” ya que, por si alguien no lo recuerda, la intervención del ejército norteamericano en Libia, en la guerra que inició la debacle de Gaddafi, no fue una “guerra”, si no una “acción cinética militar”.
¿Y por qué fue una “acción cinética” y no una “guerra”? Pues porque para que el Presidente de los Estados Unidos pueda declarar una guerra, tiene que pedir permiso al Congreso, y que éste se lo otorgue. Y no pasó nada de eso en Libia.
De éste modo, el Presidente de los Estados Unidos y Comandante en Jefe de su ejército tiene ahora vía libre para declarar, también, la guerra en Internet cuando le venga en gana y sin necesidad de seguir los “principios y sistemas legales” procedentes pidiendo permiso al Congreso.
También quedan más cosas en la oscuridad, como por ejemplo qué se considera una “acción ofensiva”. Pero aunque ahora no se especifique, la Estrategia del Pentágono para la Seguridad en Internet (y segunda parte), otro bonito eufemismo, ya se ocupaba de decirlo hace unos meses.
Habrá que contar que las “acciones ofensivas” puedan incluir el lanzamiento de virus y gusanos, troyanos, ataques de denegación de servicio o incluso penetrar en los sistemas de control de energía de terceros países y deshabilitar las redes eléctricas para dejar todo un país a oscuras.
Y decimos “pueden incluir” porque no existen precedentes en el aspecto de la net war o guerra cibernética, aunque desde el Pentágono ya dejaron claro que se tomarán en serio cualquier ataque, y que el mismo puede recibir respuestas con fuego real, además de lo listado en el párrafo anterior.
Todo esto viene empujado por el sector de la ciber-paranoia, que viene profetizando una suerte de ciber-apocalipsis, ciber-Pearl Harbor y demás ciber-bazofia para promover el miedo.
No existe constancia de ningún ataque hacker, de ninguna acción que haya puesto en peligro, ni si quiera en riesgo, ninguna de las “infraestructuras altamente dependientes de Internet“.
Es más, el único caso que podría relacionarse con esto fue el de la depuradora en Illinois, que fue “victima” de las conexiones de uno de sus responsables, mientras se encontraba en viaje de negocios.
http://www.nacionred.com/seguridad-en-internet/el-pentagono-recibe-luz-verde-para-la-guerra-en-internet
Sunday, December 25, 2011
Manifiesto general sobre el Islam y el Shiísmo
Manifiesto general sobre el Islam y el Shiísmo
Por: Seîied Ÿamâluddîn Bastânî
Traducido del persa por: Feisal Morhell
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 6
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
Introducción
LAS RELIGIONES DIVINAS, de forma categórica, conforman los factores más importantes que han dispuesto bajo su influencia a las culturas y civilizaciones humanas. A pesar de que los últimos siglos son llamados “la época en que la humanidad ha tendido a la razón –en lugar de la revelación-” aún así, se deben buscar las raíces de la vida racional de la humanidad en la religión.
El Judaísmo, el Cristianismo y el Islam son religiones vivas e importantes del mundo de hoy. El Cristianismo conforma la primera mayoría de la humanidad, y luego del mismo el Islam posee el mayor porcentaje.
El Islam, como la última religión divina que fue expuesta a la gente por medio de su gran Profeta Muhammad (BP), desde los albores de su manifestación hasta hoy en día, ha tenido el mayor crecimiento. El siglo XX fue el siglo del crecimiento del Islam, y el siglo XXI ha sido considerado “el siglo del Islam”.
Desde la creación de Adán (P) la puerta de la revelación y la guía divina ha sido abierta a la humanidad. Adán (P) fue el primer profeta de Dios. Luego de él también fueron enviados por parte de Dios los mensajeros divinos uno tras otro, quienes transmitían el último mensaje celestial a las personas –el cual era revelado en base a la capacidad de la época-.
Si bien las religiones divinas contienen una gran parte de elementos comunes, las cualidades de cada nueva religión llegan al punto que se consideran a sí mismas abrogantes de la religión anterior. El Islam –que es la religión sobre la cual las religiones anteriores daban albricias a sus prosélitos- conforma el sello de las religiones; esto es, luego de la misma las puertas de la revelación divina han sido cerradas a la humanidad. Naturalmente, esta religión goza de una capacidad tal que puede responder a las necesidades de la humanidad hasta el final de los tiempos -considerando todos los cambios existentes en ese período.
En este compendio presentamos una reseña general de la religión del Islam, y a continuación de ello, la Escuela del Shiísmo -es decir, la explicación que la Gente de la Casa del Profeta (BP), esto es Ahl-ul Bait (P), hace del Islam.
Que sirva para que los musulmanes recuerden su propio honor y orgullo, y para que los no-musulmanes lo vean como algo que merece reflexión.
La religión del Islam
“ISLAM” etimológicamente tiene el significado de “someterse y exponer el cuello”, y el sentido de ello en el Sagrado Corán es “el sometimiento ante la voluntad de Dios”. Éste es el Islam en el sentido general de la palabra.
El Sagrado Corán no admite otra religión fuera del Islam -con el significado mencionado-:
«Ciertamente que para Dios la religión es el Islam».[1]
Desde la perspectiva islámica, el valor y la consideración pertenecen a la creencia pura y a la buena acción, y no a la simple vinculación nominal y formal a la religión:
«Por cierto que los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quien cree en Dios y en el Último Día, y realiza buenas obras, esos tendrán su recompensa ante su Señor, y no tendrán temor ni se atribularán».[2]
Pero aún así, en nuestro tiempo, solamente la religión de Muhammad (BP) conforma la plasmación específica del “Islam”, así como las otras religiones divinas, en su momento, eran el exponente del sometimiento y adoración a Dios. En otras palabras, eran el “Islam” de su tiempo:
«¿Acaso fuisteis testigos cuando la muerte se le presentó a Jacob, cuando dijo a sus hijos: “¿Qué adoraréis después de mí?”. Dijeron: “Adoraremos a tu Dios y al Dios de tus padres; Abraham, Ismael e Isaac. Un solo Dios y a Él nos sometemos”».[3]
Por esto mismo, el Islam de Muhammad (BP) corrobora todas las religiones anteriores:
«Decid: “Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado, y en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las tribus de Israel, en lo que le fue dado a Moisés, a Jesús, y en lo que les fue dado a los profetas por su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos, y nosotros a Él nos sometemos”».[4]
Y es en base a esto mismo que, aquel a quien no le fueron explicadas las creencias islámicas, o bien le fueron explicadas pero no las entendió –en otras palabras es un ignorante sin culpa- y en consecuencia permaneció alejado de la verdad, desde la perspectiva del Islam es un oprimido, se considera exculpado y es objeto de condescendencia.
La religión del Islam es la promesa hecha a todas las religiones divinas
Dice Dios:
«Y esforzaos por Dios como se debe. Él os eligió y no dispuso para vosotros ninguna dificultad en la religión. Es el culto de vuestro padre Abraham quien os llamó musulmanes (sometidos a Dios) antes y aquí, de manera que el Mensajero sea un testimonio sobre vosotros y seáis un testimonio sobre la gente. Así pues, realizad la oración, dad el diezmo y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor. ¡Qué buen Señor! ¡Y qué buen Auxiliador!».[5]
La religión de Muhammad (BP) es el Islam en la concepción particular de la palabra
EL ISLAM ES EL SELLO DE LAS RELIGIONES. Esto es, es la última de las religiones divinas, la cual, a través del último de los profetas de Dios, Muhammad (BP), fue revelada a los siervos de Dios. Su culto será el exponente de la adoración a Dios hasta el final de los tiempos. Tener fe y aferrarse a la misma garantiza la voluntad de Dios en la vida de la humanidad.
En épocas del envío del Gran Mensajero (BP) la humanidad alcanzó un grado de aptitud y capacidad tal que logró la idoneidad para portar la religión completa de Dios, poder entenderla con la ayuda de los piadosos santos de la religión y disponer la lámpara de su propia guía hasta el final de los tiempos.
Las enseñanzas del Islam no se limitan a una región o raza en particular, sino que disponen bajo su sombra a todas las generaciones de la humanidad hasta el día de la Resurrección. Así también, la religión del Islam considera todos los aspectos de la vida de la humanidad y engloba todo aquello que los seres humanos necesitan para su felicidad en cuanto a lo material y espiritual en el ámbito de su vida individual y social.
Las enseñanzas del Islam
LAS ENSEÑANZAS DE LA RELIGIÓN ISLÁMICA pueden ser divididas en tres partes: las creencias, la moral, y la jurisprudencia.
El Imam As-Sâdiq (P) transmite en un hadîz lo siguiente:
Dijo el Profeta (BP): “Por cierto que el conocimiento está conformado por tres partes: una aleya coránica determinante, un precepto justo o una tradición establecida”.[6]
Las creencias religiosas conforman la base de la religión y del resto de las enseñanzas religiosas. Los ejes de las creencias de la religión del Islam -al igual que las otras religiones divinas- son tres: el Monoteísmo, la Profecía y el Más Allá.
El Monoteísmo, el cual es la más básica de las enseñanzas religiosas, alcanza su plenitud como creencia luego de que se llega a la convicción en la Unicidad de Dios, y dentro del marco de la completa adoración y servilismo al Creador, al punto que el Islam no bosqueja más objetivo para la creación que el de la servidumbre a Dios:
«No he creado al genio y al hombre sin para que me adoren».[7]
El Islam, además de la creencia en la Unicidad Divina en lo referente a la Creación (tawhîd fil jâliqîiah), también sostiene la unicidad en “el señorío o regencia existencial” (rubûbîiah takwinîiah) y “el señorío o regencia legislativa” (rubûbîiah tashrî‘îiah). Esto significa que no considera que Dios solamente creó el mundo y lo dejó a su suerte y que lo que sucede no tiene que ver con la Voluntad Divina, sino que sostiene que la misma engloba y rige en toda la existencia (rubûbîiah wa wilâiah takwînîiah - “Señorío y Potestad existencial”). Asimismo, luego de conferir el libre albedrío al ser humano, Él expone un orden para la vida humana en el marco de unas leyes y normas, y esa tutoría y supervisión conforma Su exclusivo derecho (rubûbîiah wa wilâiah tashrî‘îiah - “Señorío y Potestad legislativa”).
De la wilâiah tashrî‘îiah de Dios se desprende la necesidad de la profecía. Una de las funciones de los profetas es anunciar las leyes divinas a los seres humanos. Asimismo, es necesario que la explicación de las realidades y el hecho de dirigir la atención de la humanidad hacia las mismas se dé a través de los profetas.
La creencia en los Profetas, significa creer en la existencia de mensajeros que trajeron para la humanidad el Mensaje de la Revelación Divina. Aquí, el propósito de Revelación (wahî) es el Mensaje que fluyó en los Libros Celestiales y del corazón y boca de los profetas, en forma de palabras especiales.
Por supuesto, a los profetas también se les revelaban e inspiraban palabras. En la tradición islámica a ello se le llama hadîz qudsî o dicho sagrado.
El hadîz qudsî es un mensaje divino que se expone a las personas con palabras de los mismos profetas y no de Dios directamente, a diferencia del Sagrado Corán, donde tanto el significado como las mismas palabras provienen de Dios, Majestuoso e Imponente.
El Mensaje de la Revelación conforma la fuente principal para conocer cualquier religión. La única religión donde la revelación de Dios a su profeta no ha sido objeto de alteración y olvido es la religión del Islam. Dios, de forma clara, prometió que resguardaría el mensaje del Corán:
«Ciertamente que Nosotros hicimos descender el Recuerdo, y ciertamente que Nosotros somos sus custodios».[8]
La historia también da testimonio de que no hubo alteración en el Sagrado Corán. Asimismo las tradiciones islámicas confirman ello.
Cabe mencionar que el Islam, al igual que las demás religiones divinas –a excepción de algunas religiones tergiversadas-, considera inmaculados a los profetas, y rechaza la posibilidad de que hayan cometido error en la transmisión del Mensaje de la Revelación:
«Y no habla por capricho. No es sino una revelación que es descendida»[9]
El Sagrado Corán es el Libro Celestial del Islam. Contiene todo aquello que la religión del Islam ha planteado, y deja en claro lo que es y lo que debe ser –por supuesto, “aquello que es y debe ser” cuyo conocimiento es necesario para la felicidad del ser humano.
Cuando el Sagrado Corán explica, a veces hace las veces de un maestro que le enseña a la humanidad lo que no sabe:
«Y Dios hizo descender sobre ti el Libro y la sapiencia, y te enseñó lo que no sabías. Y la gracia de Dios para contigo fue inmensa».[10]
Otras veces asume la posición de un “Recordador” que manifiesta aquello que está recóndito en la naturaleza humana y respecto a lo cual la persona, en realidad, está desatenta:
«Por cierto que os revelamos un Libro en el cual se encuentra un recuerdo para vosotros. ¿Acaso no reflexionáis?».[11]
La formación y la depuración de las almas es otra de las funciones de los profetas, lo cual también se fundamenta en la revelación:
«Así como enviamos entre vosotros a un Mensajero que os recita nuestras aleyas, os purifica y os enseña el Libro y la sapiencia; y os enseña lo que no sabíais».[12]
Es posible que “el afianzamiento del corazón” (esto es, suscitar la convicción interior) que señala el Sagrado Corán, también forme parte de la formación del alma.
«Y te narramos todas estas noticias sobre los profetas, con lo que afianzamos tu corazón».[13]
La formación y el recordativo espiritual abarcan las tres partes de las enseñanzas religiosas (la doctrina, la moral y la jurisprudencia), puesto que la humanidad necesita de la orientación divina.
Dios ennoblece al ser humano y pone énfasis en “la nobleza humana”:
«Y en verdad que hemos ennoblecido a los hijos de Adán y les portamos sobre la tierra y el mar, les agraciamos de las cosas buenas y les preferimos sobremanera por sobre mucho de lo que creamos».[14]
Ello es por los estados de perfección que están recónditos en su naturaleza. Tal vez la mayor de esas capacidades de perfección sea el entendimiento y comprensión de las realidades del mundo:
«¡Lee! En el Nombre de tu Señor que creó * Creó al ser humano de un coágulo * ¡Lee! Que tu Señor es el más Noble * Quien enseñó mediante el cálamo * Enseñó al ser humano lo que no sabía».[15]
A pesar de todo ello, el ser humano necesita ser sujetado por Dios para que no caiga presa del comportamiento ignorante y la altivez. Inmediatamente después de manifestar la nobleza del ser humano, Dios expresa:
«¡No! En verdad que el ser humano se ensoberbece * cuando se ve innecesitado».[16]
Esto nos refiere la debilidad de las personas. Asimismo, otras aleyas divinas nos describen al ser humano de la siguiente manera:
«Ciertamente que es opresor, ignorante».[17]
«Por cierto que el ser humano es opresor, desagradecido».[18]
«El ser humano es precipitado».[19]
«Y el ser humano fue creado débil».[20]
«Por cierto que el ser humano fue creado impaciente».[21]
La debilidad de la humanidad en lo relacionado a conocer las realidades del mundo –entre las que se cuenta su propia felicidad- por un lado (esto es, la debilidad en la razón teórica)[22], y su debilidad espiritual –lo cual abarca desde la existencia de las pasiones del alma hasta cómo es influenciado por su entorno natural, social, político y cultural- por otro lado (esto es, la debilidad en la razón práctica)[23], provocan que el ser humano:
Primero: no sepa en detalle lo que le conviene.
Y segundo: no pueda confiar en sus sentidos y su conciencia en forma absoluta.
Esto nos explica y da una idea general de la necesidad que la humanidad tiene de la Revelación.
La Revelación se apresura a asistir al ser humano a través de dos caminos: uno es a través de las mismas enseñanzas religiosas, y el otro exponiendo al “hombre perfecto”.[24]
«En verdad que habéis tenido en el Mensajero de Dios un excelente ejemplo».[25]
En cuanto al Ma‘âd (el Más Allá), esto es, la creencia en que:
Primero: La vida humana no se restringe a esta vida mundanal, sino que en el Día de la Resurrección todos los seres humanos volverán a la vida y comenzarán una vida eterna en su última morada.
Dijo el Profeta (BP): “No habéis sido creados para la aniquilación, sino que habéis sido creados para la permanencia, y sólo os trasladáis de una morada a otra”. [26]
Incluso, en las enseñanzas islámicas, además del mundo terrenal y del mundo del Más Allá, se habla sobre otro mundo denominado el mundo del Barzaj[27], el cual se encuentra entre esos dos:
«Y tras ellos hay una barrera (barzaj) hasta el Día en que sean resucitados».[28]
En base a esto, la vida del ser humano comienza al ser engendrado en este mundo y continúa por la eternidad.
Segundo: La vida mundanal es un sembradío para el Más Allá.
Dijo el Profeta (BP): “La vida mundanal es un sembradío para el Más Allá”.[29]
El “Retorno” que plantean las religiones divinas, nos deja en claro que: la vida eterna del ser humano se edifica en base a sus acciones en este mundo. Este mundo es una morada en la cual la persona resuelve el camino para su vida. El camino que el ser humano elige en esta vida en base a su intención pura o espuria, tomando como referencia a las pruebas de Dios (esto es, el intelecto y la revelación), delimita cómo será su vida eterna.
Dijo Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P): “Por cierto que Dios dispuso este mundo como morada para las acciones y dispuso a la otra vida como morada de la retribución a las mismas y de la permanencia”.
(Bihâr Al-Anwâr, t.32, p.464)
La vida del Más Allá es la corporeización de las acciones del ser humano en el mundo terrenal:
«Y quien haga la más mínima partícula de bien lo verá, y quien haga la más minima partícula de mal lo verá».[30]
Por supuesto, la virtud y misericordia divina puede hacer que la corporeización de la buena acción se muestre para su bienaventuranza de una forma cien veces mayor:
«Quien realice una buena acción, recibirá diez veces más».[31]
La armonía y el propósito del mundo
DESDE UNA PERSPECTIVA MONOTEÍSTA –que alegan las religiones divinas-, todo el mundo fue creado por una única Voluntad y es regido por la misma. Una Voluntad que es Sabia, Sapiente, Veraz y Benevolente. En base a esto, la unidad y armonía rigen en las partes de este mundo, según lo cual no se puede considerer ninguna parte del mismo desconectada de las demás.
Es por esto mismo que el sistema que rige en el mundo es un sistema moral[32], y las acciones correctas e incorrectas del ser humano en el mundo terrenal afectan su vida en el Más Allá.
El dominio de una unidad y armonía sapiente sobre el universo, en el Islam es objeto de un mayor énfasis. Esto es porque: cada plan que se dispone para corregir la vida espiritual del ser humano, también ordena su vida formal –tanto en el aspecto individual como en el social-. Por ello mismo, toda instrucción que emite sobre alguna cuestión de la vida material, va acompañada de los aspectos morales y en combinación con los principios doctrinales y el pensamiento espiritual. Esto es una tradición divina.[33]
La Escuela del Shiísmo
CON EL ENVÍO del Gran Profeta de Dios (BP), Muhammad Al- Mustafâ (el Elegido), que las bendiciones de Dios sean con él y su familia, en el año 610 de la era cristiana, el Islam nació en La Meca –una ciudad en la península arábiga (el Hiÿâz) donde Abraham (P) reedificó la Ka‘bah, el más importante lugar de adoración a Dios-. El Gran Profeta (BP) fue un hombre conocido por sus elevadas virtudes morales del clan de los hashemitas, uno de los clanes de la tribu de Quraish. La tribu de Quraish era renombrada y poderosa. Era la tribu más prominente de esos días en la zona del Hiÿâz, y el clan de los hashemitas entre ellos era conocido por su nobleza moral.
