Tuesday, December 27, 2011

Manifestaciones del Líder de la Revolución Islámica en un encuentro con los participantes del Congreso: El Mundo Islámico: Amenazas y Oportunidades

Manifestaciones del Líder de la Revolución Islámica en un encuentro con los participantes del Congreso: El Mundo Islámico: Amenazas y Oportunidades
2003/12/23
El Mensaje de Az-Zaqalain
N° 25, Artículo N° 7
Libros.ir
Dhul Hiÿÿah 1424 / Febrero 2004


En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

Doy la bienvenida a todos los respetables presentes y queridos hermanos y os agradezco por responder a la invitación de la República Islámica y participar de esta asamblea. Vosotros habéis venido a vuestra propia casa y a estar entre vuestros hermanos. Irán es el segundo hogar de todos los musulmanes de cualquier parte del mundo.

Este Congreso toma lugar en un tiempo muy necesario, puesto que hoy los musulmanes a lo largo del mundo se enfrentan a nuevas contingencias, amenazas y obstáculos.

Cuando un ser vivo se ve amenazado, la razón y la lógica concluyen que debe reunir fuerzas, utilizar la inteligencia y proceder de una manera apropiada y conveniente. Simplemente permanecer sentados y dejar los sucesos en manos de lo que marquen los acontecimientos no es propio de una nación viva como la nación del Islam.

En toda circunstancia la comunidad islámica es motivada e incentivada por el Islam para actuar y proceder. En base a ello, este congreso de hoy conformaba un vacío en el mundo islámico y vosotros lo habéis llenado.

Tenemos la expectativa de que esta reunión sea vista con total seriedad, que las cuestiones del mundo islámico y los potenciales de la comunidad islámica sean objeto de análisis y se determine la vía para explotar esas capacidades. Nosotros, como la República Islámica de Irán -que gracias a Dios Glorificado Sea, somos una nación grande, vital y aferrada-, estamos preparados para desempeñar nuestra parte y rol en aquello que hoy conforma el deber de la comunidad islámica. Es verdad que hoy el mundo islámico se ve enfrentado a nuevas amenazas, pero en contrapartida, también han surgido oportunidades para la comunidad islámica que no había en el pasado.

Cuando se habla de oportunidades, inicialmente la mente se orienta hacia las materiales –como la situación geográfica, el pasado histórico, la existencia de reservas subterráneas y el crecimiento demográfico en el mundo islámico-. Por supuesto, no hay duda al respecto, pero debemos tener en cuenta que ya antes el mundo del Islam tenía eso y aún así el colonialismo pudo hacerse del mundo islámico y mantenerlo estancado por un periodo entre ciento cincuenta y doscientos años, y convertir a las naciones islámicas en dependientes y atrasadas. Por eso, ello no es suficiente. Por supuesto, el hecho de haber permanecido estancados y débiles por un espacio de tiempo, no significa que una nación o comunidad débil tenga como destino la debilidad. No es así. En cualquier momento que nos despabilemos y hagamos lo que nos requiere el Islam, todo cambiará y el mundo islámico se encaminará en dirección al desarrollo -en el real sentido de la palabra-.

Según mi opinión, la mayor oportunidad del mundo islámico la constituye el mismo Islam. Nosotros tenemos el Islam y esa es la mayor gracia que Dios, Glorificado Sea, nos confirió: «Para completar Mi gracia para con vosotros». Dios, Glorificado Sea, consideró al Islam una gracia de Su parte, y conforma la mayor bendición de Dios. Cualquier cosa que hagamos, debemos hacerla en base a nuestra religión, que es el Islam.

El Islam tanto puede equipar el interior del ser humano mediante el arma de la fe y el conocimiento, como equipar a los musulmanes en el aspecto material mediante el arma de la ciencia y por medio de producir la unión. Éste es el poder del Islam que no debe ser menospreciado. Hoy en día la situación del mundo islámico es muy diferente a la que tenía hace cincuenta años. Hoy el mundo islámico está más vivo, más vital, más esperanzado, más joven y con una visión más amplia que hace cincuenta años. Tenemos muchas esperanzas por delante y debemos reconocerlas y tomarlas con seriedad.

