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Actualizado: 16/12/2014 00:41 GMT
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, admitió el lunes que el secuestrador, que tomó ese mismo día a 17 personas como rehenes en un café en la ciudad de Sídney (sureste), sufría de problemas mentales.
El secuestrador de 50 años, "tenía un largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental", afirmó el premier australiano en una rueda de prensa celebrada en la ciudad capitalina de Canberra.
Abbott precisó que las autoridades australianas sabían de las actividades de Man Haron Monis (el secuestrador) como la publicación de un gráfico extremista en Internet.
El alto titular australiano agregó que el extremista “había enviado cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en Afganistán, y fue hallado culpable de delitos relacionados con esto”.
Al deplorar el surgimiento de tales actos extremistas en el país oceánico, Abbott puso de relieve que todo el mundo ha de tomar lecciones de este acto terrorista.
A modo de colofón, elogió la reacción de los efectivos de la Policía australiana para poner fin, después de unas 16 horas, al secuestro acaecido en el Lindt Chocolat Café, aunque concluyó con varias víctimas: el secuestrador, de 50 años, fue abatido a tiros, además dos rehenes -un hombre de 34 años y una mujer de 38- murieron y otros cuatro resultaron heridos.
Al parecer, el secuestrador era un miembro del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) o un integrante del Frente Al-Nusra, afiliado de Al-Qaeda, ya que en las fotos tomadas desde el lugar del incidente se ve a dos rehenes mujeres que han sido obligadas a mostrar por una de las ventanas del café una bandera negra, con la que se identifica uno de estos dos grupos takfiríes.
mno/ncl/hnb
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