La convocatoria al Islam comenzó en la propia familia y clan del Profeta. Luego tomó forma abierta. La mayor oposición que enfrentó el Gran Profeta (BP) fue de parte de los contrincantes del clan de los hashemitas de la misma tribu de Quraish, lo cual fue un asunto que luego perduraría.
En cualquier caso, el desarrollo del Islam en La Meca, fue conformándose paulatinamente a los largo de 13 años, y a pesar de la hostilidad de Quraish y sus prosélitos, al emigrar el Profeta (BP) a la ciudad de Medina, se agilizó. Finalmente, a lo largo de 23 años de esfuerzos ininterrumpidos del Profeta y sus leales compañeros, toda la península arábiga se convirtió al Islam.
Durante este periodo, surgió un grupo conocido como “los shias (partidarios) de ‘Alî (P)”. Existen muchos hadices o narraciones del Gran Mensajero del Islam (BP) transmitidos a través de las dos corrientes (sunni y shi‘a) que nos señalan que tal predisposición fue reconocida oficialmente en vida del Gran Profeta (BP) e incluso fue ratificada. Por ejemplo:
El sabio sunni Ibn ‘Asâkir cita una narración transmitida por Ÿâbir Ibn ‘Abdil•lah Al-Ansârî, que dice:
“Nos encontrábamos junto al Profeta (BP) y llegó ‘Alî (P). Entonces dijo el Profeta (BP): “¡Por Aquel en cuyas manos está mi alma! Por cierto que éste y sus shias serán los triunfadores el día de la Resurrección”. Tras ello fue revelada la aleya que expresa:
«Por cierto que los creyentes que practican buenas obras, esos son lo mejor de la creación».[34]
Por ello, cuando llegaba ‘Alî (P) los Compañeros del Profeta (BP) decían: “Ha llegado lo mejor de la creación”.
(Ad-Durr Al-Manzûr, t.6, p.589. Edic. Dâr Al-Fikr)[35]
La historia menciona el nombre de un número considerable de Compañeros del Profeta (BP) como “Shias de ‘Alî (P)”. Entre los mismos se encuentran grandes personalidades como: ‘Abdul•lah Ibn ‘Abbâs, Al-Fadl Ibn ‘Abbâs, Qazm Ibn ‘Abbâs, ‘Aqîl Ibn Abî Tâlib, Salmân Al-Farsî, Miqdâd, Abû Dharr, ‘Amâr Ibn Iâsir, Abû Aîiûb Al-Ansârî, Ubaî Ibn Ka‘b, Sa‘d Ibn ‘Ubâdah, y Muhammad Ibn Abî Bakr fueron parte de dicho grupo. (Referirse a los libros: Usud Al-Gâbah, Al-Istî‘âb, y Al-Isâbah, de entre los libros escritos por renombrados sabios sunnis, y a los libros: Ad-Daraÿât Ar-Rafî‘ah, Asl Ash-Shî‘ah wa Usûlihâ, y Al-Fusûl Al-Muhimmah, de entre los libros de los sabios shias).
El origen de este suceso fue la posición que gozaba ‘Alî ibn Abî Tâlib (P) ante el Noble Profeta (BP) desde el punto de vista de las perfecciones religiosas por un lado, y la designación del Profeta (BP) basadas en la sucesión de ‘Alî (P) tras sí.
Este asunto no fue aceptado por muchos de aquellos quraishitas que desde antaño mantenían pugnas tribales con los hashemitas. Esa disconformidad muchas veces incluso en vida del Profeta (BP) se manifestaba en la forma de oponerse a ‘Alî (P). El Profeta (BP) repetidas veces se quejó por las objeciones que los quraishitas hacían de ‘Alî (P).
En el suceso de la expedición enviada al Yemen, un grupo de entre los Compañeros (Jâlid Ibn Al-Walîd y sus acólitos) fueron ante el Profeta (BP) a quejarse de ‘Alî (P) –que era el jefe de la expedición-. El Mensajero de Dios volvió el rostro unas cuantas veces y luego al ver su insistencia se enojó y dijo: “¿Qué queréis de ‘Alî?”. Luego inmediatamente dijo: “Por cierto que ‘Alî es de mí y yo soy de él, y es el Walî (patrono) de todo creyente después de mí”. (Citado en los principales libros sunnis como Musnad Ahmad[36], t.4, p.438, hadîz nº 19081, y Sahîh At-Tirmidhî[37], t.5, p.296, hadîz nº 3645).
Esas disconformidades definieron el apego a favor de Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P).
El segundo califa da testimonio de ello allá donde le dice a Ibn ‘Abbâs: “¡Oh Ibn ‘Abbâs! ¿Sabes qué es lo que impidió que os dieran la bai‘ah (juramento de fidelidad) después del Profeta? Ellos no querían que vosotros tuvieseis tanto la profecía como el califato, y presionaron a su gente. Es por eso que Quraish eligió el califato para sí mismo. ¡Y fue algo correcto y exitoso!”.
Luego dice: Escuché que tú dices “nos arrebataron el califato por la fuerza y tiranamente a causa de la envidia”.
Ibn ‘Abbâs le respondió: “Respecto a lo que dices que nos fue arrebatado por la fuerza y tiranamente, conforma una realidad que es conocida tanto por el ignorante como por el sabio, y es algo claro para todos. En cuanto a lo que dices que fue por causa de la envidia, tú sabes que Adán (P) fue objeto de la envidia, y nosotros también somos sus hijos envidiados… (Al-Kâmil fî-t Ta’rîj[38], t.3, p.24; Sharh Ibn Abîl Hadîd[39], t.3, p.107; Ta’rîj Bagdâd[40], t.2, p.97).
Al-Ia‘qûbî también transmite el diálogo anterior y al final agrega:
Dijo ‘Umar: “¡Juro por el Dios de Ibn ‘Abbâs! ¡que realmente ‘Alî, tu primo, es la persona más adecuada para el califato, pero Quraish no lo puede ver!”. (Murûÿ Adh-Dhahab, t.2, p.137).
Tal pugna y envidia incluso frente a un Profeta, no eran extrañas en el profundo régimen tribal que imperaba sobre la península árabe.
La realidad del Shiísmo:
LA SHI‘AH SOSTIENE el Imamato de 12 personas de la descendencia del Gran Profeta (BP) y considera que el doceavo Imam se encuentra aún vivo y oculto.
La escuela del Shiísmo en particular invoca dos principios básicos:
1. La condición de Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP), como referentes del conocimiento. Ello es demostrable mediante numerosos hadices del Profeta (BP):
La aleya de Tathîr (la Purificación):
«Por cierto que Dios sólo quiere alejar de vosotros la impureza, Ahl-ul Bait, y purificaros sobremanera».[41]
Según los hadices tanto de los shias como de los sunnis, esta aleya fue revelada refiriéndose a Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP).
El Hadîz de Zaqalain (los dos tesoros):
DIJO EL PROFETA (BP): “¡Oh gente! Ciertamente que dejo entre vosotros aquello a lo cual si os aferráis no os extraviaréis: el Libro de Dios y mi descendencia, Ahlu Baîtî (La Gente de mi Casa)”. (Kanz Al-‘Ummâl, t.1, p.44; Musnad Ahmad, t.5, p.26; Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.109 y 148, … con ligeras diferencias en cada narración).
El Hadîz de Safînah (El Arca):
DIJO EL PROFETA (BP): “¡Sabed que el ejemplo de la Gente de mi Casa (ahlu baîtî) entre vosotros es como el ejemplo del Arca de Noé: quien se embarcó en ella se salvó y quien se rezagó de la misma se ahogó”. [42]
Éstas, al igual que decenas de otras narraciones -algunas de las cuales fueron trasmitidas como explicadoras de aleyas del Sagrado Corán-, todas son un testimonio de que la Gente de la Casa del Profeta (BP) fueron una prueba para la humanidad en lo concerniente al conocimiento del Islam, y que al explicar la religión estaban indemnes de la equivocación.
La escuela del Shiísmo posee una característica propia al tener la creencia en esa posición de Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP), y es el hecho de que la escuela del Shiísmo es la única que, mediante la creencia en la wilâiah y la orientación de los puros Imames (P), resguardó para siempre el nexo de la guía divina entre Dios y la Creación –mediante la dilucidación de las normas islámicas y su adaptación constante al tiempo y al lugar, y asimismo mediante el hecho de presentar el ideal del ser humano perfecto en cada tiempo. Así, considera que la wilâiah divina se encuentra viva y permanente.
La carencia de esta creencia en las demás escuelas islámicas –y asimismo en las demás religiones-ha provocado que se suponga que la religión no ha dejado en claro las cosas en muchas cuestiones, y que respecto a las mismas se deben idear soluciones convenientes sin la orientación de la Revelación. Idear soluciones convenientes sin la influencia de la Revelación, a lo largo de la historia ha sido causa de desvío, discrepancias y divisiones sociales, y no ha llevado más que a la corrupción. Es suficiente con observar el mundo de hoy para tomar conciencia de ello. Eso es así mientras que la Shi‘ah siempre se ha nutrido de la Revelación por aferrarse a la wilâiah de los Inmaculados (P).
Los inmaculados de la Casa del Profeta (BP) nos han legado decenas e incluso cientos de miles de hadices relacionados a la enseñanza de la religión, y la institución de las escuelas religiosas de la Shi‘ah (hawzah ‘ilmîiah), a lo largo de trece siglos de la fundación de la misma por medio de Ahl-ul Bait (P), se ha ocupado de extraer, profundizar y divulgar esos conocimientos.
2. La wilâiah política de Ahl-ul Bait (P): La escuela del Shiísmo dice: El Profeta del Islam delegó el califato y el liderazgo de la comunidad islámica de forma directa e inmediata a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P), y luego de él a los 11 Imames de su descendencia, y fue el fanatismo de la época de la ignorancia que persistía en la gente lo que provocó que los sucesos relacionados al califato ocurrieran de otra manera y no se concretara ese dictamen de la religión islámica.
Las pruebas de estas alegaciones también las constituyen las palabras del Profeta (BP) que pronunció siguiendo la orden divina:
El Hadîz de Manzilah (La Posición):
NARRA AL-BUJÂRÎ en su Sahîh: El Mensajero de Dios (BP) salió en la expedición de Tabûk y la gente partió con él. Entonces ‘Alî le dijo: “¿Yo parto contigo?”, y le dijo: “No”. Entonces ‘Alî (P) lloró y el Mensajero de Dios (BP) le dijo: “¿Acaso no te complace que tengas con relación a mí la posición que Aarón tenía con relación a Moisés, sólo que después de mí no habrá más profeta? Yo no debo partir a menos que seas tú mi califa”. (Sahîh Al-Bujârî[43], t.5, sección: Las virtudes de los compañeros del Profeta, cap.: Las virtudes de ‘Alî, p.24; Sahîh Muslim[44], cap.: Las virtudes de ‘Alî, pp.120 y 121).
El Hadîz mutawâtir de Gadîr:
TRANSMITE AHMAD DE ZAÎD IBN ARQAM que dijo: Nos detuvimos con el Mensajero de Dios (BP) en un valle al que le dicen valle de Jumm. Ordenó realizar la oración, y la rezó al mediodía. Dijo: Y nos habló, y el Mensajero de Dios (BP) se guareció del sol a la sombra de una prenda dispuesta sobre unos arbustos; y dijo: “¿Acaso no sabéis, (u acaso no testimoniáis) que yo tengo primacía sobre todo creyente sobre su propia vida?”. Dijeron: Así es. Dijo: “De quien yo fuera su mawlâ, ‘Alî es su mawlâ. ¡Dios mío! Sé amigo de quien le sea amigable, y sé hostil con quien le sea hostil”. (Musnad Ahmad, t.4, p.372; As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah[45], p.43-44; Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.109).
Es necesario que sepamos que el suceso de Gadîr Jumm aconteció luego de haber sido revelada la aleya de Al-Balâg, en la que Dios expresa:
«¡Oh Mensajero! Anuncia lo que te ha sido revelado por tu Señor, que si no lo hicieras, no habrás comunicado Su Mensaje. Y Dios te mantendrá indemne de la gente. Por cierto que Dios no guía al pueblo de los incrédulos».[46]
Luego de anunciar la wilâiah de Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P), fue revelada la aleya de Ikmâl Ad-Dîn, en la que Dios expresa:
«Hoy, se han desesperanzado aquellos que han descreído de vuestra religión, así pues no les temáis, mas, temedme. Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia para con vosotros, y me ha complacido para vosotros el Islam como religión».[47]
Lo que hasta ahora hemos citado como pruebas documentadas, es tan sólo una pequeña parte de un considerable conjunto de aleyas, narraciones e indicios lógicos e históricos –incluso de entre las mismas fuentes de los sunnis-.
Todas las corrientes islámicas se enfrentan a la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que el Gran Profeta (BP), con todo ese compromiso y preocupación por su comunidad, dejara en la ambigüedad el asunto de la conducción de la misma después de su muerte? Sólo esto constituye un claro indicio de que tenía que haber designado un califa, ni qué decir respecto a las explícitas narraciones al respecto.
Con esto se hace patente que el Shiísmo es en realidad la continuación de un movimiento que el mismo Profeta del Islam (BP) orientó. El Shiísmo es una explicación del Islam que nos fue expuesta por medio de la Familia del Profeta del Islam (BP), en su título de “Formados por la persona del Profeta (BP)”.
El Imam ‘Alî (P), en una de sus cartas a sus shias (seguidores), expresa lo siguiente luego de decir: “En el Nombre de Dios”:
“Del siervo de Dios, ‘Alî Amîr Al-Mu’minîn a sus shias de entre los creyentes. Ese nombre (shi‘ah) fue ennoblecido por Dios en Su Libro Sagrado al decir: «Y por cierto que entre sus shias se contaba Abraham». Vosotros sois los shias del Profeta Muhammad… Es un nombre que no es particular de un grupo, y un asunto que no fue innovado…[48]
Esto es, “seguirme a mí es seguir al Gran Mensajero, puesto que él me designó su sucesor”. Asimismo, ese nombre no es sólo particular de algunos Compañeros del Profeta (BP) como Abû Dharr, Miqdâd, Salmân y ‘Ammâr, sino que es un nombre que hace referencia a cualquiera que crea en Muhammad y en su sucesor.
En cualquier caso, con los sucesos ocurridos en la Saqîfah (donde un grupo reunido eligió a Abû Bakr como califa mientras en otra parte aún se lavaba el cuerpo del Profeta,), la wilâiah de los puros Imames no se concretó oficialmente. Lamentablemente, así también la aprehensión de los califas omeyas y los abbasidas respecto a la influencia de Ahl-ul Bait (P) motivó que incluso su condición de referentes del conocimiento fuese desestimada, al punto que la Gente de la Casa del Profeta (BP) y los Imanes de la Shi‘ah tuvieron que permanecer en una especie de taqîiah o disimulo, siendo finalmente todos martirizados.
La exhortación de hoy, de la comunidad Shi‘ah, es que: ahora que –como ya sabemos- de cualquier manera el asunto del califato ya pasó en la historia, por lo menos reavivemos la condición de referentes de conocimiento de Ahl-ul Bait (P) de manera que sus enseñanzas se extiendan. Creemos que muchas de las dificultades de la comunidad islámica surgen del hecho de que la misma se encuentra privada de esos conocimientos, y si en adelante asumimos la marcha de la historia de la forma en que el Mensajero de Dios (BP) la delineó, la guía del Islam se expandirá a todo el mundo.
Los Imames de la Shi‘ah:
Los Imames inmaculados, con ellos sea la paz, que fueron sucesores del Mensajero (BP) uno tras otro, son doce, de los cuales el doceavo se encuentra vivo y oculto.
Luego de que el Gran Mensajero (BP) designara a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî para el Imamato, la designación del siguiente Imam a través del Imam ‘Alî (P) hubiese sido suficiente para que se estableciera el Imamato del segundo Imam. Asimismo sucede con los siguientes, y efectivamente cada uno de los Imames de la Shi‘ah fue designado claramente por el precedente.
A pesar de ello, en muchas narraciones, el Gran Mensajero (BP) deja en claro el número de los Imames, e insiste en su condición de tales.
A título de ejemplo, a continuación citaremos dos narraciones de fuentes sunnis:
1) Al-Bujârî transmite de Ÿâbir ibn Samurah lo siguiente:
“Escuché al Mensajero de Dios (BP) decir: “Habrá doce emires” y dijo unas palabras que no escuché. Me dijo mi padre: (El Profeta) dijo: “Todos serán de Quraish”. (Sahîh Al-Bujârî, t.9, Kitâb Al-Ahkâm, cap 51: Al-Istijlâf).
At-Tirmidhî transmite la siguiente narración de Ÿâbir:
Dijo el Mensajero de Dios (BP): “Habrá después de mí doce emires”. (Sahîh At-Tirmidhî, t.2, p.45, edic. año 1342).
Ahmad Ibn Hanbal lo transmite de la siguiente manera:
“Habrá para esta comunidad doce califas”. (Musnad Ahmad, t.5, p.86-108).
Estas narraciones y otras similares fueron transmitidas por decenas de vías. Ahora, la expresión “doce califas”, ¿para quien puede aplicarse sino a los Imames de la Shi‘ah?
2) En Ianâbî‘ Al-Mawaddah[49] se transmite lo siguiente:
Se transmite de Muÿâhid, de Ibn ‘Abbâs, que Dios esté complacido de ambos, que este último dijo: Vino un judío al que le decían Na‘zal y dijo: ¡Oh Muhammad! Te pregunto por cosas que inquietan mi pecho… (y el hadîz continúa hasta que dice:) Dijo el Mensajero de Dios (BP): “Por cierto que mi sucesor es ‘Alî Ibn Abî Tâlib, después de él mis dos nietos Hasan y Husain, a quienes le seguirán nueve de la descendencia de Husein”. Dijo: ¡Oh Muhammad! Llámalos por sus nombres. Dijo: “Después de Husein, será su hijo ‘Alî, después de él su hijo Muhammad, después de Muhammad su hijo Ÿa‘far; después de Ÿa‘far su hijo Mûsâ; después de Mûsâ su hijo ‘Alî, después de’Alî su hijo Muhammad, después de Muhammad su hijo ‘Alî, después de ‘Alî su hijo Hasan, y después de Hasan su hijo Muhammad Al-Mahdî. Esos son los doce”. … (Hasta que dijo:) “Y por cierto que el doceavo de mi descendencia se ocultará de manera que no será visto y vendrá para mi comunidad un tiempo en el que no permanecerá más que su nombre, no permanecerá del Corán más que su nombre. Entonces, Dios, Venerable y Exaltado Sea, le permitirá manifestarse, y Dios expondrá el Islam mediante suyo y lo restaurará”[50].
[1] Âal ‘Imrân; 3: 19.