Hoy en día, los musulmanes del mundo se enorgullecen del Islam. Hubo un periodo en el cual los musulmanes no se enorgullecían en absoluto del Islam. Muchos elementos islámicos e intelectuales musulmanes se enorgullecían por encontrarse alejados del Islam. Pero hoy nuestros jóvenes e intelectuales a lo largo del mundo se enorgullecen de aferrarse al Islam y a sus enseñanzas. Ésta es una gran oportunidad.

Hoy en día los principales adversarios ideológicos del Islam –esto es, el marxismo, el comunismo y el socialismo- fueron eliminados de la escena. Algún día conformó el gran obstáculo para el Islam el hecho de lidiar con el ateísmo marxista, lo cual en realidad era auto-defenderse. Hoy en día esos contendientes salieron de la escena ante los sucesos del mundo y fueron derrotados, siendo que el Islam se ha desarrollado.

Hoy en día el Islam político, ha entrado a escena con fuerza. Eso no existía en el mundo islámico. Todo lo que se decía sobre el Islam político se refería a los primeros siglos del Islam. Hoy en día el Islam político se encuentra en el centro de la escena, ha confirmado su eficacia y poder, y ha demostrado que puede erguirse, edificar y afianzarse a sí mismo. Esto conforma una gran oportunidad.

Hace medio siglo, y antes también, aquellos que querían decidir el destino de los musulmanes obsequiaban a éstos “la modernidad”. Decían: “Someteos a nosotros. Arrodillaos frente a nuestra cultura y os obsequiaremos la modernidad”.

Hoy cuando los musulmanes miran ese pasado, ven que esa modernidad no trajo al mundo islámico más que mayor dependencia y corrupción. Los musulmanes no obtuvieron más que la debilidad de los pueblos y los gobiernos islámicos. Esa modernidad no hizo de los musulmanes sabios e innovadores, sino más dependientes. En este aspecto, hoy el conocimiento y lucidez de los musulmanes es muchas veces mayor al de las generaciones pasadas.

Hoy el liberalismo es víctima de contradicción en su propio lugar de nacimiento. Esos mismos que elevan el lema de “defender la libertad” en los mismos países en que se originó la libertad individual y el liberalismo y en sus centros de planificación política, hoy se valen de métodos totalmente opuestos a la libertad. Occidente hoy no tiene una respuesta frente a la represión de los niños palestinos. Occidente hoy no se puede defender frente a la ocupación de Irak y de Afganistán y las terribles matanzas que tuvieron lugar en esos dos países. Occidente no se puede defender de ninguna manera, ni puede dar ninguna respuesta frente al gobierno popular religioso y a las votaciones de los pueblos que tuvieron lugar en estos años en las que optaron por el Islam, y en las que los norteamericanos se enfrentaron a las mismas por la fuerza.

Frente a las humillaciones que sufre la dignidad de la mujer, Occidente hoy no tiene ninguna respuesta ni defensa. Hoy en el mundo occidental –la cuna de la libertad y la democracia- la mujer ha perdido su dignidad; la corrupción sexual se encuentra en un límite elevadísimo y la familia se dirige a su destrucción. Las estadísticas que se dan respecto a la destrucción de la estructura familiar en los países occidentales son estremecedoras y causan consternación. Occidente quiere someter al mundo con el lema del liberalismo. Esas son hoy las contradicciones del liberalismo.

Hoy los norteamericanos y el imperialismo están reaccionando frente al Islam. Tras varias décadas de patrocinar a dictadores e incluso establecerlos en las regiones de Asia y medio oriente, ¡EE.UU. hoy eleva el lema de la democracia en la región! ¿Quién es el que no sabe que EE.UU fue el protector y patrocinador de los tiranos y dictadores de la región?