[2] Al-Baqarah, 2: 62.
[3] Al-Baqarah; 2: 133.
[4] Al-Baqarah; 2: 136.
[5] Al-Haÿÿ; 22: 78.
[6] Al-Kâfî 1 / 32.
[7] Adh-Dhariât; 51: 56.
[8] Al-Hiÿr; 15: 9.
[9] An-Naÿm; 53: 3.
[10] An-Nisâ’; 4: 113.
[11] Al-Anbiâ’; 21: 10.
[12] Al-Baqarah; 2: 151.
[13] Hûd; 11: 120.
[14] Al-Isrâ’; 17: 70.
[15] Al-‘Alaq; 96; 1-5.
[16] Al-‘Alaq; 96: 6-7
[17] Al-Ahzâb; 33: 72.
[18] Ibrâhîm; 14: 34.
[19] Al-Isrâ’; 17: 11.
[20] An-Nisâ’; 4: 28.
[21] Al-Ma‘âriÿ; 70: 19.
[22] “La razón teórica” (‘aql nadzarî) es la capacidad de la persona para inferir el conocimiento.
[23] “La razón práctica” (‘aql ‘amalî) es la capacidad de la persona para comprender las buenas y malas acciones y disponer ello como la luz en su camino.
[24] Las religiones, al presentar a los profetas y a unas personas santas en particular como almas inmaculadas, esto es, personas que no se equivocan ni a propósito ni por ignorancia, establece un paradigma para el ser humano. Al referirse a los paradigmas humanos se puede: primero, encontrar un criterio de referencia para la correcta conciencia humana; y segundo, acudir a ellos para saber cómo aplicar en la vida las enseñanzas de la religión.
[25] Al-Ahzâb; 33: 21.
[26] Bihâr Al-Anwâr, t.6, p.249.
[27] El mundo del Barzaj corresponde a un estado donde el alma permanece entre la muerte y la Resurrección. El mundo del Barzaj, al mismo tiempo que en algunas narraciones es ejemplificado mediante el mundo de los sueños, conforma un pequeño ejemplo de la Resurrección, puesto que en este “mundo de los sueños” las almas impuras se encuentran perturbadas y afligidas, y las almas puras se encuentran tranquilas.
[28] Al-Mu’minûn; 23: 100.
[29] ‘Awâlî Al-Laiâlî, p.1, p.267.
[30] Az-Zalzalah; 99: 7-8.
[31] Al-An‘âm; 6: 160.
[32] Uno de los mensajes comunes de las religiones divinas es que: el sistema que rige sobre el mundo es un sistema moral; esto es, toda acción que surge de una persona por su libre albedrío, no queda sin respuesta. Si es una buena acción, la respuesta será lo bueno; y si la acción fue execrable, verá como respuesta lo malo. Nadie puede escapar de la justicia de Dios. Lo que le toque a cada uno de la bondad divina será equivalente a lo otorgado a los demás, y justo.
[33] El sentido de “Tradición Divina” son las disposiciones existenciales sobre las cuales se afianza el sistema de universo y que son inevitables: «Y el tramar la maldad no recae sino en sus propios autores. ¿Acaso esperan algo diferente a lo que cupo a la práctica de los antiguos? Nunca encontrarás cambio en la práctica de Dios. Y no encontrarás mutación en la práctica de Dios» (Fâtir; 35: 43). La tradición o “práctica” de Dios debe ser indagada en los signos de la creación y disposición de Dios.
[34] Al-Baîinah, 98: 7.
[35] Ad-Durr Al-Manzûr fi At-Tafsîr bil Ma’zûr, es un libro de exégesis del Sagrado Corán, en base a narraciones, escrito por Ÿalâluddîn ‘Abdurrahmân Ibn Abî Bakr As-Suiûtî, quien fue un jurisconsulto, exegeta, experto en tradiciones e historiador de la escuela shafi‘î. Nació en el año 849 HQ (calendario lunar islámico) en As-Suiût, Egipto, donde creció. El Hanbalita Ibn Al-‘Amâd dice a su respecto: Fue el más sabio de su época en las ciencias del hadîz y de riÿâl (esto es, la ciencia que estudia la confiabilidad de los trasmisores de las narraciones) y en lo que respecta a la emisión de fatuas o dictámenes religiosos. Falleció en el año 911 HQ. (ver: Kashf Adz-Dzunûn, Sahadharât Adh-Dhahab y Ad-Dauw Al-Lâmi‘).
[36] Musnad Ahmad es uno de los más famosos libros de hadîz de la corriente sunni. Fue escrito por Ahmad Ibn Muhammad Ibn Hanbal Abû ‘Abdil•lah Ash-Shaibânî Al-Wâ’ilî. Es el Imam de los hanbalitas y uno de los imames de las cuatro escuelas de jurisprudencia sunni. Nació en Bagdad en el año 164 HQ y falleció en tiempos del califa abbasida Al-Mutawakkil en el año 241HQ. Dejó muchas obras de las cuales, la más importante es Al-Musnad, que contiene cerca de treinta mil hadices. (Ver: Ta’rîj Ibn ‘Asâkir, Sifat As-Safwah, y Ta’rîj Bagdâd).
[37] Sahîh At-Tirmidhî: es uno de los seis Sihâh (principales compilaciones del hadîz) de los sunnis. Su autor fue Abû ‘Isâ Muhammad Ibn ‘Isâ At-Tirmîdhî. Fue un renombrado hâfidz y uno de los imames del hadîz entre los sunnis. Falleció en el año 279 HQ en Tirmidh, en la aldea de Bûg. (Ver: Al-Fihrist, Mîzân Al-I‘tidâl y Tahdhîb At-Tahdhîb).
[38] Al-Kâmil fî-t Ta’rîj, escrito por Ibn Al-Azîr Al-Ÿazrî.
[39] Ibn Abîl Hadîd: ‘Izzuddîn Abîl Hâmid Ibn Hibah Ibn Muhammad Ibn Al-Husain Ibn Abîl Hadîd Al-Madâ’inî. Fue uno de los grandes sabios e historiadores del segundo periodo abbasida. Fue un versado faqîh, jurisconsulto y literato, sobre todo en esta última rama. Su corriente doctrinal era la mu‘tazilîta. Nació en Madâ’in en el año 586 HQ, y falleció en el año 656 HQ. Dejó numerosas obras, una de las cuales es Sharh Nahÿ Al-Balâgah, un comentario a las palabras recopiladas del Imam ‘Alî (P). (Ver: La Introducción a Sharh Nahÿ Al-Balâgah, del mismo Ibn Abîl Hadîd).
[40] Ta’rîj Bagdâd, escrito por Abû Bakr Ahmad Ibn ‘Alî Ibn Zâbit Al-Bagdâdî, conocido como Al-Jatîb. Fue uno de los expertos en hadîz e historiador. Nació en el año 392 HQ en Guziah que era una localidad entre Kûfa y La Meca. Se crió en Bagdad hasta que finalmente en el año 463 HQ falleció en esa misma ciudad. Se han llegado a contar 56 volúmenes entre sus obras, de las cuales las más importante son: Ta’rîj Bagdâd en 14 tomos, Al-Bujalâ’, Al-Kifâiah fi ‘Ilm Ad-Dirâiah y otros. (Ver: Mu‘ÿam Al-Udabâ’, Tabaqât Ash-Shafî‘îah de Ibn ‘Asâkir, y Wafiât Al-A‘iân).
[41] Al-Ahzâb; 33: 33.
[42] Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.151.
[43] Sahîh Al-Bujârî es uno de los seis Sihâh de los sunnis. Incluso es el más importante de los mismos. Su autor fue el experto en la ciencia del hadîz Abû ‘Abdul•lah Muhammad Ibn Abîl Hasan Ismâ‘îl Al-Bujârî. Nació en 194 HQ y falleció en 256 HQ. (Ver: At-Tabaqât de As-Sabkî, Tabaqât Al-Hanâbilah, Tahdhîb At-Tahdhîb, y Al-Wâfî).
[44] Sahîh Muslim es otro de los seis Sihâh de los sunnis. Su autor fue el renombrado experto en hadîz Abul Hasan Muslim Ibn Al-Haÿÿâÿ Ibn Muslim Al-Qushaîrî An-Nîshâbûrî. Nació en el año 206 HQ en Nîshâbûr y ahí mismo falleció a la edad de 55 años, en el año 261 HQ. (Ver: Al-Fihrist, Tahdhîb At-Tahdhîb, Tabaqât Al-Hanâbilah, y Ta’rîj Bagdâd).
[45] As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah: escrito por Sulaîmân Ibn Joÿah Ibrâhîm Qabalân Al-Hanafî An-Naqshbandî Al-Qandûzî. Nació en 1220 HQ y falleció en 1270 HQ en Constantinopla. Otro de sus libros famosos es Ianabî‘ Al-Mawaddah fî Shamâ’il Ar-Rasûl wa Ahlul Bait. (Ver: Mu‘ÿam Al-Matbû‘ât y Al-A‘lâm de Az-Zarkalî).
[46] Al-Mâ’idah; 5: 67.
[47] Al-Mâ’idah; 5: 3.
[48] Mustadrak Nahÿ Al-Balâgah, t.2, p.29.
[49] Ianâbî‘ Al-Mawaddah escrito por Sulaimân Ibn Jûÿah Al-Qandûzî.
[50] Ianâbî‘ Al-Mawaddah, cap. 76, p.440, octava edición, Ediciones Dâr Al-Kutub Al-‘Irâqîiah 1385 HQ.
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http://libros.ir/libros/Biblioteca%20Islamica/Revistas%20y%20articulos%20de%20temas%20diversos%20(48)/Revista%20Az-Zaqalain/AzZaqalain25.pdf
Por: Seîied Ÿamâluddîn Bastânî
Traducido del persa por: Feisal Morhell
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 6
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
Introducción
LAS RELIGIONES DIVINAS, de forma categórica, conforman los factores más importantes que han dispuesto bajo su influencia a las culturas y civilizaciones humanas. A pesar de que los últimos siglos son llamados “la época en que la humanidad ha tendido a la razón –en lugar de la revelación-” aún así, se deben buscar las raíces de la vida racional de la humanidad en la religión.
El Judaísmo, el Cristianismo y el Islam son religiones vivas e importantes del mundo de hoy. El Cristianismo conforma la primera mayoría de la humanidad, y luego del mismo el Islam posee el mayor porcentaje.
El Islam, como la última religión divina que fue expuesta a la gente por medio de su gran Profeta Muhammad (BP), desde los albores de su manifestación hasta hoy en día, ha tenido el mayor crecimiento. El siglo XX fue el siglo del crecimiento del Islam, y el siglo XXI ha sido considerado “el siglo del Islam”.
Desde la creación de Adán (P) la puerta de la revelación y la guía divina ha sido abierta a la humanidad. Adán (P) fue el primer profeta de Dios. Luego de él también fueron enviados por parte de Dios los mensajeros divinos uno tras otro, quienes transmitían el último mensaje celestial a las personas –el cual era revelado en base a la capacidad de la época-.
Si bien las religiones divinas contienen una gran parte de elementos comunes, las cualidades de cada nueva religión llegan al punto que se consideran a sí mismas abrogantes de la religión anterior. El Islam –que es la religión sobre la cual las religiones anteriores daban albricias a sus prosélitos- conforma el sello de las religiones; esto es, luego de la misma las puertas de la revelación divina han sido cerradas a la humanidad. Naturalmente, esta religión goza de una capacidad tal que puede responder a las necesidades de la humanidad hasta el final de los tiempos -considerando todos los cambios existentes en ese período.
En este compendio presentamos una reseña general de la religión del Islam, y a continuación de ello, la Escuela del Shiísmo -es decir, la explicación que la Gente de la Casa del Profeta (BP), esto es Ahl-ul Bait (P), hace del Islam.
Que sirva para que los musulmanes recuerden su propio honor y orgullo, y para que los no-musulmanes lo vean como algo que merece reflexión.
La religión del Islam
“ISLAM” etimológicamente tiene el significado de “someterse y exponer el cuello”, y el sentido de ello en el Sagrado Corán es “el sometimiento ante la voluntad de Dios”. Éste es el Islam en el sentido general de la palabra.
El Sagrado Corán no admite otra religión fuera del Islam -con el significado mencionado-:
«Ciertamente que para Dios la religión es el Islam».[1]
Desde la perspectiva islámica, el valor y la consideración pertenecen a la creencia pura y a la buena acción, y no a la simple vinculación nominal y formal a la religión:
«Por cierto que los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quien cree en Dios y en el Último Día, y realiza buenas obras, esos tendrán su recompensa ante su Señor, y no tendrán temor ni se atribularán».[2]
Pero aún así, en nuestro tiempo, solamente la religión de Muhammad (BP) conforma la plasmación específica del “Islam”, así como las otras religiones divinas, en su momento, eran el exponente del sometimiento y adoración a Dios. En otras palabras, eran el “Islam” de su tiempo:
«¿Acaso fuisteis testigos cuando la muerte se le presentó a Jacob, cuando dijo a sus hijos: “¿Qué adoraréis después de mí?”. Dijeron: “Adoraremos a tu Dios y al Dios de tus padres; Abraham, Ismael e Isaac. Un solo Dios y a Él nos sometemos”».[3]
Por esto mismo, el Islam de Muhammad (BP) corrobora todas las religiones anteriores:
«Decid: “Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado, y en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las tribus de Israel, en lo que le fue dado a Moisés, a Jesús, y en lo que les fue dado a los profetas por su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos, y nosotros a Él nos sometemos”».[4]
Y es en base a esto mismo que, aquel a quien no le fueron explicadas las creencias islámicas, o bien le fueron explicadas pero no las entendió –en otras palabras es un ignorante sin culpa- y en consecuencia permaneció alejado de la verdad, desde la perspectiva del Islam es un oprimido, se considera exculpado y es objeto de condescendencia.
La religión del Islam es la promesa hecha a todas las religiones divinas
Dice Dios:
«Y esforzaos por Dios como se debe. Él os eligió y no dispuso para vosotros ninguna dificultad en la religión. Es el culto de vuestro padre Abraham quien os llamó musulmanes (sometidos a Dios) antes y aquí, de manera que el Mensajero sea un testimonio sobre vosotros y seáis un testimonio sobre la gente. Así pues, realizad la oración, dad el diezmo y aferraos a Dios. Él es vuestro Señor. ¡Qué buen Señor! ¡Y qué buen Auxiliador!».[5]
La religión de Muhammad (BP) es el Islam en la concepción particular de la palabra
EL ISLAM ES EL SELLO DE LAS RELIGIONES. Esto es, es la última de las religiones divinas, la cual, a través del último de los profetas de Dios, Muhammad (BP), fue revelada a los siervos de Dios. Su culto será el exponente de la adoración a Dios hasta el final de los tiempos. Tener fe y aferrarse a la misma garantiza la voluntad de Dios en la vida de la humanidad.
En épocas del envío del Gran Mensajero (BP) la humanidad alcanzó un grado de aptitud y capacidad tal que logró la idoneidad para portar la religión completa de Dios, poder entenderla con la ayuda de los piadosos santos de la religión y disponer la lámpara de su propia guía hasta el final de los tiempos.
Las enseñanzas del Islam no se limitan a una región o raza en particular, sino que disponen bajo su sombra a todas las generaciones de la humanidad hasta el día de la Resurrección. Así también, la religión del Islam considera todos los aspectos de la vida de la humanidad y engloba todo aquello que los seres humanos necesitan para su felicidad en cuanto a lo material y espiritual en el ámbito de su vida individual y social.
Las enseñanzas del Islam
LAS ENSEÑANZAS DE LA RELIGIÓN ISLÁMICA pueden ser divididas en tres partes: las creencias, la moral, y la jurisprudencia.
El Imam As-Sâdiq (P) transmite en un hadîz lo siguiente:
Dijo el Profeta (BP): “Por cierto que el conocimiento está conformado por tres partes: una aleya coránica determinante, un precepto justo o una tradición establecida”.[6]
Las creencias religiosas conforman la base de la religión y del resto de las enseñanzas religiosas. Los ejes de las creencias de la religión del Islam -al igual que las otras religiones divinas- son tres: el Monoteísmo, la Profecía y el Más Allá.
El Monoteísmo, el cual es la más básica de las enseñanzas religiosas, alcanza su plenitud como creencia luego de que se llega a la convicción en la Unicidad de Dios, y dentro del marco de la completa adoración y servilismo al Creador, al punto que el Islam no bosqueja más objetivo para la creación que el de la servidumbre a Dios:
«No he creado al genio y al hombre sin para que me adoren».[7]
El Islam, además de la creencia en la Unicidad Divina en lo referente a la Creación (tawhîd fil jâliqîiah), también sostiene la unicidad en “el señorío o regencia existencial” (rubûbîiah takwinîiah) y “el señorío o regencia legislativa” (rubûbîiah tashrî‘îiah). Esto significa que no considera que Dios solamente creó el mundo y lo dejó a su suerte y que lo que sucede no tiene que ver con la Voluntad Divina, sino que sostiene que la misma engloba y rige en toda la existencia (rubûbîiah wa wilâiah takwînîiah - “Señorío y Potestad existencial”). Asimismo, luego de conferir el libre albedrío al ser humano, Él expone un orden para la vida humana en el marco de unas leyes y normas, y esa tutoría y supervisión conforma Su exclusivo derecho (rubûbîiah wa wilâiah tashrî‘îiah - “Señorío y Potestad legislativa”).
De la wilâiah tashrî‘îiah de Dios se desprende la necesidad de la profecía. Una de las funciones de los profetas es anunciar las leyes divinas a los seres humanos. Asimismo, es necesario que la explicación de las realidades y el hecho de dirigir la atención de la humanidad hacia las mismas se dé a través de los profetas.
La creencia en los Profetas, significa creer en la existencia de mensajeros que trajeron para la humanidad el Mensaje de la Revelación Divina. Aquí, el propósito de Revelación (wahî) es el Mensaje que fluyó en los Libros Celestiales y del corazón y boca de los profetas, en forma de palabras especiales.
Por supuesto, a los profetas también se les revelaban e inspiraban palabras. En la tradición islámica a ello se le llama hadîz qudsî o dicho sagrado.
El hadîz qudsî es un mensaje divino que se expone a las personas con palabras de los mismos profetas y no de Dios directamente, a diferencia del Sagrado Corán, donde tanto el significado como las mismas palabras provienen de Dios, Majestuoso e Imponente.
El Mensaje de la Revelación conforma la fuente principal para conocer cualquier religión. La única religión donde la revelación de Dios a su profeta no ha sido objeto de alteración y olvido es la religión del Islam. Dios, de forma clara, prometió que resguardaría el mensaje del Corán:
«Ciertamente que Nosotros hicimos descender el Recuerdo, y ciertamente que Nosotros somos sus custodios».[8]
La historia también da testimonio de que no hubo alteración en el Sagrado Corán. Asimismo las tradiciones islámicas confirman ello.
Cabe mencionar que el Islam, al igual que las demás religiones divinas –a excepción de algunas religiones tergiversadas-, considera inmaculados a los profetas, y rechaza la posibilidad de que hayan cometido error en la transmisión del Mensaje de la Revelación:
«Y no habla por capricho. No es sino una revelación que es descendida»[9]
El Sagrado Corán es el Libro Celestial del Islam. Contiene todo aquello que la religión del Islam ha planteado, y deja en claro lo que es y lo que debe ser –por supuesto, “aquello que es y debe ser” cuyo conocimiento es necesario para la felicidad del ser humano.
Cuando el Sagrado Corán explica, a veces hace las veces de un maestro que le enseña a la humanidad lo que no sabe:
«Y Dios hizo descender sobre ti el Libro y la sapiencia, y te enseñó lo que no sabías. Y la gracia de Dios para contigo fue inmensa».[10]
Otras veces asume la posición de un “Recordador” que manifiesta aquello que está recóndito en la naturaleza humana y respecto a lo cual la persona, en realidad, está desatenta:
«Por cierto que os revelamos un Libro en el cual se encuentra un recuerdo para vosotros. ¿Acaso no reflexionáis?».[11]
La formación y la depuración de las almas es otra de las funciones de los profetas, lo cual también se fundamenta en la revelación:
«Así como enviamos entre vosotros a un Mensajero que os recita nuestras aleyas, os purifica y os enseña el Libro y la sapiencia; y os enseña lo que no sabíais».[12]
Es posible que “el afianzamiento del corazón” (esto es, suscitar la convicción interior) que señala el Sagrado Corán, también forme parte de la formación del alma.
«Y te narramos todas estas noticias sobre los profetas, con lo que afianzamos tu corazón».[13]
La formación y el recordativo espiritual abarcan las tres partes de las enseñanzas religiosas (la doctrina, la moral y la jurisprudencia), puesto que la humanidad necesita de la orientación divina.
Dios ennoblece al ser humano y pone énfasis en “la nobleza humana”:
«Y en verdad que hemos ennoblecido a los hijos de Adán y les portamos sobre la tierra y el mar, les agraciamos de las cosas buenas y les preferimos sobremanera por sobre mucho de lo que creamos».[14]
Ello es por los estados de perfección que están recónditos en su naturaleza. Tal vez la mayor de esas capacidades de perfección sea el entendimiento y comprensión de las realidades del mundo:
«¡Lee! En el Nombre de tu Señor que creó * Creó al ser humano de un coágulo * ¡Lee! Que tu Señor es el más Noble * Quien enseñó mediante el cálamo * Enseñó al ser humano lo que no sabía».[15]
A pesar de todo ello, el ser humano necesita ser sujetado por Dios para que no caiga presa del comportamiento ignorante y la altivez. Inmediatamente después de manifestar la nobleza del ser humano, Dios expresa:
«¡No! En verdad que el ser humano se ensoberbece * cuando se ve innecesitado».[16]
Esto nos refiere la debilidad de las personas. Asimismo, otras aleyas divinas nos describen al ser humano de la siguiente manera:
«Ciertamente que es opresor, ignorante».[17]
«Por cierto que el ser humano es opresor, desagradecido».[18]
«El ser humano es precipitado».[19]
«Y el ser humano fue creado débil».[20]
«Por cierto que el ser humano fue creado impaciente».[21]
La debilidad de la humanidad en lo relacionado a conocer las realidades del mundo –entre las que se cuenta su propia felicidad- por un lado (esto es, la debilidad en la razón teórica)[22], y su debilidad espiritual –lo cual abarca desde la existencia de las pasiones del alma hasta cómo es influenciado por su entorno natural, social, político y cultural- por otro lado (esto es, la debilidad en la razón práctica)[23], provocan que el ser humano:
Primero: no sepa en detalle lo que le conviene.
Y segundo: no pueda confiar en sus sentidos y su conciencia en forma absoluta.
Esto nos explica y da una idea general de la necesidad que la humanidad tiene de la Revelación.
La Revelación se apresura a asistir al ser humano a través de dos caminos: uno es a través de las mismas enseñanzas religiosas, y el otro exponiendo al “hombre perfecto”.[24]
«En verdad que habéis tenido en el Mensajero de Dios un excelente ejemplo».[25]
En cuanto al Ma‘âd (el Más Allá), esto es, la creencia en que:
Primero: La vida humana no se restringe a esta vida mundanal, sino que en el Día de la Resurrección todos los seres humanos volverán a la vida y comenzarán una vida eterna en su última morada.
Dijo el Profeta (BP): “No habéis sido creados para la aniquilación, sino que habéis sido creados para la permanencia, y sólo os trasladáis de una morada a otra”. [26]
Incluso, en las enseñanzas islámicas, además del mundo terrenal y del mundo del Más Allá, se habla sobre otro mundo denominado el mundo del Barzaj[27], el cual se encuentra entre esos dos:
«Y tras ellos hay una barrera (barzaj) hasta el Día en que sean resucitados».[28]
En base a esto, la vida del ser humano comienza al ser engendrado en este mundo y continúa por la eternidad.
Segundo: La vida mundanal es un sembradío para el Más Allá.
Dijo el Profeta (BP): “La vida mundanal es un sembradío para el Más Allá”.[29]
El “Retorno” que plantean las religiones divinas, nos deja en claro que: la vida eterna del ser humano se edifica en base a sus acciones en este mundo. Este mundo es una morada en la cual la persona resuelve el camino para su vida. El camino que el ser humano elige en esta vida en base a su intención pura o espuria, tomando como referencia a las pruebas de Dios (esto es, el intelecto y la revelación), delimita cómo será su vida eterna.
Dijo Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P): “Por cierto que Dios dispuso este mundo como morada para las acciones y dispuso a la otra vida como morada de la retribución a las mismas y de la permanencia”.
(Bihâr Al-Anwâr, t.32, p.464)
La vida del Más Allá es la corporeización de las acciones del ser humano en el mundo terrenal:
«Y quien haga la más mínima partícula de bien lo verá, y quien haga la más minima partícula de mal lo verá».[30]
Por supuesto, la virtud y misericordia divina puede hacer que la corporeización de la buena acción se muestre para su bienaventuranza de una forma cien veces mayor:
«Quien realice una buena acción, recibirá diez veces más».[31]
La armonía y el propósito del mundo
DESDE UNA PERSPECTIVA MONOTEÍSTA –que alegan las religiones divinas-, todo el mundo fue creado por una única Voluntad y es regido por la misma. Una Voluntad que es Sabia, Sapiente, Veraz y Benevolente. En base a esto, la unidad y armonía rigen en las partes de este mundo, según lo cual no se puede considerer ninguna parte del mismo desconectada de las demás.
Es por esto mismo que el sistema que rige en el mundo es un sistema moral[32], y las acciones correctas e incorrectas del ser humano en el mundo terrenal afectan su vida en el Más Allá.
El dominio de una unidad y armonía sapiente sobre el universo, en el Islam es objeto de un mayor énfasis. Esto es porque: cada plan que se dispone para corregir la vida espiritual del ser humano, también ordena su vida formal –tanto en el aspecto individual como en el social-. Por ello mismo, toda instrucción que emite sobre alguna cuestión de la vida material, va acompañada de los aspectos morales y en combinación con los principios doctrinales y el pensamiento espiritual. Esto es una tradición divina.[33]
La Escuela del Shiísmo
CON EL ENVÍO del Gran Profeta de Dios (BP), Muhammad Al- Mustafâ (el Elegido), que las bendiciones de Dios sean con él y su familia, en el año 610 de la era cristiana, el Islam nació en La Meca –una ciudad en la península arábiga (el Hiÿâz) donde Abraham (P) reedificó la Ka‘bah, el más importante lugar de adoración a Dios-. El Gran Profeta (BP) fue un hombre conocido por sus elevadas virtudes morales del clan de los hashemitas, uno de los clanes de la tribu de Quraish. La tribu de Quraish era renombrada y poderosa. Era la tribu más prominente de esos días en la zona del Hiÿâz, y el clan de los hashemitas entre ellos era conocido por su nobleza moral.
La convocatoria al Islam comenzó en la propia familia y clan del Profeta. Luego tomó forma abierta. La mayor oposición que enfrentó el Gran Profeta (BP) fue de parte de los contrincantes del clan de los hashemitas de la misma tribu de Quraish, lo cual fue un asunto que luego perduraría.
En cualquier caso, el desarrollo del Islam en La Meca, fue conformándose paulatinamente a los largo de 13 años, y a pesar de la hostilidad de Quraish y sus prosélitos, al emigrar el Profeta (BP) a la ciudad de Medina, se agilizó. Finalmente, a lo largo de 23 años de esfuerzos ininterrumpidos del Profeta y sus leales compañeros, toda la península arábiga se convirtió al Islam.
Durante este periodo, surgió un grupo conocido como “los shias (partidarios) de ‘Alî (P)”. Existen muchos hadices o narraciones del Gran Mensajero del Islam (BP) transmitidos a través de las dos corrientes (sunni y shi‘a) que nos señalan que tal predisposición fue reconocida oficialmente en vida del Gran Profeta (BP) e incluso fue ratificada. Por ejemplo:
El sabio sunni Ibn ‘Asâkir cita una narración transmitida por Ÿâbir Ibn ‘Abdil•lah Al-Ansârî, que dice:
“Nos encontrábamos junto al Profeta (BP) y llegó ‘Alî (P). Entonces dijo el Profeta (BP): “¡Por Aquel en cuyas manos está mi alma! Por cierto que éste y sus shias serán los triunfadores el día de la Resurrección”. Tras ello fue revelada la aleya que expresa:
«Por cierto que los creyentes que practican buenas obras, esos son lo mejor de la creación».[34]
Por ello, cuando llegaba ‘Alî (P) los Compañeros del Profeta (BP) decían: “Ha llegado lo mejor de la creación”.
(Ad-Durr Al-Manzûr, t.6, p.589. Edic. Dâr Al-Fikr)[35]
La historia menciona el nombre de un número considerable de Compañeros del Profeta (BP) como “Shias de ‘Alî (P)”. Entre los mismos se encuentran grandes personalidades como: ‘Abdul•lah Ibn ‘Abbâs, Al-Fadl Ibn ‘Abbâs, Qazm Ibn ‘Abbâs, ‘Aqîl Ibn Abî Tâlib, Salmân Al-Farsî, Miqdâd, Abû Dharr, ‘Amâr Ibn Iâsir, Abû Aîiûb Al-Ansârî, Ubaî Ibn Ka‘b, Sa‘d Ibn ‘Ubâdah, y Muhammad Ibn Abî Bakr fueron parte de dicho grupo. (Referirse a los libros: Usud Al-Gâbah, Al-Istî‘âb, y Al-Isâbah, de entre los libros escritos por renombrados sabios sunnis, y a los libros: Ad-Daraÿât Ar-Rafî‘ah, Asl Ash-Shî‘ah wa Usûlihâ, y Al-Fusûl Al-Muhimmah, de entre los libros de los sabios shias).
El origen de este suceso fue la posición que gozaba ‘Alî ibn Abî Tâlib (P) ante el Noble Profeta (BP) desde el punto de vista de las perfecciones religiosas por un lado, y la designación del Profeta (BP) basadas en la sucesión de ‘Alî (P) tras sí.
Este asunto no fue aceptado por muchos de aquellos quraishitas que desde antaño mantenían pugnas tribales con los hashemitas. Esa disconformidad muchas veces incluso en vida del Profeta (BP) se manifestaba en la forma de oponerse a ‘Alî (P). El Profeta (BP) repetidas veces se quejó por las objeciones que los quraishitas hacían de ‘Alî (P).
En el suceso de la expedición enviada al Yemen, un grupo de entre los Compañeros (Jâlid Ibn Al-Walîd y sus acólitos) fueron ante el Profeta (BP) a quejarse de ‘Alî (P) –que era el jefe de la expedición-. El Mensajero de Dios volvió el rostro unas cuantas veces y luego al ver su insistencia se enojó y dijo: “¿Qué queréis de ‘Alî?”. Luego inmediatamente dijo: “Por cierto que ‘Alî es de mí y yo soy de él, y es el Walî (patrono) de todo creyente después de mí”. (Citado en los principales libros sunnis como Musnad Ahmad[36], t.4, p.438, hadîz nº 19081, y Sahîh At-Tirmidhî[37], t.5, p.296, hadîz nº 3645).
Esas disconformidades definieron el apego a favor de Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P).
El segundo califa da testimonio de ello allá donde le dice a Ibn ‘Abbâs: “¡Oh Ibn ‘Abbâs! ¿Sabes qué es lo que impidió que os dieran la bai‘ah (juramento de fidelidad) después del Profeta? Ellos no querían que vosotros tuvieseis tanto la profecía como el califato, y presionaron a su gente. Es por eso que Quraish eligió el califato para sí mismo. ¡Y fue algo correcto y exitoso!”.
Luego dice: Escuché que tú dices “nos arrebataron el califato por la fuerza y tiranamente a causa de la envidia”.
Ibn ‘Abbâs le respondió: “Respecto a lo que dices que nos fue arrebatado por la fuerza y tiranamente, conforma una realidad que es conocida tanto por el ignorante como por el sabio, y es algo claro para todos. En cuanto a lo que dices que fue por causa de la envidia, tú sabes que Adán (P) fue objeto de la envidia, y nosotros también somos sus hijos envidiados… (Al-Kâmil fî-t Ta’rîj[38], t.3, p.24; Sharh Ibn Abîl Hadîd[39], t.3, p.107; Ta’rîj Bagdâd[40], t.2, p.97).
Al-Ia‘qûbî también transmite el diálogo anterior y al final agrega:
Dijo ‘Umar: “¡Juro por el Dios de Ibn ‘Abbâs! ¡que realmente ‘Alî, tu primo, es la persona más adecuada para el califato, pero Quraish no lo puede ver!”. (Murûÿ Adh-Dhahab, t.2, p.137).
Tal pugna y envidia incluso frente a un Profeta, no eran extrañas en el profundo régimen tribal que imperaba sobre la península árabe.
La realidad del Shiísmo:
LA SHI‘AH SOSTIENE el Imamato de 12 personas de la descendencia del Gran Profeta (BP) y considera que el doceavo Imam se encuentra aún vivo y oculto.
La escuela del Shiísmo en particular invoca dos principios básicos:
1. La condición de Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP), como referentes del conocimiento. Ello es demostrable mediante numerosos hadices del Profeta (BP):
La aleya de Tathîr (la Purificación):
«Por cierto que Dios sólo quiere alejar de vosotros la impureza, Ahl-ul Bait, y purificaros sobremanera».[41]
Según los hadices tanto de los shias como de los sunnis, esta aleya fue revelada refiriéndose a Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP).
El Hadîz de Zaqalain (los dos tesoros):
DIJO EL PROFETA (BP): “¡Oh gente! Ciertamente que dejo entre vosotros aquello a lo cual si os aferráis no os extraviaréis: el Libro de Dios y mi descendencia, Ahlu Baîtî (La Gente de mi Casa)”. (Kanz Al-‘Ummâl, t.1, p.44; Musnad Ahmad, t.5, p.26; Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.109 y 148, … con ligeras diferencias en cada narración).
El Hadîz de Safînah (El Arca):
DIJO EL PROFETA (BP): “¡Sabed que el ejemplo de la Gente de mi Casa (ahlu baîtî) entre vosotros es como el ejemplo del Arca de Noé: quien se embarcó en ella se salvó y quien se rezagó de la misma se ahogó”. [42]
Éstas, al igual que decenas de otras narraciones -algunas de las cuales fueron trasmitidas como explicadoras de aleyas del Sagrado Corán-, todas son un testimonio de que la Gente de la Casa del Profeta (BP) fueron una prueba para la humanidad en lo concerniente al conocimiento del Islam, y que al explicar la religión estaban indemnes de la equivocación.
La escuela del Shiísmo posee una característica propia al tener la creencia en esa posición de Ahl-ul Bait (P), la Gente de la Casa del Profeta (BP), y es el hecho de que la escuela del Shiísmo es la única que, mediante la creencia en la wilâiah y la orientación de los puros Imames (P), resguardó para siempre el nexo de la guía divina entre Dios y la Creación –mediante la dilucidación de las normas islámicas y su adaptación constante al tiempo y al lugar, y asimismo mediante el hecho de presentar el ideal del ser humano perfecto en cada tiempo. Así, considera que la wilâiah divina se encuentra viva y permanente.
La carencia de esta creencia en las demás escuelas islámicas –y asimismo en las demás religiones-ha provocado que se suponga que la religión no ha dejado en claro las cosas en muchas cuestiones, y que respecto a las mismas se deben idear soluciones convenientes sin la orientación de la Revelación. Idear soluciones convenientes sin la influencia de la Revelación, a lo largo de la historia ha sido causa de desvío, discrepancias y divisiones sociales, y no ha llevado más que a la corrupción. Es suficiente con observar el mundo de hoy para tomar conciencia de ello. Eso es así mientras que la Shi‘ah siempre se ha nutrido de la Revelación por aferrarse a la wilâiah de los Inmaculados (P).
Los inmaculados de la Casa del Profeta (BP) nos han legado decenas e incluso cientos de miles de hadices relacionados a la enseñanza de la religión, y la institución de las escuelas religiosas de la Shi‘ah (hawzah ‘ilmîiah), a lo largo de trece siglos de la fundación de la misma por medio de Ahl-ul Bait (P), se ha ocupado de extraer, profundizar y divulgar esos conocimientos.
2. La wilâiah política de Ahl-ul Bait (P): La escuela del Shiísmo dice: El Profeta del Islam delegó el califato y el liderazgo de la comunidad islámica de forma directa e inmediata a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P), y luego de él a los 11 Imames de su descendencia, y fue el fanatismo de la época de la ignorancia que persistía en la gente lo que provocó que los sucesos relacionados al califato ocurrieran de otra manera y no se concretara ese dictamen de la religión islámica.
Las pruebas de estas alegaciones también las constituyen las palabras del Profeta (BP) que pronunció siguiendo la orden divina:
El Hadîz de Manzilah (La Posición):
NARRA AL-BUJÂRÎ en su Sahîh: El Mensajero de Dios (BP) salió en la expedición de Tabûk y la gente partió con él. Entonces ‘Alî le dijo: “¿Yo parto contigo?”, y le dijo: “No”. Entonces ‘Alî (P) lloró y el Mensajero de Dios (BP) le dijo: “¿Acaso no te complace que tengas con relación a mí la posición que Aarón tenía con relación a Moisés, sólo que después de mí no habrá más profeta? Yo no debo partir a menos que seas tú mi califa”. (Sahîh Al-Bujârî[43], t.5, sección: Las virtudes de los compañeros del Profeta, cap.: Las virtudes de ‘Alî, p.24; Sahîh Muslim[44], cap.: Las virtudes de ‘Alî, pp.120 y 121).
El Hadîz mutawâtir de Gadîr:
TRANSMITE AHMAD DE ZAÎD IBN ARQAM que dijo: Nos detuvimos con el Mensajero de Dios (BP) en un valle al que le dicen valle de Jumm. Ordenó realizar la oración, y la rezó al mediodía. Dijo: Y nos habló, y el Mensajero de Dios (BP) se guareció del sol a la sombra de una prenda dispuesta sobre unos arbustos; y dijo: “¿Acaso no sabéis, (u acaso no testimoniáis) que yo tengo primacía sobre todo creyente sobre su propia vida?”. Dijeron: Así es. Dijo: “De quien yo fuera su mawlâ, ‘Alî es su mawlâ. ¡Dios mío! Sé amigo de quien le sea amigable, y sé hostil con quien le sea hostil”. (Musnad Ahmad, t.4, p.372; As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah[45], p.43-44; Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.109).