Hoy quedó en claro para todos que los EE.UU. apoyaban a Saddam. Fueron los norteamericanos quienes le dieron luz verde para atacar Irán y crear una guerra de ocho años. Saddam fue patrocinado por los mismos norteamericanos. Ellos lo hicieron crecer. Ellos le dieron poder. Ellos le posibilitaron la utilización de armas químicas. Ellos fueron los que hicieron silencio frente a la matanza de la gente de Halabche (kurdos iraquíes) y de muchos de nuestros jóvenes mediante armas químicas. Todavía en nuestro país son muchos los jóvenes que sufren los flagelos de las armas químicas. Cada tantas semanas se difunde que ha alcanzado el martirio alguno de nuestros rectos, combatientes y creyentes jóvenes que fueron heridos por las armas químicas de Saddam y que ahora terminan de agonizar.

Occidente hace silencio frente a esto. Hoy, ese mismo occidente que viene aquí a dar lemas de democracia, reacciona frente al gobierno popular religioso islámico. “Gobierno popular religioso” significa “la opinión de la gente desde la perspectiva de la lógica de la religión, con el respeto que la religión tiene por la opinión de la gente”. La religión sostiene la dignidad de los seres humanos. La religión sostiene que los gobiernos tienen una seria responsabilidad frente a la gente. La religión no acepta la tiranía y la dictadura de ningún gobernante y bajo ninguna denominación. Ese es nuestro Islam. Eso es la democracia islámica; esto es, un gobierno popular religioso apoyado en una lógica fuerte y clara, con esos mismos criterios que el Islam sostiene para los gobernantes en cualquier sociedad. Hoy esto se ha planteado en el mundo y se ha hecho una realidad; no es sólo algo que existe en los libros y las mentes.

A lo largo de los pasados veinticinco años hemos tenido veinticuatro elecciones en la República Islámica donde la gente ha concurrido a las urnas y ha emitido su voto erigiendo y sosteniendo este sistema. Eso es una manifestación perfecta de la democracia. Frente a esto, EE.UU. reacciona elevando lemas de democracia en el medio oriente.

Hoy en día el mundo es víctima de un vacío ideológico. En ningún lugar del mundo existe algún pensamiento claro y estable en base al cual las sociedades puedan organizar para sí un movimiento y bosquejar un futuro. El Islam tiene hoy la oportunidad de plantearse en el mundo. El Islam se apoya en puntos que conforman antiguas aspiraciones de los seres humanos desde el principio de la historia humana hasta el día de hoy.

El Islam se basa en la justicia, la hermandad, y la dignidad del ser humano. Hoy la humanidad se encuentra sedienta de ello. El ser humano se encuentra sediento de dignidad, de justicia, y de un real sentido humanitario. El Islam se basa en eso mismo.

Hoy es tiempo que el Islam se plantee en el mundo en esa misma forma original y real, y los intelectuales y políticos musulmanes eleven ello en la forma de una bandera frente a los ojos de la toda la gente del mundo. La atracción del genuine Islam es muchísima. Los enemigos del Islam –a la cabeza de los cuales hoy están el sionismo y EE.UU.- no desean que el genuino Islam se muestre. Ellos quieren restringir el Islam en dos formas: una es la forma retrógrada, similar a lo que se vio en el Islam de los talibanes, esto es, fanatismo seco de los pies a la cabeza, sin ninguna lógica, conocimiento y estudio, de manera que los ojos aborrezcan ello y le vuelvan la cara al Islam.

O bien un Islam que ha perdido completamente su identidad frente a occidente. Eso es, un Islam receptivo. Un Islam que acepta cualquier cosa que digan los occidentales, que fomente la cultura occidental bajo la cubierta del Islam y que no tenga nada para decir de sí mismo. Hoy, los enemigos del Islam quieren mostrar a éste en una de estas dos formas, pero no están dispuestos a plantear el Islam que ingresa con denuedo a la escena mundial y que quiere el orgullo, la grandeza, la fuerza, la justicia, el gobierno popular y el desarrollo científico para la comunidad islámica.