Es necesario que sepamos que el suceso de Gadîr Jumm aconteció luego de haber sido revelada la aleya de Al-Balâg, en la que Dios expresa:
«¡Oh Mensajero! Anuncia lo que te ha sido revelado por tu Señor, que si no lo hicieras, no habrás comunicado Su Mensaje. Y Dios te mantendrá indemne de la gente. Por cierto que Dios no guía al pueblo de los incrédulos».[46]
Luego de anunciar la wilâiah de Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P), fue revelada la aleya de Ikmâl Ad-Dîn, en la que Dios expresa:
«Hoy, se han desesperanzado aquellos que han descreído de vuestra religión, así pues no les temáis, mas, temedme. Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia para con vosotros, y me ha complacido para vosotros el Islam como religión».[47]
Lo que hasta ahora hemos citado como pruebas documentadas, es tan sólo una pequeña parte de un considerable conjunto de aleyas, narraciones e indicios lógicos e históricos –incluso de entre las mismas fuentes de los sunnis-.
Todas las corrientes islámicas se enfrentan a la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que el Gran Profeta (BP), con todo ese compromiso y preocupación por su comunidad, dejara en la ambigüedad el asunto de la conducción de la misma después de su muerte? Sólo esto constituye un claro indicio de que tenía que haber designado un califa, ni qué decir respecto a las explícitas narraciones al respecto.
Con esto se hace patente que el Shiísmo es en realidad la continuación de un movimiento que el mismo Profeta del Islam (BP) orientó. El Shiísmo es una explicación del Islam que nos fue expuesta por medio de la Familia del Profeta del Islam (BP), en su título de “Formados por la persona del Profeta (BP)”.
El Imam ‘Alî (P), en una de sus cartas a sus shias (seguidores), expresa lo siguiente luego de decir: “En el Nombre de Dios”:
“Del siervo de Dios, ‘Alî Amîr Al-Mu’minîn a sus shias de entre los creyentes. Ese nombre (shi‘ah) fue ennoblecido por Dios en Su Libro Sagrado al decir: «Y por cierto que entre sus shias se contaba Abraham». Vosotros sois los shias del Profeta Muhammad… Es un nombre que no es particular de un grupo, y un asunto que no fue innovado…[48]
Esto es, “seguirme a mí es seguir al Gran Mensajero, puesto que él me designó su sucesor”. Asimismo, ese nombre no es sólo particular de algunos Compañeros del Profeta (BP) como Abû Dharr, Miqdâd, Salmân y ‘Ammâr, sino que es un nombre que hace referencia a cualquiera que crea en Muhammad y en su sucesor.
En cualquier caso, con los sucesos ocurridos en la Saqîfah (donde un grupo reunido eligió a Abû Bakr como califa mientras en otra parte aún se lavaba el cuerpo del Profeta,), la wilâiah de los puros Imames no se concretó oficialmente. Lamentablemente, así también la aprehensión de los califas omeyas y los abbasidas respecto a la influencia de Ahl-ul Bait (P) motivó que incluso su condición de referentes del conocimiento fuese desestimada, al punto que la Gente de la Casa del Profeta (BP) y los Imanes de la Shi‘ah tuvieron que permanecer en una especie de taqîiah o disimulo, siendo finalmente todos martirizados.
La exhortación de hoy, de la comunidad Shi‘ah, es que: ahora que –como ya sabemos- de cualquier manera el asunto del califato ya pasó en la historia, por lo menos reavivemos la condición de referentes de conocimiento de Ahl-ul Bait (P) de manera que sus enseñanzas se extiendan. Creemos que muchas de las dificultades de la comunidad islámica surgen del hecho de que la misma se encuentra privada de esos conocimientos, y si en adelante asumimos la marcha de la historia de la forma en que el Mensajero de Dios (BP) la delineó, la guía del Islam se expandirá a todo el mundo.
Los Imames de la Shi‘ah:
Los Imames inmaculados, con ellos sea la paz, que fueron sucesores del Mensajero (BP) uno tras otro, son doce, de los cuales el doceavo se encuentra vivo y oculto.
Luego de que el Gran Mensajero (BP) designara a Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî para el Imamato, la designación del siguiente Imam a través del Imam ‘Alî (P) hubiese sido suficiente para que se estableciera el Imamato del segundo Imam. Asimismo sucede con los siguientes, y efectivamente cada uno de los Imames de la Shi‘ah fue designado claramente por el precedente.
A pesar de ello, en muchas narraciones, el Gran Mensajero (BP) deja en claro el número de los Imames, e insiste en su condición de tales.
A título de ejemplo, a continuación citaremos dos narraciones de fuentes sunnis:
1) Al-Bujârî transmite de Ÿâbir ibn Samurah lo siguiente:
“Escuché al Mensajero de Dios (BP) decir: “Habrá doce emires” y dijo unas palabras que no escuché. Me dijo mi padre: (El Profeta) dijo: “Todos serán de Quraish”. (Sahîh Al-Bujârî, t.9, Kitâb Al-Ahkâm, cap 51: Al-Istijlâf).
At-Tirmidhî transmite la siguiente narración de Ÿâbir:
Dijo el Mensajero de Dios (BP): “Habrá después de mí doce emires”. (Sahîh At-Tirmidhî, t.2, p.45, edic. año 1342).
Ahmad Ibn Hanbal lo transmite de la siguiente manera:
“Habrá para esta comunidad doce califas”. (Musnad Ahmad, t.5, p.86-108).
Estas narraciones y otras similares fueron transmitidas por decenas de vías. Ahora, la expresión “doce califas”, ¿para quien puede aplicarse sino a los Imames de la Shi‘ah?
2) En Ianâbî‘ Al-Mawaddah[49] se transmite lo siguiente:
Se transmite de Muÿâhid, de Ibn ‘Abbâs, que Dios esté complacido de ambos, que este último dijo: Vino un judío al que le decían Na‘zal y dijo: ¡Oh Muhammad! Te pregunto por cosas que inquietan mi pecho… (y el hadîz continúa hasta que dice:) Dijo el Mensajero de Dios (BP): “Por cierto que mi sucesor es ‘Alî Ibn Abî Tâlib, después de él mis dos nietos Hasan y Husain, a quienes le seguirán nueve de la descendencia de Husein”. Dijo: ¡Oh Muhammad! Llámalos por sus nombres. Dijo: “Después de Husein, será su hijo ‘Alî, después de él su hijo Muhammad, después de Muhammad su hijo Ÿa‘far; después de Ÿa‘far su hijo Mûsâ; después de Mûsâ su hijo ‘Alî, después de’Alî su hijo Muhammad, después de Muhammad su hijo ‘Alî, después de ‘Alî su hijo Hasan, y después de Hasan su hijo Muhammad Al-Mahdî. Esos son los doce”. … (Hasta que dijo:) “Y por cierto que el doceavo de mi descendencia se ocultará de manera que no será visto y vendrá para mi comunidad un tiempo en el que no permanecerá más que su nombre, no permanecerá del Corán más que su nombre. Entonces, Dios, Venerable y Exaltado Sea, le permitirá manifestarse, y Dios expondrá el Islam mediante suyo y lo restaurará”[50].
[1] Âal ‘Imrân; 3: 19.
[2] Al-Baqarah, 2: 62.
[3] Al-Baqarah; 2: 133.
[4] Al-Baqarah; 2: 136.
[5] Al-Haÿÿ; 22: 78.
[6] Al-Kâfî 1 / 32.
[7] Adh-Dhariât; 51: 56.
[8] Al-Hiÿr; 15: 9.
[9] An-Naÿm; 53: 3.
[10] An-Nisâ’; 4: 113.
[11] Al-Anbiâ’; 21: 10.
[12] Al-Baqarah; 2: 151.
[13] Hûd; 11: 120.
[14] Al-Isrâ’; 17: 70.
[15] Al-‘Alaq; 96; 1-5.
[16] Al-‘Alaq; 96: 6-7
[17] Al-Ahzâb; 33: 72.
[18] Ibrâhîm; 14: 34.
[19] Al-Isrâ’; 17: 11.
[20] An-Nisâ’; 4: 28.
[21] Al-Ma‘âriÿ; 70: 19.
[22] “La razón teórica” (‘aql nadzarî) es la capacidad de la persona para inferir el conocimiento.
[23] “La razón práctica” (‘aql ‘amalî) es la capacidad de la persona para comprender las buenas y malas acciones y disponer ello como la luz en su camino.
[24] Las religiones, al presentar a los profetas y a unas personas santas en particular como almas inmaculadas, esto es, personas que no se equivocan ni a propósito ni por ignorancia, establece un paradigma para el ser humano. Al referirse a los paradigmas humanos se puede: primero, encontrar un criterio de referencia para la correcta conciencia humana; y segundo, acudir a ellos para saber cómo aplicar en la vida las enseñanzas de la religión.
[25] Al-Ahzâb; 33: 21.
[26] Bihâr Al-Anwâr, t.6, p.249.
[27] El mundo del Barzaj corresponde a un estado donde el alma permanece entre la muerte y la Resurrección. El mundo del Barzaj, al mismo tiempo que en algunas narraciones es ejemplificado mediante el mundo de los sueños, conforma un pequeño ejemplo de la Resurrección, puesto que en este “mundo de los sueños” las almas impuras se encuentran perturbadas y afligidas, y las almas puras se encuentran tranquilas.
[28] Al-Mu’minûn; 23: 100.
[29] ‘Awâlî Al-Laiâlî, p.1, p.267.
[30] Az-Zalzalah; 99: 7-8.
[31] Al-An‘âm; 6: 160.
[32] Uno de los mensajes comunes de las religiones divinas es que: el sistema que rige sobre el mundo es un sistema moral; esto es, toda acción que surge de una persona por su libre albedrío, no queda sin respuesta. Si es una buena acción, la respuesta será lo bueno; y si la acción fue execrable, verá como respuesta lo malo. Nadie puede escapar de la justicia de Dios. Lo que le toque a cada uno de la bondad divina será equivalente a lo otorgado a los demás, y justo.
[33] El sentido de “Tradición Divina” son las disposiciones existenciales sobre las cuales se afianza el sistema de universo y que son inevitables: «Y el tramar la maldad no recae sino en sus propios autores. ¿Acaso esperan algo diferente a lo que cupo a la práctica de los antiguos? Nunca encontrarás cambio en la práctica de Dios. Y no encontrarás mutación en la práctica de Dios» (Fâtir; 35: 43). La tradición o “práctica” de Dios debe ser indagada en los signos de la creación y disposición de Dios.
[34] Al-Baîinah, 98: 7.
[35] Ad-Durr Al-Manzûr fi At-Tafsîr bil Ma’zûr, es un libro de exégesis del Sagrado Corán, en base a narraciones, escrito por Ÿalâluddîn ‘Abdurrahmân Ibn Abî Bakr As-Suiûtî, quien fue un jurisconsulto, exegeta, experto en tradiciones e historiador de la escuela shafi‘î. Nació en el año 849 HQ (calendario lunar islámico) en As-Suiût, Egipto, donde creció. El Hanbalita Ibn Al-‘Amâd dice a su respecto: Fue el más sabio de su época en las ciencias del hadîz y de riÿâl (esto es, la ciencia que estudia la confiabilidad de los trasmisores de las narraciones) y en lo que respecta a la emisión de fatuas o dictámenes religiosos. Falleció en el año 911 HQ. (ver: Kashf Adz-Dzunûn, Sahadharât Adh-Dhahab y Ad-Dauw Al-Lâmi‘).
[36] Musnad Ahmad es uno de los más famosos libros de hadîz de la corriente sunni. Fue escrito por Ahmad Ibn Muhammad Ibn Hanbal Abû ‘Abdil•lah Ash-Shaibânî Al-Wâ’ilî. Es el Imam de los hanbalitas y uno de los imames de las cuatro escuelas de jurisprudencia sunni. Nació en Bagdad en el año 164 HQ y falleció en tiempos del califa abbasida Al-Mutawakkil en el año 241HQ. Dejó muchas obras de las cuales, la más importante es Al-Musnad, que contiene cerca de treinta mil hadices. (Ver: Ta’rîj Ibn ‘Asâkir, Sifat As-Safwah, y Ta’rîj Bagdâd).
[37] Sahîh At-Tirmidhî: es uno de los seis Sihâh (principales compilaciones del hadîz) de los sunnis. Su autor fue Abû ‘Isâ Muhammad Ibn ‘Isâ At-Tirmîdhî. Fue un renombrado hâfidz y uno de los imames del hadîz entre los sunnis. Falleció en el año 279 HQ en Tirmidh, en la aldea de Bûg. (Ver: Al-Fihrist, Mîzân Al-I‘tidâl y Tahdhîb At-Tahdhîb).
[38] Al-Kâmil fî-t Ta’rîj, escrito por Ibn Al-Azîr Al-Ÿazrî.
[39] Ibn Abîl Hadîd: ‘Izzuddîn Abîl Hâmid Ibn Hibah Ibn Muhammad Ibn Al-Husain Ibn Abîl Hadîd Al-Madâ’inî. Fue uno de los grandes sabios e historiadores del segundo periodo abbasida. Fue un versado faqîh, jurisconsulto y literato, sobre todo en esta última rama. Su corriente doctrinal era la mu‘tazilîta. Nació en Madâ’in en el año 586 HQ, y falleció en el año 656 HQ. Dejó numerosas obras, una de las cuales es Sharh Nahÿ Al-Balâgah, un comentario a las palabras recopiladas del Imam ‘Alî (P). (Ver: La Introducción a Sharh Nahÿ Al-Balâgah, del mismo Ibn Abîl Hadîd).
[40] Ta’rîj Bagdâd, escrito por Abû Bakr Ahmad Ibn ‘Alî Ibn Zâbit Al-Bagdâdî, conocido como Al-Jatîb. Fue uno de los expertos en hadîz e historiador. Nació en el año 392 HQ en Guziah que era una localidad entre Kûfa y La Meca. Se crió en Bagdad hasta que finalmente en el año 463 HQ falleció en esa misma ciudad. Se han llegado a contar 56 volúmenes entre sus obras, de las cuales las más importante son: Ta’rîj Bagdâd en 14 tomos, Al-Bujalâ’, Al-Kifâiah fi ‘Ilm Ad-Dirâiah y otros. (Ver: Mu‘ÿam Al-Udabâ’, Tabaqât Ash-Shafî‘îah de Ibn ‘Asâkir, y Wafiât Al-A‘iân).
[41] Al-Ahzâb; 33: 33.
[42] Mustadrak Al-Hâkim, t.3, p.151.
[43] Sahîh Al-Bujârî es uno de los seis Sihâh de los sunnis. Incluso es el más importante de los mismos. Su autor fue el experto en la ciencia del hadîz Abû ‘Abdul•lah Muhammad Ibn Abîl Hasan Ismâ‘îl Al-Bujârî. Nació en 194 HQ y falleció en 256 HQ. (Ver: At-Tabaqât de As-Sabkî, Tabaqât Al-Hanâbilah, Tahdhîb At-Tahdhîb, y Al-Wâfî).
[44] Sahîh Muslim es otro de los seis Sihâh de los sunnis. Su autor fue el renombrado experto en hadîz Abul Hasan Muslim Ibn Al-Haÿÿâÿ Ibn Muslim Al-Qushaîrî An-Nîshâbûrî. Nació en el año 206 HQ en Nîshâbûr y ahí mismo falleció a la edad de 55 años, en el año 261 HQ. (Ver: Al-Fihrist, Tahdhîb At-Tahdhîb, Tabaqât Al-Hanâbilah, y Ta’rîj Bagdâd).
[45] As-Sawâ‘iq Al-Muhriqah: escrito por Sulaîmân Ibn Joÿah Ibrâhîm Qabalân Al-Hanafî An-Naqshbandî Al-Qandûzî. Nació en 1220 HQ y falleció en 1270 HQ en Constantinopla. Otro de sus libros famosos es Ianabî‘ Al-Mawaddah fî Shamâ’il Ar-Rasûl wa Ahlul Bait. (Ver: Mu‘ÿam Al-Matbû‘ât y Al-A‘lâm de Az-Zarkalî).
[46] Al-Mâ’idah; 5: 67.
[47] Al-Mâ’idah; 5: 3.
[48] Mustadrak Nahÿ Al-Balâgah, t.2, p.29.
[49] Ianâbî‘ Al-Mawaddah escrito por Sulaimân Ibn Jûÿah Al-Qandûzî.
[50] Ianâbî‘ Al-Mawaddah, cap. 76, p.440, octava edición, Ediciones Dâr Al-Kutub Al-‘Irâqîiah 1385 HQ.
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Wednesday, December 21, 2011
Reflexiones a 25 años de la victoria de la Revolución Islámica del Irán (1979-2004)
Reflexiones a 25 años de la victoria de la Revolución Islámica del Irán (1979-2004)
POR EL PROF. SHAMSUDDÍN ELÍA
(Instituto Argentino de Cultura Islámica)
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 5
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
SE DICE QUE UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS. Pero se puede añadir que mil imágenes no valen un concepto. Hay tres conceptos que pueden definir la victoria de la Revolución Islámica del Irán y su legado político, social y cultural para el mundo contemporáneo.
1. La Revolución Islámica del Irán ha demostrado que la religión está mejor capacitada para movilizar a las masas que las ideologías seculares.
2. La Revolución Islámica del Irán no sólo desafía la hegemonía cultural de las ideas occidentales, sino que constituye un modelo social y un modo de vida alternativos.
3. La Revolución Islámica del Irán ha sido uno de los sucesos más importantes y trascendentales de la historia moderna, comparable a la Revolución Francesa en el siglo XVIII y a la Revolución Rusa a principios del siglo XX.
Existen innumerables razones para creer que la Revolución Islámica del Irán a sido el motor que ha puesto nuevamente en marcha el renacimiento y la renovación del mundo musulmán, largamente postergado y absolutamente necesario e imprescindible. Numerosos centros de altos estudios en Occidente han analizado el fenómeno y han llegado a conclusiones terminantes. Por ejemplo, el Centro para Estudios Internacionales del Instituto de tecnología de Massachusetts (EE.UU.) dice al respecto:
«La Revolución Iraní ha producido uno de los principales desarrollos de la religión y la política de nuestro tiempo: el renacimiento islámico de Indonesia a Marruecos y de Turquía al África central» (en un artículo titulado Iran in Comment, publicado por The Catholic Institute for International Relations, Londres, Mayo de 1980).
Igualmente, el Dr. Hamid Algar, profesor de Estudios Islámicos e idioma persa de la Universidad de California en Berkeley, hace la siguiente observación:
«El caso de la Revolución Islámica del Irán merece una atención especial. Con el paso del tiempo, quedará demostrado que ha sido el evento más significativo de la historia islámica contemporánea. Ya podemos ver, sin embargo, el impacto de la Revolución Islámica a lo largo y lo ancho del mundo islámico, desde Marruecos a Indonesia, desde Bosnia al corazón de Europa y al de África» (Hamid Algar: The Roots of the Islamic Revolution (‘Las raíces de la Revolución Islámica’), The Open Press, Londres, 1983, p. 9.)
El Dr. Kalîm Siddîqui, ex director del Instituto Musulmán de Londres, oportunamente hizo esta declaración:
«A partir de la difusión de los principios y objetivos de la Revolución Islámica del Irán en algunos países sunníes, algunos de los más reaccionarios, podría decir, puedo asegurarles que la gente en esos países ha recepcionado el mensaje positiva y concienzudamente. Algunos de ellos se toman la precaución de poner el cerrojo a sus puertas antes de mencionar el tema. Si las fronteras nacionales desaparecieran, probablemente el Aiatol•lah Jomeini sería elegido unánimemente por la Ummah como el líder del mundo musulmán» (Ponencias del Instituto Musulmán, Londres, 1980, prólogo de K. Siddîqui)
El Imam Jomeini rechazó siempre a los críticos que opinaban que los musulmanes debían apartarse de la política. Él les contestaba con una pregunta a la que luego le agregaba la respuesta correspondiente: — ¿Se mantuvo el profeta Muhammad apartado de la política? Si se hubiera limitado a ser el Mensajero de Al•lâh, habría entregado el Libro de Al•lâh, el Sagrado Corán, y desaparecido inmediatamente. Pero Al•lâh le ordenó que luchara en batallas como Uhud. Organizó la sociedad y actuó de juez de la comunidad. Envió a luchar a los ejércitos contra los oligarcas de La Meca y contra los bizantinos, despachó a los embajadores, firmó tratados.
«Es absurdo decir que el Dîn puede separarse de la política. Esto es lo que quieren los imperialistas», dijo el Imam Jomeini. «Quieren convencernos de que el Dîn es sólo una cuestión de teología. Dicen que cuando los británicos entraron en Irak durante la Primera Guerra Mundial, prohibieron todas las manifestaciones. Entonces un día alguien informó al general en jefe de que había gente que gritaba desde lo alto de los minaretes (el llamado a la oración) de las mezquitas. “Si esto es todo lo que hacen —dijo el general—, que sigan gritando hasta el Día del Juicio Final. Que se queden en sus mezquitas y griten todo lo que quieran desde los minaretes”»...
El opresor shah Pahleví dejó como recuerdo imperecedero al pueblo de Irán un 90% de analfabetismo, 50% de mortalidad infantil, y sólo 14 mil médicos para 40 millones de habitantes. Mientras él y su familia acumulaban en los bancos suizos y norteamericanos 32 mil millones de dólares producto del saqueo de los ingresos petroleros y del tráfico de opio y heroína que le permitió EE.UU. a cambio de los jugosos servicios prestados.
Conviene señalar que la Revolución Islámica del Irán rechaza la cultura de la violencia, la pornografía y la doble moral burda y grosera de los países de la OTAN porque tiene su propia cultura, la del Islam de Muhammad (BPD), dentro de la cual son bienvenidos los nuevos descubrimientos de la ciencia, los avances tecnológicos y los inventos que contribuyen al progreso del ser humano; pero en la que no tienen cabida los vicios, los embriagantes como el alcohol y la droga, la prostitución ni la homosexualidad.
Según el Aiatol•lah Ahmad Ÿannatî, que integra hoy el calificado Shurâi-e Negahbân (Consejo de Guardianes, 6 teólogos y 6 juristas): «El pueblo musulmán iraní no hizo la Revolución por tierras, pan, agua o una vida mejor, sino solamente por el Islam. Esto es lo que tenemos que apreciar y salvar».
El Shiísmo es el Islam de los disidentes y perseguidos, el de los eternos desheradados. Su origen se remonta al conflicto por la sucesión de Muhammad (BPD). El 1 de febrero de 1979, cuando el avión que traía al Imam Jomeini desde su exilio en París se posaba en el aeropuerto Mehrabad de Teherán, fue una jornada histórica. Diez días después la primera revolución islámica había triunfado y los shiíes se resarcían, trece siglos después con la toma del poder en un país musulmán.
A partir de entonces y hasta nuestros días, el mundo entero se interesa por esta rama del Islam, que dirige los destinos de uno de los países productores de petróleo, más importante para Occidente y que constituye además uno de los territorios más estratégicos del Asia central.
A través de la llamada “Revolución Blanca” que según el Imam Jomeini, tenía esa denominación por haber sido diseñada en la “Casa Blanca” de Washington—, desde 1961 el shah intentó por todos los medios hacer a los iraníes occidentales por la fuerza... El shah se rodeó de juguetes, aviones ultramodernos, tanques y carros de combate, helicópteros, fragatas misilísticas adquiridos a su mentor, los EE.UU. Se había propuesto crear el tercer ejército más poderoso del mundo.
La dinastía de los Pahleví fue desde sus orígenes una farsa monárquica. Su origen fue Reza Pahleví, un mulero plebeyo, sargento de caballería, convertido en rey por iniciativa de sir Winston S. Churchill en 1921. De repente una familia arcaica y recalcitrante se encontró flotando en un mar de petróleo. Su hijo, M. Pahlaví, elegido shah a los 16 años, se hizo furiosamente pronorteamericano. Cuando se autoproclamó emperador en 1971 a través de una multimillonaria y ridícula ceremonia en Persépolis, cometió una burla cruel. La patética ceremonia a la que asistieron más de diez mil invitados llegados de los cuatro rincones del planeta fue un insulto para la pobreza del sufrido y noble pueblo iraní que se veía identificado plenamente con un hombre de mirada profunda y voz suave y dulce, el Imam Jomeini, que vivía frugalmente de yogurt, y algo de pollo.
Desde el comienzo de la prédica del Imam Jomeini contra el shah y la intromisión occidental en Irán, las mujeres sintieron suya la revolución, porque traía con ella una idea alternativa de la mujer, diferente de la mujer-muñeca que se vende por la televisión de Nueva York, Roma o Londres. Era un modelo propio, tomando por ejemplo a Fátima (P), la hija del Profeta (BPD). Debería tomarse en cuenta que antes que la vestimenta islámica femenina se hiciera obligatoria en Irán, a partir de abril de 1979, la mayoría de las mujeres la utilizaban de forma natural; las únicas que no lo llevaban eran las ricas y ciertas intelectuales liberales.
Entre 1965 y 1978, muchas jovencitas no llevaban el chador y se veían en las calles de las principales ciudades minifaldas y jeans ajustados, escotes, etc. Pero a medida que comenzó a desarrollarse la revolución islámica, empezó a crecer el número de chicas con chador. Era la respuesta individual a una necesidad colectiva de afirmación de la identidad musulmana.
Libros.ir
http://libros.ir/libros/Biblioteca%20Islamica/Revistas%20y%20articulos%20de%20temas%20diversos%20(48)/Revista%20Az-Zaqalain/AzZaqalain25.pdf
POR EL PROF. SHAMSUDDÍN ELÍA
(Instituto Argentino de Cultura Islámica)
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 5
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
SE DICE QUE UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS. Pero se puede añadir que mil imágenes no valen un concepto. Hay tres conceptos que pueden definir la victoria de la Revolución Islámica del Irán y su legado político, social y cultural para el mundo contemporáneo.
1. La Revolución Islámica del Irán ha demostrado que la religión está mejor capacitada para movilizar a las masas que las ideologías seculares.
2. La Revolución Islámica del Irán no sólo desafía la hegemonía cultural de las ideas occidentales, sino que constituye un modelo social y un modo de vida alternativos.
3. La Revolución Islámica del Irán ha sido uno de los sucesos más importantes y trascendentales de la historia moderna, comparable a la Revolución Francesa en el siglo XVIII y a la Revolución Rusa a principios del siglo XX.
Existen innumerables razones para creer que la Revolución Islámica del Irán a sido el motor que ha puesto nuevamente en marcha el renacimiento y la renovación del mundo musulmán, largamente postergado y absolutamente necesario e imprescindible. Numerosos centros de altos estudios en Occidente han analizado el fenómeno y han llegado a conclusiones terminantes. Por ejemplo, el Centro para Estudios Internacionales del Instituto de tecnología de Massachusetts (EE.UU.) dice al respecto:
«La Revolución Iraní ha producido uno de los principales desarrollos de la religión y la política de nuestro tiempo: el renacimiento islámico de Indonesia a Marruecos y de Turquía al África central» (en un artículo titulado Iran in Comment, publicado por The Catholic Institute for International Relations, Londres, Mayo de 1980).
Igualmente, el Dr. Hamid Algar, profesor de Estudios Islámicos e idioma persa de la Universidad de California en Berkeley, hace la siguiente observación:
«El caso de la Revolución Islámica del Irán merece una atención especial. Con el paso del tiempo, quedará demostrado que ha sido el evento más significativo de la historia islámica contemporánea. Ya podemos ver, sin embargo, el impacto de la Revolución Islámica a lo largo y lo ancho del mundo islámico, desde Marruecos a Indonesia, desde Bosnia al corazón de Europa y al de África» (Hamid Algar: The Roots of the Islamic Revolution (‘Las raíces de la Revolución Islámica’), The Open Press, Londres, 1983, p. 9.)
El Dr. Kalîm Siddîqui, ex director del Instituto Musulmán de Londres, oportunamente hizo esta declaración:
«A partir de la difusión de los principios y objetivos de la Revolución Islámica del Irán en algunos países sunníes, algunos de los más reaccionarios, podría decir, puedo asegurarles que la gente en esos países ha recepcionado el mensaje positiva y concienzudamente. Algunos de ellos se toman la precaución de poner el cerrojo a sus puertas antes de mencionar el tema. Si las fronteras nacionales desaparecieran, probablemente el Aiatol•lah Jomeini sería elegido unánimemente por la Ummah como el líder del mundo musulmán» (Ponencias del Instituto Musulmán, Londres, 1980, prólogo de K. Siddîqui)
El Imam Jomeini rechazó siempre a los críticos que opinaban que los musulmanes debían apartarse de la política. Él les contestaba con una pregunta a la que luego le agregaba la respuesta correspondiente: — ¿Se mantuvo el profeta Muhammad apartado de la política? Si se hubiera limitado a ser el Mensajero de Al•lâh, habría entregado el Libro de Al•lâh, el Sagrado Corán, y desaparecido inmediatamente. Pero Al•lâh le ordenó que luchara en batallas como Uhud. Organizó la sociedad y actuó de juez de la comunidad. Envió a luchar a los ejércitos contra los oligarcas de La Meca y contra los bizantinos, despachó a los embajadores, firmó tratados.
«Es absurdo decir que el Dîn puede separarse de la política. Esto es lo que quieren los imperialistas», dijo el Imam Jomeini. «Quieren convencernos de que el Dîn es sólo una cuestión de teología. Dicen que cuando los británicos entraron en Irak durante la Primera Guerra Mundial, prohibieron todas las manifestaciones. Entonces un día alguien informó al general en jefe de que había gente que gritaba desde lo alto de los minaretes (el llamado a la oración) de las mezquitas. “Si esto es todo lo que hacen —dijo el general—, que sigan gritando hasta el Día del Juicio Final. Que se queden en sus mezquitas y griten todo lo que quieran desde los minaretes”»...
El opresor shah Pahleví dejó como recuerdo imperecedero al pueblo de Irán un 90% de analfabetismo, 50% de mortalidad infantil, y sólo 14 mil médicos para 40 millones de habitantes. Mientras él y su familia acumulaban en los bancos suizos y norteamericanos 32 mil millones de dólares producto del saqueo de los ingresos petroleros y del tráfico de opio y heroína que le permitió EE.UU. a cambio de los jugosos servicios prestados.
Conviene señalar que la Revolución Islámica del Irán rechaza la cultura de la violencia, la pornografía y la doble moral burda y grosera de los países de la OTAN porque tiene su propia cultura, la del Islam de Muhammad (BPD), dentro de la cual son bienvenidos los nuevos descubrimientos de la ciencia, los avances tecnológicos y los inventos que contribuyen al progreso del ser humano; pero en la que no tienen cabida los vicios, los embriagantes como el alcohol y la droga, la prostitución ni la homosexualidad.
Según el Aiatol•lah Ahmad Ÿannatî, que integra hoy el calificado Shurâi-e Negahbân (Consejo de Guardianes, 6 teólogos y 6 juristas): «El pueblo musulmán iraní no hizo la Revolución por tierras, pan, agua o una vida mejor, sino solamente por el Islam. Esto es lo que tenemos que apreciar y salvar».
El Shiísmo es el Islam de los disidentes y perseguidos, el de los eternos desheradados. Su origen se remonta al conflicto por la sucesión de Muhammad (BPD). El 1 de febrero de 1979, cuando el avión que traía al Imam Jomeini desde su exilio en París se posaba en el aeropuerto Mehrabad de Teherán, fue una jornada histórica. Diez días después la primera revolución islámica había triunfado y los shiíes se resarcían, trece siglos después con la toma del poder en un país musulmán.
A partir de entonces y hasta nuestros días, el mundo entero se interesa por esta rama del Islam, que dirige los destinos de uno de los países productores de petróleo, más importante para Occidente y que constituye además uno de los territorios más estratégicos del Asia central.
A través de la llamada “Revolución Blanca” que según el Imam Jomeini, tenía esa denominación por haber sido diseñada en la “Casa Blanca” de Washington—, desde 1961 el shah intentó por todos los medios hacer a los iraníes occidentales por la fuerza... El shah se rodeó de juguetes, aviones ultramodernos, tanques y carros de combate, helicópteros, fragatas misilísticas adquiridos a su mentor, los EE.UU. Se había propuesto crear el tercer ejército más poderoso del mundo.
La dinastía de los Pahleví fue desde sus orígenes una farsa monárquica. Su origen fue Reza Pahleví, un mulero plebeyo, sargento de caballería, convertido en rey por iniciativa de sir Winston S. Churchill en 1921. De repente una familia arcaica y recalcitrante se encontró flotando en un mar de petróleo. Su hijo, M. Pahlaví, elegido shah a los 16 años, se hizo furiosamente pronorteamericano. Cuando se autoproclamó emperador en 1971 a través de una multimillonaria y ridícula ceremonia en Persépolis, cometió una burla cruel. La patética ceremonia a la que asistieron más de diez mil invitados llegados de los cuatro rincones del planeta fue un insulto para la pobreza del sufrido y noble pueblo iraní que se veía identificado plenamente con un hombre de mirada profunda y voz suave y dulce, el Imam Jomeini, que vivía frugalmente de yogurt, y algo de pollo.
Desde el comienzo de la prédica del Imam Jomeini contra el shah y la intromisión occidental en Irán, las mujeres sintieron suya la revolución, porque traía con ella una idea alternativa de la mujer, diferente de la mujer-muñeca que se vende por la televisión de Nueva York, Roma o Londres. Era un modelo propio, tomando por ejemplo a Fátima (P), la hija del Profeta (BPD). Debería tomarse en cuenta que antes que la vestimenta islámica femenina se hiciera obligatoria en Irán, a partir de abril de 1979, la mayoría de las mujeres la utilizaban de forma natural; las únicas que no lo llevaban eran las ricas y ciertas intelectuales liberales.
Entre 1965 y 1978, muchas jovencitas no llevaban el chador y se veían en las calles de las principales ciudades minifaldas y jeans ajustados, escotes, etc. Pero a medida que comenzó a desarrollarse la revolución islámica, empezó a crecer el número de chicas con chador. Era la respuesta individual a una necesidad colectiva de afirmación de la identidad musulmana.
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Tuesday, December 20, 2011
El Imam Al-Mahdî (P) en el Corán
El Imam Al-Mahdî (P) en el Corán
POR: ZOHRE RABBANI - SUMEIA YOUNES
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 4
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
EL TEMA DEL MAHDÎ, de la “espera del Salvador”, de la “aparición del Imam”, ha llenado libros y documentos de diferentes escuelas islámicas. El propio Profeta (BP) lo expuso y el Imam ‘Alî (P) y el resto de los Imames siempre han hablado de ello, refiriéndose detalladamente a las particularidades del “Esperado”, “su aparición” y el deber de quienes lo esperan.
Entonces, teniendo en cuento esto, ¿acaso es posible que un tema tan importante como éste no haya tenido fuentes y raíces en el Libro de Dios? Un tema del cual existen cientos de dichos tanto del Profeta (BP) como de los inmaculados Imames (P) sin duda alguna posee raíces coránicas.
El Generoso Corán explícitamente se refiere a cuestiones del futuro de la humanidad, a los sucesos de los últimos tiempos, al triunfo del bien y de los bienhechores en el universo y que los virtuosos llegarán a gobernar el mundo.
Esta serie de aleyas, según los exegetas del Corán, quienes se documentan en las tradiciones islámicas, se refieren al Mahdî –que Al•lah apresure su aparición- y su manifestación en los últimos tiempos. He aquí una serie de aleyas referentes al tema:
Aleya 1:
«Hemos escrito en los Salmos, después de la Amonestación, que la Tierra la heredarán Mis siervos virtuosos».[1]
(Al-Anbiâ’; 21:105)
El Imam Muhammad Al-Bâqir (P) dijo:
“Estos siervos virtuosos que heredarán la Tierra son los discípulos del Mahdî en los últimos tiempos”.[2]
El sabio Tabarsî, luego de transmitir este hadîz dice: “La prueba de la veracidad del hadîz del Imam Al-Bâqir (P) es un dicho que ambas escuelas islámicas relatan del Profeta (BP):
“Si no quedara de la vida del mundo más que un día, Dios lo alargará tanto hasta que aparezca un hombre virtuoso (salih) de mi descendencia y él llenará el mundo de justicia y equidad de la misma forma que habrá sido llenado de injusticia y opresión”.[3]
El Imam Abû Bakr Ahmad ibn Husein Beihaqî, en el libro Al-Ba‘z ua-n Nushûr, relata numerosos dichos al respecto y su nieto Abûl Hasan ‘Ubaidul•lah ibn Muhammad ibn Ahmad, nos lo ha transmitido en el año 518 de la hégira[4].
Aleya 2:
«Quisimos agraciar a los que fueron oprimidos en la Tierra y hacer de ellos Imames y disponerlos herederos».
(Al-Qasas; 28: 5)
Esta aleya también, según palabras del Imam ‘Alî en Nahÿ-ul Balâghah y dichos de otros Imanes, se refiere a los oprimidos y despojados, a los seguidores del camino de la verdad, y a los benevolentes de entre ellos que heredarán el gobierno de la Tierra, y este asunto acontecerá luego de la aparición de la Prueba certera y categórica de Dios (Huÿÿah)[5].
Asimismo, el Sheij Abû Ÿa‘far As-Sadûq (P) transmitió un dicho del Imam ‘Alî (P) que dice:
“Esta aleya se refiere a nosotros”.[6]
Aleya 3:
«En esa ocasión los creyentes fueron puestos a prueba y sufrieron una violenta conmoción».