Por supuesto, hoy los enemigos del Islam, y a la cabeza de ellos EE.UU. y el sionismo, saben que dentro de la comunidad islámica hay una enorme fuerza acumulada. Por eso, sienten pavor y temor de ello. Es en base a esto que no combaten con el mundo islámico usando el nombre Islam, sino que usan otros nombres para combatirlo. Amplían el sentido de terrorismo de manera que puedan reprimir los movimientos libertadores. Quieren reprimir a los combatientes palestinos –quienes hoy en día son los más valientes combatientes del Islamllamándoles terroristas. Bajo el nombre de terrorismo quieren sacar de la escena a los jóvenes combatientes del Líbano, Irak, Afganistán y a los jóvenes combatientes de cualquier punto del mundo islámico que se oponen a los propósitos del imperialismo y a la intromisión foránea; o bien bajo el pretexto de “las armas de destrucción masiva”, bajo el pretexto de “los derechos humanos”, bajo el pretexto de “la democracia” quieren enfrentar al Islam. Hoy el imperialismo plantea esos pretextos puesto que sienten pavor de enfrentar al Islam llamándole por su nombre.

Por esto, es verdad que hoy el mundo islámico se enfrenta a nuevas amenazas, pero también hay grandes y nuevas oportunidades en el mundo del Islam. Hoy una gran cantidad de jóvenes musulmanes a lo largo del mundo islámico cierran los ojos a los deleites y los productos coloridos de occidente y disponen como lema en sus corazones la fe en Dios, y en sus acciones la obediencia a la religión. Estos jóvenes son muchísimos tanto en Irán como en el resto del mundo islámico, tanto en el oriente del mundo islámico como en su occidente. Hoy hay muchos intelectuales en el mundo islámico que hablan bajo el nombre del Islam, escriben bajo el nombre del Islam, y materializan sus obras artísticas bajo el nombre del Islam. Esas son oportunidades para el Islam. Hoy el mundo islámico ha conocido hasta cierto punto su propia fuerza y sabe que puede llegar a ser poderoso. Si bien la amenaza es grande, también las oportunidades son muchas. Somos nosotros los que tenemos que esforzarnos.

Se ha transmitido del Gan Profeta –que la paz y las bendiciones de Al•lah sean con él y su descendencia- una tradición que expresa: “El ejemplo del creyente es el de la espiga; a veces está tumbada y otras se yergue”. El creyente no es desarraigado. Es posible que la tempestad de los sucesos le tumbe al suelo, pero con la mínima oportunidad se levanta y otra vez se desarrolla y avanza. También el Sagrado Corán expresa lo siguiente: «Como un árbol exquisito cuyas raíces son firmes y cuyas ramas están en el cielo, brinda sus frutos cada tanto con la anuencia de su Señor». Somos nosotros los que debemos esforzarnos en hacer madurar ese fruto… y eso es posible.

Nosotros en la República Islámica de Irán hemos puesto nuestro empeño para afianzar ese pilar básico. Nosotros no desistiremos del gobierno popular, el cual es tomado del Islam y conforma el juicio del Islam mismo. El Islam también ha determinado y aclarado la aceptación de la existencia de dirigentes en reglas como aquella de la bai‘ah o “juramento de fidelidad al gobernante”. Nosotros aceptamos eso con todo nuestro ser. Nosotros no tomamos eso de occidente. Ello nos pertenece, pertenece al Islam. Por eso, nosotros estamos firmes en ello.