(Al-Ahzâb; 33:11)
Dijo Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P):
“Ciertamente que sobrevendrá para la gente una época en la que la verdad estará cubierta y la falsedad manifiesta y célebre. Y ello será cuando los de mayor preponderancia entre la gente sean sus enemigos, se acerque la promesa de verdad, se incremente la incredulidad, y se manifieste la corrupción. Entonces los creyentes serán probados y sufrirán una violenta conmoción. Los incrédulos les atribuirán calificativos de malvados, y el esfuerzo del creyente consistirá en resguardar su vida de quienes le son más cercanos; luego Dios concederá el sosiego a Sus amigos y el Dueño de la Orden se manifestará a Sus enemigos.”[7]
Aleya 4:
«¡Creyentes! Si uno de vosotros apostata de su fe… Al•lah suscitará un pueblo al cual Él amará y Le amarán, siendo humildes con los creyentes, altivos con los infieles, que lucharán por Al•lah y que no temerán la censura de nadie»
(Al-Mâ’idah; 5:54)
Encontramos en el Tafsîr de ‘Alî ibn Ibrâhîm: “...Esta aleya se refiere al Qâ’im y sus discípulos, esos mismos que luchan en el camino de Dios en el mundo y no vacilan ante el reproche de nadie”[8].
Aleya 5:
«A quienes de vosotros crean y obren bien, Al•lah les ha prometido que ha de hacerles sucesores en la Tierra, como ya había hecho con sus antecesores. Y que ha de consolidar la religión que Le complació que profesaran»
(An-Nûr; 24:55)
El Shaij Tabarsî, ha transmitido de los Imames de Ahl-ul Bait (P) que esta aleya se refiere al Imam Al-Mahdî (P). Âbî ‘Abdil•lah (el Imam As-Sâdiq –P-), respecto a la Palabra de Dios, Majestuoso e Imponente: «A quienes de vosotros crean…» (hasta el final de la bendita aleya), dijo: “(Se refiere al) Qâ’im (P) y a sus compañeros”.[9]
El Sheij Abû An-Nadr ‘Aiâshî, según su propia cadena de transmisión, relata del Imam Zain Al-‘Abdinîn (P), que el Imam, luego de recitar esta aleya dijo:
“¡Por Dios! que ellos son nuestros seguidores. Dios dispondrá este asunto para ellos en manos de un hombre de nuestra descendencia. Este hombre es el Mahdî de esta comunidad y es el mismo respecto al cual dijo el Profeta (BP): “Si no quedara de la vida del mundo más que un día, Dios lo alargará tanto hasta que aparezca un hombre virtuoso (sâlih) de mi descendencia, cuyo nombre es mi nombre (Muhammad), y él llenará el mundo de justicia y equidad de la misma forma que habrá sido llenado de injusticia y opresión”.
Un dicho parecido ha sido narrado del Imam Al-Bâqir y del Imam As-Sâdiq (P). El Shaij Tabarsî continúa: “Debido a que la expansión de la religión en toda la Tierra y un gobierno mundial no se ha concretado aún, seguramente sucederá en el futuro, ya que esto es una promesa divina -según la aleya coránica-, y la promesa divina es indefectible”[10].
Aleya 6:
«¡…Y recuérdales los días de Al•lah…!»
(Ibrâhîm; 14:5)
Dijo As-Sâdiq (P):
“Los días de Al•lah, Majestuoso e Imponente, son tres: el día que aparezca el Restaurador, el día de Raÿ‘at (en que retornarán a la vida algunas personas por voluntad de Dios) y el Día del Juicio Final”.[11]
Aleya 7:
«Sabed, que los amigos de Al•lah, no tendrán temor ni estarán atribulados».
(Iûnus; 10:62)
Dijo el Imam As-Sadiq (P):
“Bienaventurados los seguidores del Restaurador, quienes lo esperan en época de su ocultación y le obedecen luego de su aparición. «Ellos son los amigos de Dios, quienes no tendrán temor ni estarán atribulados».[12]
Aleya 8:
«¡Creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed perseverantes! ¡Temed a Al•lah! Quizás, así, prosperéis».
(Ali ‘Imrân; 3: 200)
El Imam Al-Bâqir (P) respecto a la Palabra de Al•lah, Imponente y Majestuoso: «¡Oh creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed perseverantes!», dijo:
“Tened paciencia para realizar los preceptos obligatorios, resistid frente a vuestros enemigos, y perseverad en relación con vuestro Imam Esperado (acatad sus derechos)”.[13]
Aleya 9:
«Todos tienen una dirección adonde volverse. ¡Rivalizad en las buenas obras! Dondequiera que os encontréis, Al•lah os juntará. Al•lah es Omnipotente».
(Al-Baqarah; 2: 148)
El Imam Al-Bâqir (P), en respuesta a una pregunta que le hicieron en cuanto a esta aleya, dijo:
“Las buenas obras (al-jairât) quiere decir “al-wilâiah” (aceptar la supremacía de los Infalibles en la creencia y en la práctica) y cuando Dios dice: «Dondequiera que os encontréis, Al•lah os juntará», se refiere a los compañeros del Restaurador que son más de 310 personas”. Y luego dijo: “Por Dios que ellos son la misma comunidad contada que, ¡juro por Dios!, que al igual que nubes en el otoño, en un solo instante se juntarán”.[14]
Aleya 10:
«Él es quien ha enviado a Su Mensajero con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadores, prevalezca sobre toda otra religión».
(At-Taubah: 9: 33)
Rashîd-ud Dîn Meibudî, en el Tafsîr Kashf-ul Asrâr, al comentar esta aleya dice: “Rasûl en esta aleya es el Profeta Muhammad (BP), la guía es el Corán y la fe, y la religión verdadera es el Islam. Dios hará triunfar esta religión sobre otras, y este asunto tendrá lugar en el futuro y aún no ha sucedido. Y no acaecerá el Día de la Resurrección a menos que ello acontezca.”
Abû Sa‘îd Jidrî transmitió que el Profeta (BP) habló sobre una desgracia que acontecería para esta comunidad, hasta el punto que “debido a la gran tiranía y opresión, nadie encontrará refugio para sí. Cuando ello suceda, Dios hará levantarse a un hombre de mi familia, quien llenará la Tierra de justicia y equidad, así como antes habrá sido llenada de opresión. Todas las criaturas del cielo, y todos los seres de la Tierra estarán complacidos con él. En esos días, no habrá una gota de lluvia en los cielos a menos que penetre en la tierra, y no habrá planta sobre la tierra sin que brote. Serán unos días tan fructuosos y benditos que la gente anhelará que sus muertos regresen a la vida y a este mundo...”.[15]
Aleya 11:
«Y di: “¡Ha venido la Verdad y se ha disipado lo falso! ¡Lo falso tiene que disiparse!».
(Al-Isrâ’; 17: 81)
Dijo el Imam Al-Bâqir (P) en cuanto a esta aleya:
“Cuando se levante el Restaurador se disiparán los gobiernos falsos”.[16]
Aleya 12:
«Les hicimos Imames, que dirigieran siguiendo Nuestra orden. Les inspiramos que obraran bien, erigieran la oración y dieran el zakât. Y nos rindieron culto».
(Sura Al-Anbiâ’, 21: 73)
Dijo el Enviado de Dios (BP):
“¡Oh Yâbir! Cuando veas a mi hijo Al-Bâqir, hazle llegar mis saludos, puesto que él tendrá mi nombre y será el más parecido a mí entre la gente. Su conocimiento es mi conocimiento y su orden es mi orden. Siete de sus fieles infalibles hijos son los Imames benevolentes. El séptimo de ellos es el Mahdî, quien llenará el mundo de justicia y equidad, así como habrá sido llenado de injusticia y opresión”. Luego el Profeta recitó esta aleya: «Y les hicimos Imames, que dirigieran siguiendo Nuestra orden…»
Aleya 13:
«A quienes de vosotros crea y obre bien, Al•lah les ha prometido que ha de hacerles sucesores en la Tierra, como ya había hecho con sus antecesores. Y que ha de consolidar la religión que le plugo profesaran. Y que ha de trocar su temor en seguridad. Me servirán sin asociarme nada. Quienes, después de esto, no crean, ésos son los perversos».
(An-Nûr; 24: 55)
El Imam As-Sâdiq (P), respecto a esta aleya dijo:
“(Se refiere al) Restaurador y sus compañeros”.[17]
Aleya 14:
«No matéis a nadie que Dios haya prohibido, sino con justo motivo. Si se mata a alguien sin razón, damos autoridad a su pariente próximo, pero que éste no se exceda en la venganza. Se le auxiliará».
(Al-Isrâ’; 17: 33)
Hûaîzî, en Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, dice: El Imam Muhammad Al-Bâqir (P) dijo:
“Esa persona es Husein ibn ‘Alî (P) quien fue matado injustamente, y somos nosotros los herederos de su derecho. Cuando nuestro Restaurador se manifieste, requerirá el resarcimiento de la sangre de Husein... «Se le auxiliará» se refiere a que el mundo no llegará a su fin hasta que no se erija un hombre de la Familia de Muhammad (BP), que llenará el mundo de justicia y equidad, de la misma manera que habrá sido llenada de injusticia y opresión”.[18]
Aleya 15:
«¿Quién, si no, escucha la invocación del compelido, quita el mal y hace de vosotros sucesores en la Tierra?»
(An-Naml; 27: 62)
Dijo el Imam As-Sâdiq (P):
“Esta aleya descendió respecto al Qâ’im de la Familia de Muhammad (BP). ¡Juro por Dios que es él el compelido que cuando rece dos ciclos de oración junto al Maqâm de Ibrâhîm (junto a la Ka‘bah), e invoque a Al•lah, Imponente y Majestuoso, le responderá, suprimirá el mal y lo dispondrá sucesor en la Tierra”.[19]
Aleya 16:
«El Remanente de Dios es mejor para vosotros, si es que sois creyentes. Y Yo no Soy vuestro custodio».
(Hûd; 11: 86)
Se transmitió en Nûr Az-Zaqalain, de Usûl Al-Kâfî:
Un hombre preguntó al Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) si acaso la gente podía dirigirse al Restaurador, en el momento de saludarlo, con la frase: “¡Iâ Amîr Al-Mu’minîn! – ¡Oh Príncipe de los Creyentes!”. El Imam As-Sâdiq dijo: “No. Éste es un título que Dios solo concedió a Amîr Al-Mu’minîn Alî”. Dije: “¡Que yo sea sacrificado por ti! Entonces, ¿cómo debemos dirigirnos a él al momento de saludarle?”. El Imam As-Sâdiq (P) respondió: “Todos deben decir: “¡As-Salâmu ‘alaika iâ baqîiatal•lah! – La paz sea contigo, oh Remanencia de Al•lah”. Tras ello el Imam recitó la siguiente aleya: «El Remanente de Dios es mejor para vosotros, si es que sois creyentes».[20]
El Sheij Abû Mansûr Tabarsî, en el libro “Ihtiÿâÿ”, transmitió del Amîr Al-Mu’minîn (P) lo siguiente:
“Baqîiat-ul•lah” es el Mahdî, que vendrá después de esta época, y llenará la Tierra de justicia y equidad, así como antes habrá sido llenada de injusticia y opresión”.[21]
El Sheij As-Sadûq, en el libro “Kamâl Ad-Dîn”, transmitió un largo hadîz del Imam Al-Bâqir (P). El Imam (P) en el hadîz, en el que se refiere al Restaurador, dice, entre otras cosas:
“Cuando se levante el Restaurador se apoyará en la Ka‘bah. Luego 313 personas se reunirán a su alrededor. La primera frase que dirá es esta aleya: “Baqîatul•lah jairun lakum…” - «El Remanente de Dios es mejor para vosotros…». Luego dirá: “Yo soy el Remanente de Dios, la Prueba de Dios y Su vicario entre vosotros”. Luego, cada musulmán que le salude dirá: “Assalamu ‘alaika ia baqîiatal•lahi fi ardih – La paz sea contigo, oh Remanencia de Al•lah en Su Tierra”. [22].
Asimismo, encontramos en los hadices que el Imam Al-Bâqir (P) dijo:
“El conocimiento del Libro de Dios y la Tradición del Profeta (BP) brotará del corazón del Mahdî tal como brotan las mejores y más verdes y fértiles plantas. Todo aquel de entre vosotros que permanezca vivo y pueda ver al Imam ha de saludarle de la siguiente manera: “As-Salâm-u ‘alaikum iâ ahla baitîr-rahmati ua-n nubûuati ua ma‘danal ‘ilmi ua maudi‘-ar risâlah. As-Salâmu ‘alaika ia baqîiatal•lah” - La paz sea sobre vosotros o Gente de la Casa de la Misericordia y la Profecía, y fuente de conocimiento y lugar de establecimiento del Mensaje. La paz sea contigo, oh Remanencia de Dios”.[23]
Aleya 17:
«¡Por el cielo con sus constelaciones!».
(Al-Burûÿ; 85: 1)
Se le preguntó al Enviado de Dios respecto a las Palabras de Dios Altísimo: «¡Por el cielo con sus constelaciones!», y dijo:
“…En cuanto al cielo, soy yo, y las constelaciones son los Imames después de mí, el primero de los cuales es ‘Alî, y el último Al-Mahdî”.[24]
Aleya 18:
«¿Qué esperan sino que vengan a ellos los ángeles, o venga Tu Señor, o vengan algunos de los signos de tu Señor? El día que vengan algunos de los signos de tu Señor, no aprovechará su fe a nadie que antes no haya creído o que, en su fe, no haya hecho bien. Di: “¡Esperad! ¡Nosotros esperaremos!”».
(Al-An’âm, 6: 158)
El exegeta de Corán Seîied Hâshim Bahrânî dice: “El Sheij As-Sadûq relata del Imam As-Sâdiq (P):
“Aiât (los signos) en esta aleya son los Imames, y aquel signo esperado es el Restaurador. El día en que él se levante con su espada ya no les beneficiará creer en él a quienes antes de su llegada no creyeron en él, aún cuando hayan creído en los Imames que le precedieron”.[25]
Asimismo dice: “Abû Basîr relata del Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) que dijo:
“Este “signo” en la aleya se refiere a la aparición del Restaurador de la descendencia del Profeta (BP) en la Tierra. ¡Oh Abâ Basîr, dichosos de los seguidores del Restaurador, quienes lo esperan en época de su ocultación y le obedecen luego de su aparición! «Ellos son los amigos de Dios, quienes no tendrán temor ni estarán atribulados»”.[26]
Aleya 19:
«En ella se decide todo asunto sabiamente»
(Ad-Dujân; 44: 4)
Esta aleya bendita habla del destino de los asuntos en la Noche del Decreto en cada año. Este asunto tiene una relación directa con el Imam de la Época y su presencia de supremacía en su comunidad y en los canales del destino en el mundo de la creación.
Aleya 20:
«¡Por la Época! En verdad, que el hombre está en la perdición. Excepto quienes crean, obren bien, se recomienden mutuamente la verdad y se recomienden mutuamente la paciencia».
(Sura Al-‘Asr)
Se le preguntó al Imam As-Sâdiq (P) respecto a la Palabra de Dios, Majestuoso e Imponente: «¡Por la Época! En verdad, que el hombre está en la perdición», y dijo:
“La Época es aquella de la manifestación del Qâ’im. «En verdad, que el hombre está en la perdición», o sea, nuestros enemigos. «Excepto quienes crean», o sea, quienes crean en nuestras aleyas o signos. «Obren bien», o sea, asistiendo a los hermanos en la fe. «Se recomienden mutuamente la verdad», o sea, el Imamato. «Y se recomienden mutuamente la paciencia», o sea, durante el periodo (de ocultación)[27].
[1] Leemos expresiones similares en el Antiguo Testamento. Por ejemplo en los Salmos de David, en el Salmo 37, Nº 9, 10 y 11 leemos: “… pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la Tierra • Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí • Pero los mansos heredarán la tierra”. Luego en el Nº 18 leemos: “Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre”. Y en el Nº 29 dice: “… Los justos heredarán la Tierra”.
[2] Ta’wîl Al-Aiât, t.1, p.332. hadîz 22; Al-Burhân, t.5, p.257, hadîz 5.
[3] At-Tabarsî, Maÿma‘ Al-Baiân fî Tafsîr Al-Qur’ân, ediciones Dâr Ihiâ’ At-Turâz Al-‘Arabî, Beirut,
t.7, p.66.
[4] Tafsîr Maÿma‘ Al-Baiân, t. 7 p. 6667.
[5] Ibíd., p. 239.
[6] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 4, p. 107-111.
[7] Ihtiÿâÿ As-Sadûq, p. 73.
[8] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 1, p. 641.
[9] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 146.
[10] Maÿma‘ Al-Baiân, t. 7, p. 152. Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 147.
[11] Al-Jisâl, p. 108.
[12] Kamâl Ad-Dîn, t. 2, p. 357.
[13] Tafsîr Al-Burhân, t. 1, p. 334.
[14] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 1, p. 139-140; Al-Kâfî, t.8, p.313.
[15] Kashf Al-Asrâr, t. 4, pp. 119-120.
[16] Bihâr Al-Anwâr, t. 51, p. 62.
[17] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 146.
[18] Nûr Az-Zaqalain, t. 3, p. 163.
[19] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 208.
[20] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, p. 390.
[21] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, p. 390.
[22] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, pp. 390-392.
[23] Bihâr Al-Anwâr, t. 52, pp. 317 y 318.
[24] Bihâr Al-Anwâr, t. 36, p. 370 y 371.
[25] Tafsîr Al-Burhân, t. 1, p. 564.
[26] Ibíd.
[27] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 5, p. 666.
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POR: ZOHRE RABBANI - SUMEIA YOUNES
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 4
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004
EL TEMA DEL MAHDÎ, de la “espera del Salvador”, de la “aparición del Imam”, ha llenado libros y documentos de diferentes escuelas islámicas. El propio Profeta (BP) lo expuso y el Imam ‘Alî (P) y el resto de los Imames siempre han hablado de ello, refiriéndose detalladamente a las particularidades del “Esperado”, “su aparición” y el deber de quienes lo esperan.
Entonces, teniendo en cuento esto, ¿acaso es posible que un tema tan importante como éste no haya tenido fuentes y raíces en el Libro de Dios? Un tema del cual existen cientos de dichos tanto del Profeta (BP) como de los inmaculados Imames (P) sin duda alguna posee raíces coránicas.
El Generoso Corán explícitamente se refiere a cuestiones del futuro de la humanidad, a los sucesos de los últimos tiempos, al triunfo del bien y de los bienhechores en el universo y que los virtuosos llegarán a gobernar el mundo.
Esta serie de aleyas, según los exegetas del Corán, quienes se documentan en las tradiciones islámicas, se refieren al Mahdî –que Al•lah apresure su aparición- y su manifestación en los últimos tiempos. He aquí una serie de aleyas referentes al tema:
Aleya 1:
«Hemos escrito en los Salmos, después de la Amonestación, que la Tierra la heredarán Mis siervos virtuosos».[1]
(Al-Anbiâ’; 21:105)
El Imam Muhammad Al-Bâqir (P) dijo:
“Estos siervos virtuosos que heredarán la Tierra son los discípulos del Mahdî en los últimos tiempos”.[2]
El sabio Tabarsî, luego de transmitir este hadîz dice: “La prueba de la veracidad del hadîz del Imam Al-Bâqir (P) es un dicho que ambas escuelas islámicas relatan del Profeta (BP):
“Si no quedara de la vida del mundo más que un día, Dios lo alargará tanto hasta que aparezca un hombre virtuoso (salih) de mi descendencia y él llenará el mundo de justicia y equidad de la misma forma que habrá sido llenado de injusticia y opresión”.[3]
El Imam Abû Bakr Ahmad ibn Husein Beihaqî, en el libro Al-Ba‘z ua-n Nushûr, relata numerosos dichos al respecto y su nieto Abûl Hasan ‘Ubaidul•lah ibn Muhammad ibn Ahmad, nos lo ha transmitido en el año 518 de la hégira[4].