Nosotros nos erguimos frente a la influencia e intromisión foránea. Con todo el mundo hacemos intercambios y negociamos en lo relacionado a la ciencia, el conocimiento, la experiencia, productos materiales y espirituales, pero no aceptamos en absoluto de nadie la intromisión, la intrusión, el uso de la fuerza y la dominación. Nuestros enemigos –aquellos que tienen una decidida hostilidad hacia la República Islámica y el Irán islámico- están muy furiosos por este punto. Nosotros hemos demostrado que estamos firmes en ello. Hemos demostrado que podemos, y creemos que todo el mundo islámico puede hacer eso.

Nosotros creemos que se debe expandir la justicia. La expansión de la justicia en la sociedad conforma una de los asuntos más problemáticos y dificultosos. Queremos hacer eso. En ese sentido hemos dado muchos pasos, pero existe una gran brecha entre la situación en la que nos encontramos y aquello que el Islam requiere de nosotros. Ello requiere un gran esfuerzo. Creemos que debemos centralizarnos en esta cuestión y esforzarnos, y si Dios quiere haremos ese esfuerzo.

Nosotros creemos que se debe expandir la ciencia y el conocimiento, y hemos logrado muchos avances en ese camino. Nosotros creemos que el mundo islámico, con los antecedentes, la profundidad y las raíces culturales y científicas que tiene, puede dar grandes pasos en el campo de la ciencia y el conocimiento. Han mantenido al mundo islámico alejado de la ciencia y el conocimiento a propósito. Nosotros hemos aconsejado a nuestros jóvenes y científicos que generen ciencia. Es verdad que se debe aprender la ciencia de aquellos que la poseen, pero no debemos detenernos ahí. Creemos que no debemos contentarnos con traducir la ciencia, sino que debemos generarla. Nuestros jóvenes han comenzado con ello y han logrado muchos éxitos en numerosas áreas. Nosotros haremos eso y lo continuaremos.

Nosotros creemos que debemos fortalecer la estructura material y espiritual de la sociedad y la gente. Debemos fortalecer tanto su estructura material y generar riquezas –puesto que nuestro país es potencialmente rico-, como su estructura espiritual, esto es, fortalecer su fe y ánimo. Eso forma parte de nuestras responsabilidades.

Hoy, el peligro más importante que amenaza al mundo islámico es la desunión. Nosotros nos hemos dividido y no hemos entrelazado nuestras manos. Es por eso que el enemigo nos codicia. Mientras estemos divididos el enemigo nos codiciará.

Nuestra propuesta a todos los estados y gobiernos del mundo islámico y a todas las naciones musulmanas es la de la unión y el mutuo acercamiento. Debemos superar las diferencias y dejarlas de lado. Algunas diferencias pueden solucionarse, entonces a esas las solucionemos. Es posible que algunas no sean posibles de resolverse en un corto periodo, entonces debemos cerrar los ojos a las mismas y dejarlas a un lado. Éste es exactamente el punto en el cual los sionistas y los americanos se ven perjudicados y es por eso mismo que ponen todo su esfuerzo para evitar que ello se produzca.

Las diferencias regionales, religiosas, tribales, políticas y territoriales, son todas incitadas por los enemigos. Ya existía entre nosotros la predisposición para ese tipo de diferencias, solo que hemos sido indolentes y no hemos eliminado esas predisposiciones, y ellos llegaron y se valieron de la indolencia de la comunidad islámica e intensificaron esa diferencias haciéndonos lidiar entre nosotros mismos. Cuántas de nuestras fuerzas materiales y espirituales hemos derrochado en esas peleas y diferentes guerras regionales, nacionales, religiosas y tribales. Nosotros creemos que debemos seguir esto como un objetivo serio.