Aleya 2:
«Quisimos agraciar a los que fueron oprimidos en la Tierra y hacer de ellos Imames y disponerlos herederos».
(Al-Qasas; 28: 5)
Esta aleya también, según palabras del Imam ‘Alî en Nahÿ-ul Balâghah y dichos de otros Imanes, se refiere a los oprimidos y despojados, a los seguidores del camino de la verdad, y a los benevolentes de entre ellos que heredarán el gobierno de la Tierra, y este asunto acontecerá luego de la aparición de la Prueba certera y categórica de Dios (Huÿÿah)[5].
Asimismo, el Sheij Abû Ÿa‘far As-Sadûq (P) transmitió un dicho del Imam ‘Alî (P) que dice:
“Esta aleya se refiere a nosotros”.[6]
Aleya 3:
«En esa ocasión los creyentes fueron puestos a prueba y sufrieron una violenta conmoción».
(Al-Ahzâb; 33:11)
Dijo Amîr Al-Mu’minîn ‘Alî (P):
“Ciertamente que sobrevendrá para la gente una época en la que la verdad estará cubierta y la falsedad manifiesta y célebre. Y ello será cuando los de mayor preponderancia entre la gente sean sus enemigos, se acerque la promesa de verdad, se incremente la incredulidad, y se manifieste la corrupción. Entonces los creyentes serán probados y sufrirán una violenta conmoción. Los incrédulos les atribuirán calificativos de malvados, y el esfuerzo del creyente consistirá en resguardar su vida de quienes le son más cercanos; luego Dios concederá el sosiego a Sus amigos y el Dueño de la Orden se manifestará a Sus enemigos.”[7]
Aleya 4:
«¡Creyentes! Si uno de vosotros apostata de su fe… Al•lah suscitará un pueblo al cual Él amará y Le amarán, siendo humildes con los creyentes, altivos con los infieles, que lucharán por Al•lah y que no temerán la censura de nadie»
(Al-Mâ’idah; 5:54)
Encontramos en el Tafsîr de ‘Alî ibn Ibrâhîm: “...Esta aleya se refiere al Qâ’im y sus discípulos, esos mismos que luchan en el camino de Dios en el mundo y no vacilan ante el reproche de nadie”[8].
Aleya 5:
«A quienes de vosotros crean y obren bien, Al•lah les ha prometido que ha de hacerles sucesores en la Tierra, como ya había hecho con sus antecesores. Y que ha de consolidar la religión que Le complació que profesaran»
(An-Nûr; 24:55)
El Shaij Tabarsî, ha transmitido de los Imames de Ahl-ul Bait (P) que esta aleya se refiere al Imam Al-Mahdî (P). Âbî ‘Abdil•lah (el Imam As-Sâdiq –P-), respecto a la Palabra de Dios, Majestuoso e Imponente: «A quienes de vosotros crean…» (hasta el final de la bendita aleya), dijo: “(Se refiere al) Qâ’im (P) y a sus compañeros”.[9]
El Sheij Abû An-Nadr ‘Aiâshî, según su propia cadena de transmisión, relata del Imam Zain Al-‘Abdinîn (P), que el Imam, luego de recitar esta aleya dijo:
“¡Por Dios! que ellos son nuestros seguidores. Dios dispondrá este asunto para ellos en manos de un hombre de nuestra descendencia. Este hombre es el Mahdî de esta comunidad y es el mismo respecto al cual dijo el Profeta (BP): “Si no quedara de la vida del mundo más que un día, Dios lo alargará tanto hasta que aparezca un hombre virtuoso (sâlih) de mi descendencia, cuyo nombre es mi nombre (Muhammad), y él llenará el mundo de justicia y equidad de la misma forma que habrá sido llenado de injusticia y opresión”.
Un dicho parecido ha sido narrado del Imam Al-Bâqir y del Imam As-Sâdiq (P). El Shaij Tabarsî continúa: “Debido a que la expansión de la religión en toda la Tierra y un gobierno mundial no se ha concretado aún, seguramente sucederá en el futuro, ya que esto es una promesa divina -según la aleya coránica-, y la promesa divina es indefectible”[10].
Aleya 6:
«¡…Y recuérdales los días de Al•lah…!»
(Ibrâhîm; 14:5)
Dijo As-Sâdiq (P):
“Los días de Al•lah, Majestuoso e Imponente, son tres: el día que aparezca el Restaurador, el día de Raÿ‘at (en que retornarán a la vida algunas personas por voluntad de Dios) y el Día del Juicio Final”.[11]
Aleya 7:
«Sabed, que los amigos de Al•lah, no tendrán temor ni estarán atribulados».
(Iûnus; 10:62)
Dijo el Imam As-Sadiq (P):
“Bienaventurados los seguidores del Restaurador, quienes lo esperan en época de su ocultación y le obedecen luego de su aparición. «Ellos son los amigos de Dios, quienes no tendrán temor ni estarán atribulados».[12]
Aleya 8:
«¡Creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed perseverantes! ¡Temed a Al•lah! Quizás, así, prosperéis».
(Ali ‘Imrân; 3: 200)
El Imam Al-Bâqir (P) respecto a la Palabra de Al•lah, Imponente y Majestuoso: «¡Oh creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed perseverantes!», dijo:
“Tened paciencia para realizar los preceptos obligatorios, resistid frente a vuestros enemigos, y perseverad en relación con vuestro Imam Esperado (acatad sus derechos)”.[13]
Aleya 9:
«Todos tienen una dirección adonde volverse. ¡Rivalizad en las buenas obras! Dondequiera que os encontréis, Al•lah os juntará. Al•lah es Omnipotente».
(Al-Baqarah; 2: 148)
El Imam Al-Bâqir (P), en respuesta a una pregunta que le hicieron en cuanto a esta aleya, dijo:
“Las buenas obras (al-jairât) quiere decir “al-wilâiah” (aceptar la supremacía de los Infalibles en la creencia y en la práctica) y cuando Dios dice: «Dondequiera que os encontréis, Al•lah os juntará», se refiere a los compañeros del Restaurador que son más de 310 personas”. Y luego dijo: “Por Dios que ellos son la misma comunidad contada que, ¡juro por Dios!, que al igual que nubes en el otoño, en un solo instante se juntarán”.[14]
Aleya 10:
«Él es quien ha enviado a Su Mensajero con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadores, prevalezca sobre toda otra religión».
(At-Taubah: 9: 33)
Rashîd-ud Dîn Meibudî, en el Tafsîr Kashf-ul Asrâr, al comentar esta aleya dice: “Rasûl en esta aleya es el Profeta Muhammad (BP), la guía es el Corán y la fe, y la religión verdadera es el Islam. Dios hará triunfar esta religión sobre otras, y este asunto tendrá lugar en el futuro y aún no ha sucedido. Y no acaecerá el Día de la Resurrección a menos que ello acontezca.”
Abû Sa‘îd Jidrî transmitió que el Profeta (BP) habló sobre una desgracia que acontecería para esta comunidad, hasta el punto que “debido a la gran tiranía y opresión, nadie encontrará refugio para sí. Cuando ello suceda, Dios hará levantarse a un hombre de mi familia, quien llenará la Tierra de justicia y equidad, así como antes habrá sido llenada de opresión. Todas las criaturas del cielo, y todos los seres de la Tierra estarán complacidos con él. En esos días, no habrá una gota de lluvia en los cielos a menos que penetre en la tierra, y no habrá planta sobre la tierra sin que brote. Serán unos días tan fructuosos y benditos que la gente anhelará que sus muertos regresen a la vida y a este mundo...”.[15]
Aleya 11:
«Y di: “¡Ha venido la Verdad y se ha disipado lo falso! ¡Lo falso tiene que disiparse!».
(Al-Isrâ’; 17: 81)
Dijo el Imam Al-Bâqir (P) en cuanto a esta aleya:
“Cuando se levante el Restaurador se disiparán los gobiernos falsos”.[16]
Aleya 12:
«Les hicimos Imames, que dirigieran siguiendo Nuestra orden. Les inspiramos que obraran bien, erigieran la oración y dieran el zakât. Y nos rindieron culto».
(Sura Al-Anbiâ’, 21: 73)
Dijo el Enviado de Dios (BP):
“¡Oh Yâbir! Cuando veas a mi hijo Al-Bâqir, hazle llegar mis saludos, puesto que él tendrá mi nombre y será el más parecido a mí entre la gente. Su conocimiento es mi conocimiento y su orden es mi orden. Siete de sus fieles infalibles hijos son los Imames benevolentes. El séptimo de ellos es el Mahdî, quien llenará el mundo de justicia y equidad, así como habrá sido llenado de injusticia y opresión”. Luego el Profeta recitó esta aleya: «Y les hicimos Imames, que dirigieran siguiendo Nuestra orden…»
Aleya 13:
«A quienes de vosotros crea y obre bien, Al•lah les ha prometido que ha de hacerles sucesores en la Tierra, como ya había hecho con sus antecesores. Y que ha de consolidar la religión que le plugo profesaran. Y que ha de trocar su temor en seguridad. Me servirán sin asociarme nada. Quienes, después de esto, no crean, ésos son los perversos».
(An-Nûr; 24: 55)
El Imam As-Sâdiq (P), respecto a esta aleya dijo:
“(Se refiere al) Restaurador y sus compañeros”.[17]
Aleya 14:
«No matéis a nadie que Dios haya prohibido, sino con justo motivo. Si se mata a alguien sin razón, damos autoridad a su pariente próximo, pero que éste no se exceda en la venganza. Se le auxiliará».
(Al-Isrâ’; 17: 33)
Hûaîzî, en Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, dice: El Imam Muhammad Al-Bâqir (P) dijo:
“Esa persona es Husein ibn ‘Alî (P) quien fue matado injustamente, y somos nosotros los herederos de su derecho. Cuando nuestro Restaurador se manifieste, requerirá el resarcimiento de la sangre de Husein... «Se le auxiliará» se refiere a que el mundo no llegará a su fin hasta que no se erija un hombre de la Familia de Muhammad (BP), que llenará el mundo de justicia y equidad, de la misma manera que habrá sido llenada de injusticia y opresión”.[18]
Aleya 15:
«¿Quién, si no, escucha la invocación del compelido, quita el mal y hace de vosotros sucesores en la Tierra?»
(An-Naml; 27: 62)
Dijo el Imam As-Sâdiq (P):
“Esta aleya descendió respecto al Qâ’im de la Familia de Muhammad (BP). ¡Juro por Dios que es él el compelido que cuando rece dos ciclos de oración junto al Maqâm de Ibrâhîm (junto a la Ka‘bah), e invoque a Al•lah, Imponente y Majestuoso, le responderá, suprimirá el mal y lo dispondrá sucesor en la Tierra”.[19]
Aleya 16:
«El Remanente de Dios es mejor para vosotros, si es que sois creyentes. Y Yo no Soy vuestro custodio».
(Hûd; 11: 86)
Se transmitió en Nûr Az-Zaqalain, de Usûl Al-Kâfî:
Un hombre preguntó al Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) si acaso la gente podía dirigirse al Restaurador, en el momento de saludarlo, con la frase: “¡Iâ Amîr Al-Mu’minîn! – ¡Oh Príncipe de los Creyentes!”. El Imam As-Sâdiq dijo: “No. Éste es un título que Dios solo concedió a Amîr Al-Mu’minîn Alî”. Dije: “¡Que yo sea sacrificado por ti! Entonces, ¿cómo debemos dirigirnos a él al momento de saludarle?”. El Imam As-Sâdiq (P) respondió: “Todos deben decir: “¡As-Salâmu ‘alaika iâ baqîiatal•lah! – La paz sea contigo, oh Remanencia de Al•lah”. Tras ello el Imam recitó la siguiente aleya: «El Remanente de Dios es mejor para vosotros, si es que sois creyentes».[20]
El Sheij Abû Mansûr Tabarsî, en el libro “Ihtiÿâÿ”, transmitió del Amîr Al-Mu’minîn (P) lo siguiente:
“Baqîiat-ul•lah” es el Mahdî, que vendrá después de esta época, y llenará la Tierra de justicia y equidad, así como antes habrá sido llenada de injusticia y opresión”.[21]
El Sheij As-Sadûq, en el libro “Kamâl Ad-Dîn”, transmitió un largo hadîz del Imam Al-Bâqir (P). El Imam (P) en el hadîz, en el que se refiere al Restaurador, dice, entre otras cosas:
“Cuando se levante el Restaurador se apoyará en la Ka‘bah. Luego 313 personas se reunirán a su alrededor. La primera frase que dirá es esta aleya: “Baqîatul•lah jairun lakum…” - «El Remanente de Dios es mejor para vosotros…». Luego dirá: “Yo soy el Remanente de Dios, la Prueba de Dios y Su vicario entre vosotros”. Luego, cada musulmán que le salude dirá: “Assalamu ‘alaika ia baqîiatal•lahi fi ardih – La paz sea contigo, oh Remanencia de Al•lah en Su Tierra”. [22].
Asimismo, encontramos en los hadices que el Imam Al-Bâqir (P) dijo:
“El conocimiento del Libro de Dios y la Tradición del Profeta (BP) brotará del corazón del Mahdî tal como brotan las mejores y más verdes y fértiles plantas. Todo aquel de entre vosotros que permanezca vivo y pueda ver al Imam ha de saludarle de la siguiente manera: “As-Salâm-u ‘alaikum iâ ahla baitîr-rahmati ua-n nubûuati ua ma‘danal ‘ilmi ua maudi‘-ar risâlah. As-Salâmu ‘alaika ia baqîiatal•lah” - La paz sea sobre vosotros o Gente de la Casa de la Misericordia y la Profecía, y fuente de conocimiento y lugar de establecimiento del Mensaje. La paz sea contigo, oh Remanencia de Dios”.[23]
Aleya 17:
«¡Por el cielo con sus constelaciones!».
(Al-Burûÿ; 85: 1)
Se le preguntó al Enviado de Dios respecto a las Palabras de Dios Altísimo: «¡Por el cielo con sus constelaciones!», y dijo:
“…En cuanto al cielo, soy yo, y las constelaciones son los Imames después de mí, el primero de los cuales es ‘Alî, y el último Al-Mahdî”.[24]
Aleya 18:
«¿Qué esperan sino que vengan a ellos los ángeles, o venga Tu Señor, o vengan algunos de los signos de tu Señor? El día que vengan algunos de los signos de tu Señor, no aprovechará su fe a nadie que antes no haya creído o que, en su fe, no haya hecho bien. Di: “¡Esperad! ¡Nosotros esperaremos!”».
(Al-An’âm, 6: 158)
El exegeta de Corán Seîied Hâshim Bahrânî dice: “El Sheij As-Sadûq relata del Imam As-Sâdiq (P):
“Aiât (los signos) en esta aleya son los Imames, y aquel signo esperado es el Restaurador. El día en que él se levante con su espada ya no les beneficiará creer en él a quienes antes de su llegada no creyeron en él, aún cuando hayan creído en los Imames que le precedieron”.[25]
Asimismo dice: “Abû Basîr relata del Imam Ÿa‘far As-Sâdiq (P) que dijo:
“Este “signo” en la aleya se refiere a la aparición del Restaurador de la descendencia del Profeta (BP) en la Tierra. ¡Oh Abâ Basîr, dichosos de los seguidores del Restaurador, quienes lo esperan en época de su ocultación y le obedecen luego de su aparición! «Ellos son los amigos de Dios, quienes no tendrán temor ni estarán atribulados»”.[26]
Aleya 19:
«En ella se decide todo asunto sabiamente»
(Ad-Dujân; 44: 4)
Esta aleya bendita habla del destino de los asuntos en la Noche del Decreto en cada año. Este asunto tiene una relación directa con el Imam de la Época y su presencia de supremacía en su comunidad y en los canales del destino en el mundo de la creación.
Aleya 20:
«¡Por la Época! En verdad, que el hombre está en la perdición. Excepto quienes crean, obren bien, se recomienden mutuamente la verdad y se recomienden mutuamente la paciencia».
(Sura Al-‘Asr)
Se le preguntó al Imam As-Sâdiq (P) respecto a la Palabra de Dios, Majestuoso e Imponente: «¡Por la Época! En verdad, que el hombre está en la perdición», y dijo:
“La Época es aquella de la manifestación del Qâ’im. «En verdad, que el hombre está en la perdición», o sea, nuestros enemigos. «Excepto quienes crean», o sea, quienes crean en nuestras aleyas o signos. «Obren bien», o sea, asistiendo a los hermanos en la fe. «Se recomienden mutuamente la verdad», o sea, el Imamato. «Y se recomienden mutuamente la paciencia», o sea, durante el periodo (de ocultación)[27].
[1] Leemos expresiones similares en el Antiguo Testamento. Por ejemplo en los Salmos de David, en el Salmo 37, Nº 9, 10 y 11 leemos: “… pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la Tierra • Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí • Pero los mansos heredarán la tierra”. Luego en el Nº 18 leemos: “Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre”. Y en el Nº 29 dice: “… Los justos heredarán la Tierra”.
[2] Ta’wîl Al-Aiât, t.1, p.332. hadîz 22; Al-Burhân, t.5, p.257, hadîz 5.
[3] At-Tabarsî, Maÿma‘ Al-Baiân fî Tafsîr Al-Qur’ân, ediciones Dâr Ihiâ’ At-Turâz Al-‘Arabî, Beirut,
t.7, p.66.
[4] Tafsîr Maÿma‘ Al-Baiân, t. 7 p. 6667.
[5] Ibíd., p. 239.
[6] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 4, p. 107-111.
[7] Ihtiÿâÿ As-Sadûq, p. 73.
[8] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 1, p. 641.
[9] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 146.
[10] Maÿma‘ Al-Baiân, t. 7, p. 152. Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 147.
[11] Al-Jisâl, p. 108.
[12] Kamâl Ad-Dîn, t. 2, p. 357.
[13] Tafsîr Al-Burhân, t. 1, p. 334.
[14] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 1, p. 139-140; Al-Kâfî, t.8, p.313.
[15] Kashf Al-Asrâr, t. 4, pp. 119-120.
[16] Bihâr Al-Anwâr, t. 51, p. 62.
[17] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 146.
[18] Nûr Az-Zaqalain, t. 3, p. 163.
[19] Tafsîr Al-Burhân, t. 3, p. 208.
[20] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, p. 390.
[21] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, p. 390.
[22] Nûr Az-Zaqalain, t. 2, pp. 390-392.
[23] Bihâr Al-Anwâr, t. 52, pp. 317 y 318.
[24] Bihâr Al-Anwâr, t. 36, p. 370 y 371.
[25] Tafsîr Al-Burhân, t. 1, p. 564.
[26] Ibíd.
[27] Tafsîr Nûr Az-Zaqalain, t. 5, p. 666.
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