En lo personal creo que hoy en el mundo islámico, los enemigos del Islam y la comunidad islámica utilizan mayormente dos armas: una es el arma de la amedrentación, y la otra es el arma de generar la ambición. Las naciones, los intelectuales, las personas destacadas y los integrantes de la comunidad a veces son amedrentados y otras veces son tentados. Tanto lo uno como lo otro son redes de Satanás. No se debe temer de su amedrentación: «Aquellos a quienes la gente les dice: “La gente se ha agrupado en vuestra contra, temed pues de ellos”, y ello les aumenta su fe y dicen: “Dios nos es suficiente. ¡Y qué mejor Protector!”, y se volvieron por una gracia de Dios y un favor en el cual no les tocará lo malo», ésos constituyen una lección para nosotros. Así debemos proceder. No debemos dejarnos amedrentar por el enemigo. Tampoco debemos sucumbir a la tentación del enemigo, puesto que el enemigo no brinda nada bueno y lo que hace ambicionar no es más que una trampa.

Esta cuestión, se verifica tanto para las personas como para los estados y gobiernos, tanto para los pensadores como para el común de la gente. No tengamos esperanzas en aquello que hacen ambicionar y no temamos de su amedrentación. Nosotros somos fuertes: «Y vosotros sois los victoriosos si es que creéis».

Al final de mis palabras quiero enfatizar en el hecho de que en este seminario y reunión debéis buscar y encontrar las vías. Vosotros sois los elegidos del mundo islámico. Cada uno de vosotros, cada una de vuestras ideas, puede ser el origen de una transformación o un movimiento en algún sector de la gran sociedad comunidad islámica. Cuando estas ideas se juntan entre sí, pueden abrir muchos caminos frente a nosotros.

Se debe conocer al enemigo. Conocer al enemigo es una de las principales tareas. Hoy el gran enemigo del mundo islámico son EE.UU. y el sionismo. Esos conforman el gran Satán. Entre los satanaces los peores, los más funestos, y los más peligrosos son EE.UU. y el sionismo que hoy en día, en forma completamente abierta y clara, colaboran entre sí. Nunca tal como hoy éstos fueron tan amigos y estuvieron tan juntos. Esos son el enemigo principal. Esos son el gran ídolo que se debe quebrar. Se debe conocer a este enemigo y presentarlo al común de la gente, las personas sobresalientes y los pensadores de las comunidades islámicas.

No debemos equivocarnos al reconocer al enemigo. Algunos no reparan en el enemigo real y principal y consideran como enemigo a cosas secundarias. Eso conforma un gran error y es posible que lleve a dilapidar años de la vida del mundo islámico. Por la gracia de Dios, nosotros no nos hemos equivocado al distinguir al enemigo y no lo haremos. Se nos dirigen distintos tipos de enemistades, pero nunca confundiremos eso con el gran enemigo principal. Nosotros no consideramos ni reparamos en muchas hostilidades. El enemigo real esta ahí. El siguiente punto a este respecto es que también debemos conocer los métodos del enemigo. Esto es, por qué vías ingresa, cómo procede y qué hace.

Me refiero al último asunto señalando la bendita aleya que dice: «Di: Solo os prevengo una cosa: que os yergáis por Dios de dos en dos, o individualmente, luego reflexionéis». Erguirse por Dios -de dos en dos o individualmente- es la más obligatoria de nuestras tareas. Eso es posible en todos los niveles.

¡Queridos hermanos! Nuevamente os doy la bienvenida y os agradezco por haberos tomado la molestia de haber venido hasta aquí, y agradezco a Dios que me dio la oportunidad de encontrarme con vosotros en esta fraterna reunión.

Was salamu Alaikum Wa rahmatullah wa barakatuh

TRADUCCIÓN DEL PERSA:

H. FEISAL MORHELL

Sura Al-Baqarah; 2:150.

Sura Ibrâhîm; 14: 24.

Sura Âli ‘Imrân; 3: 173-174.

Sura Âli ‘Imrân; 3: 139.

Sura Sabâ; 34: 46.

Libros.ir
http://libros.ir/libros/Biblioteca%20Islamica/Revistas%20y%20articulos%20de%20temas%20diversos%20(48)/Revista%20Az-Zaqalain/AzZaqalain25.pdf

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